EU, el gobierno secreto (I)
04/05/2011
- Opinión
Hace poco menos de un mes, Maniobras del poder recibió de Mexileaks una copia de correo que estaba dirigido también a la socióloga marxista chilena Marta Harnecker, conocida por su difusión del pensamiento de Marx entre los obreros latinoamericanos mediante obras como Los conceptos elementales del materialismo histórico, siguiendo los pasos del brasileño Ruy Mauro Marini quien hizo escuela en la región con su “teoría de la dependencia”, especialmente en México cuando llegó —como muchos otros intelectuales— asilado en tiempos de las dictaduras golpistas a impartir clases en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Se trata del contenido de una entrevista cuyo título es revelador: “El gobierno secreto que dirige a Estados Unidos”. El entrevistado es Peter Dale Scott, autor del libro cuya traducción al francés es: La Route vers le Noueau Deordre Mondial, y al español como “La ruta que lleva al Nuevo desorden mundial”, y los interlocutores son los traductores francófonos, Maxime Chaix y Anthony Spaggiari. La entrevista fue publicada en la Red Voltaire, bajo el título mencionado y un balazo que dicta: “Detrás de la democracia estadounidense, el Estado profundo”.
Está de más referir la enorme importancia por su originalidad y las revelaciones en asuntos como: 1) La estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de Estados Unidos, 2) La “política profunda” o el “Estado profundo”, 3) La sujeción de los presidentes a partir de James Carter, a políticas que están por arriba del Estado, 4) El nuevo papel del terrorismo en la política internacional de EU, tras la caída del bloque soviético [su estructuración desde los tempos de la Guerra Fría; el papel de la diplomacia ante —mejor dicho, contra— el exterior] y, 5) La importancia del flujo de capitales vía el tráfico de drogas, entre otros temas. Dejo la palabra a la selección, con el ánimo de difusión más que de mutilación. Apelo a la indulgencia del lector.
“…El profesor Peter Dale Scott recorre la historia del Estado profundo en Estados Unidos, o sea la estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de ese país más allá de las apariencias democráticas. Este estudio ofrece la ocasión de poner bajo los reflectores al grupo que organizó los atentados del 11 de septiembre y que se financia a través del tráfico mundial de droga. Se trata de un libro de referencia cuya lectura aconsejan ya las academias militares y diplomáticas.
“Red Voltaire: Profesor Scott… ¿pudiera usted comenzar proporcionándonos una definición de qué es la Política profunda (Deep Politics) y explicándonos la diferencia entre lo que usted llama el Estado profundo y el Estado público?
“Peter Dale: La expresión Estado profundo viene de Turquía. Hubo de inventarla en 1996, después del accidente de un auto Mercedes que rodaba a toda velocidad y cuyos pasajeros eran un miembro del parlamento, una reina de belleza, un importante capitán de la policía local y el principal traficante de droga de Turquía, quien dirigía además una organización paramilitar —los Lobos Grises— que asesinaba gente. Se hizo entonces evidente que existía en Turquía una relación secreta entre la policía —que oficialmente estaba buscando al hombre que se encontraba en aquel auto con un jefe de la policía— y los individuos que cometían crímenes e nombre del Estado.
“El Estado para el que se cometen crímenes no es un Estado que puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado escondido, una estructura secreta. En Turquía le llamaron el Estado profundo, y yo mismo venía hablando desde hace tiempo de política profunda, así que utilicé esa expresión en mi libro La Route vers le Noueau Deordre Mondial. Yo definí la política profunda como el conjunto de prácticas y de disposiciones políticas, intencionales o no, habitualmente criticadas o no mencionadas en el discurso público, además de no reconocidas. O sea que la expresión Estado profundo… se refería a un gobierno paralelo secreto organizado por los aparatos militares y de inteligencia, financiado por la droga, que se implica en acciones de violencia de carácter ilícito para proteger el estatus y los intereses del ejército de las amenazas que representan los intelectuales, los religiosos y en ocasiones el gobierno constitucional.
“…En el libro… adopto un poco esa expresión para referirme a la más amplia conexión que hay, en Estado Unidos, entre el Estado público constitucionalmente establecido, por un lado, y las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia que están fuera del gobierno. Esta conexión podríamos llamarla la puerta trasera del Estado público, [puerta] que sirve de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera del marco legal…
“RV: Usted escribió su libro… en momentos en que el régimen de Bush se hallaba en el poder y después lo reactualizó con vistas a la traducción al francés. ¿Piensa usted que el Estado profundo se ha debilitado, lo cual favorecería al Estado público, como resultado de la elección de Barack Obama? ¿O, por el contrario, se ha reforzado con la crisis y con la actual administración?
“PD: Después de 2 años de presidencia de Obama, tengo que llegar tristemente a la conclusión de que la influencia del Estado profundo, o más exactamente de lo que yo llamo en mi último libro La máquina de guerra estadounidense (American War Machine), ha seguido extendiéndose, como lo ha hecho cada presidente de Estados Unidos desde la época de Kennedy. Un importante síntoma de ello es la manera en que Obama, a pesar de su retórica de campaña, ha seguido ampliando el campo de aplicación del secreto dentro del gobierno de Estados Unidos…”
En cuanto a la guerra, advierte el autor, “Obama parece haber capitulado ante los esfuerzos del general Petraeus y de otros generales que querían garantizar que las tropas estadounidenses no comenzaran a retirarse de las zonas de combates en 2011, como había adelantado Obama cuando autorizó un aumento del número de soldados en 2009… [Y] Leon Panetta, el director de la CIA, le aconsejó a Obama que ningún presidente democrático puede ir en contra de los consejos del ejército… Así qué hágalo. Haga lo que ellos dicen.”
“Yo sospecho —cierro aquí—, que las fuerzas profundas que dominan los dos partidos políticos [el Demócrata y el Republicano] son ahora tan poderosas, tan coincidentes, y por sobre todo están tan interesadas en las ganancias que la guerra genera, que un presidente está más lejos que nunca de oponerse a ese poder, ni siquiera ahora cuando se hace cada vez más evidente que la era de dominación mundial de Estados Unidos, al igual que sucedió en su tiempo con la de Gran Bretaña, está a punto de terminar”.
Fuerzas internas que ponen en jaque incluso al poder político, y explica por qué Obama ha reculado en muchas de sus propuestas iniciales como presidente de EU. Mañana, sobre el “programa ultrasecreto de Continuidad del Gobierno”.
https://www.alainet.org/pt/node/149497
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