Las libertades de prensa y de creencias

19/01/2015
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Congruentes con la profesión que decidimos ejercer desde muy jóvenes -58 años ininterrumpidos-, y entregados a la defensa del gremio, en esa misma dinámica a las supremas libertades de prensa y expresión, y sobre todo, el derecho a la información de todas las sociedades, al contrario de otras voces, estamos de acuerdo con el Papa Francisco en el equilibrio de respeto tanto a las mencionadas libertades como a las diferentes creencias.  
 
El Papa, de acuerdo a su liderazgo mundial que se ha ganado a pulso, intervino oportunamente en el debate que provocó el atentado a la revista francesa satírica “Charlie Hebdo” con el dramático saldo de 8 periodistas y 4 civiles asesinados, al expresar que “la libertad de expresión tiene un límite”, para de inmediato aclarar que “no se puede matar a nombre de Dios”.
 
Para explicar su posición, Francisco agregó que “no se puede provocar” y “no se puede ofender” a religión alguna, esto durante su pasada visita a Filipinas. Tanto la libertad de expresión como la libertad religiosa “son derechos humanos fundamentales”, precisó el Pontífice y congruente con su forma de ser y de pensar, dijo: “Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender”. El Papa respondía a una pregunta de un periodista francés, que con otros  viajaban en el avión que le trasladaba de Sri Lanka a Filipinas.
 
Para los mexicanos en particular, y para el mundo entero en lo general, es más que oportuno recordar el sabio apotegma del Benemérito de las Américas, Benito Juárez García: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
 
Para ilustrar aún más su posición, Francisco ilustró al decirle al periodista francés que lo cuestionó: “Vamos -a hablar-, sobre París, hablemos claro”. Bergoglio siguió: “Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender”. “Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri -su secretario y gran amigo-, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”, aseguró.
 
Sobre la libertad religiosa, destacó que “cada uno tiene el derecho de practicar su religión, pero sin ofender” y consideró una “aberración” matar en nombre de Dios.  “No se puede ofender, o hacer la guerra, o asesinar en nombre de la propia religión o en nombre de Dios”, concluyó
 
Todo esto me recuerda otro axioma, el pronunciado por la heroína de la Revolución Francesa, ¡qué ironía¡ Madame Roland, quien antes de ser decapitada en la Plaza de la concordia y ante la estatua de la Libertad, expresó: “Oh libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre. Respetemos las libertades de expresión y de creencias.
 
- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
https://www.alainet.org/pt/node/166879
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