Estados alterados de conciencia

04/11/2010
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Según la Wikipedia, “Un estado alterado de conciencia es una condición significativamente diferente al estado de vigilia atenta.” Entre otros estados incluye: alucinación, depresión, euforia, éxtasis, rabia, shock, psicosis, y supuestas premoniciones.
 
Entre las formas y métodos para alcanzar, o hacer alcanzar a otro, un estado alterado de conciencia, se cuentan la privación de alimento, la privación sensorial, la privación de sueño, técnicas de control mental, hipnosis y diferentes drogas y alucinógenos.
 
En un apartado titulado “Manipulación” se indica que los estados alterados de conciencia han sido utilizados para “manipular a las personas y volverlas sumisas a la voluntad de otros”. Y sigue “por ello se recurre a procesos que inhiben las capacidades cognitivas de la víctima”.
 
Incomprensiblemente no aparecen en este artículo de la Wikipedia, palabras como “nazi”, “militar”, “ejército”, “estadounidense”, “fascismo”, “mass media”, “tortura”, “telediario” o “capitalismo”.
 
La codicia capitalista tiene sometido a un tercio de la población mundial a un estado alterado de conciencia, por la privación de alimento, agua potable, educación o sanidad. En cambio, en los países más desarrollados, los métodos y herramientas de control de la población han de ser necesariamente distintos, no tan directos, más sutiles.
 
Tomando como ejemplo a España, y teniendo en cuenta que su población está privada de Democracia desde el 18 de julio de 1.936 hasta nuestros días, es fácil concluir que el ciudadano medio de este país esté sumido en un permanente y profundo estado alterado de conciencia.
 
En este precario estado de percepción, de similares características a la agnosia1 el español medio percibe como ciertas hasta las más complejas, estudiadas y sucias mentiras. Aquí van algunos ejemplos:
 
—El español medio lleva más de tres años creyendo que lo peor de la crisis ya ha pasado.
 
—El español medio lleva toda la crisis creyendo a pies juntillas que lo correcto es que paguemos entre todos la crisis financiera capitalista.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que vivir por encima de sus posibilidades es lo correcto. El español medio no se da cuenta de que esta forma de vida solo beneficia a quien ha de prestarle el dinero para que lo lleve a cabo.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que un síntoma de buena salud del actual sistema económico es que haya un paro de “solo” el 5%. Esta situación es considerada, por alguno que nunca estuvo en paro, como pleno empleo.
 
—El español medio lleva desde el 18 de julio del año 1.936, creyendo que la corrupción es el modo de vida auténtico, al que todo buen español debe aspirar y dirigirse, el modo de vida más indicado para la plena realización personal, pero que solo está reservado a unos pocos e intocables privilegiados. Como los 659 sinvergüenzas que despistaron unos cuantos millones de euros en Suiza. Es más, lleva demasiado tiempo creyendo que no es delito la corrupción entre los políticos, que “quien más y quien menos…, pues ya se sabe, ¿quién no ha metido alguna vez la mano en la caja?” En cualquier caso, el español medio cree firmemente que negar toda evidencia deja en evidencia al acusador y libra de toda culpa al corrupto. Incluso los hay que piensan que levantar todos los años 250.000 euros es compatible con pedirle a los demás que se aprieten su cinturón.
 
—El español medio tiene la firme creencia de que los jueces, entre otras cosas, están para perseguir y castigar todo tipo de crímenes y delitos. Cuando en realidad están para perseguir a quienes quieren juzgar la dictadura franquista, como por ejemplo el juez Garzón, y hay hasta bofetadas entre ellos para imputarle como culpable de un defecto de forma o, llegado el caso, señalarle como culpable de ser inocente.
 
—El español medio lleva demasiado tiempo pensando que el Partido Popular condenará algún día el terrorismo franquista o que, en su defecto, le será aplicado algún día el artículo 9 de la Ley de Partidos y será condenado y relegado a la merecida ilegalidad por apología del terrorismo.
 
—Hay diez millones de españoles que creen que el Partido Popular defenderá sus intereses. Incluso hay quien piensa que Rajoy es un líder, pero esto es algo que se cae por su propio peso; en cuanto uno le pega un vistazo al elemento, enseguida se comprueba que Rajoy no es más que una desilusión óptica. En su caso, se puede añadir que todo parecido con un hombre preocupado por el interés general, es un hallazgo sin fundamento o una irónica, macabra y cruel casualidad.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que es católico, por supervivencia social y porque preguntas del estilo ¿Es usted católico o musulmán? no le dejan muchas opciones. Es más, confunde ser creyente con ser católico, que son conceptos bien distintos. La propia Iglesia reconoce que tan solo el 15% de sus fieles va a misa de vez en cuando. Y más aún, el español medio lleva toda su vida creyendo que lo correcto y lo normal es ser socio de la secta católica, y por lo tanto costear los viajes de su líder, el sectario general de dios. Y más todavía, lleva toda su vida creyendo que el pertinaz nacional-catolicismo forma parte de nuestra naturaleza como personas.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que “Monarquía Parlamentaria” es un sistema de gobierno 100% libre de parásitos. Es más, lleva toda su vida pensando que no existen otras formas de gobierno, y en caso de que existan, son pecado o deben estar mal vistas, aunque no se sepa ni importe por qué.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que hubo una Transición entre la corrupta dictadura en la que mandaba un señor elegido de forma no democrática y la corrupta democracia en la que manda un señor elegido de forma no democrática. Cree también el español medio que el bipartidismo es el estado natural de la política. “Sí” o “no”, esas son todas las opciones políticas posibles para el español que se encuentra en un estado alterado de conciencia.
 
—El español medio, por alguna suerte de extraño conjuro, lleva toda su vida creyendo que toda opción política que proponga y defienda una mayor igualdad y justicia sociales, no es algo recomendable ni aceptable, sino obra del mismo demonio.
 
—El español medio lleva toda su vida creyendo que los medios de comunicación de masas le informan con veracidad e independencia. El español medio lleva toda su vida pensando que “si lo han dicho en la tele…, será verdad”.
 
El español medio debe saber que en los medios de comunicación cabe y vale todo, desde medias verdades hasta mentiras completas, la clave está en la saturación de “información” a que someten a la audiencia los distintos medios oficiales del sistema. Esto le impide al espectador discernir entre cierto y falso, entre verdad y manipulación, entre información y opinión.
 
Tómese como se quiera, pero me parece que si los que pueden hacer algo por las buenas, no lo hacen, alguien tendrá que hacerlo, aunque no sea por las buenas. La cuestión sería si, llegado el momento, el sistema penitenciario español tendría capacidad suficiente para acoger a tanto amante de la justicia, de la verdad y de la igualdad.
 
Puede que solo sean impresiones mías, pero creo que es hora ya de dejar de vivir en esta gran mentira que han fabricado a nuestro alrededor. Es hora de salir de Matrix. Español medio, elija la pastilla roja.
 
1 1. f. Med. Alteración de la percepción que incapacita a alguien para reconocer personas, objetos o sensaciones que antes le eran familiares.,
 
 
https://www.alainet.org/pt/node/145284
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