Castro, Maduro y Obama dominaron la Cumbre
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La séptima Cumbre de las Américas presenció el encuentro entre el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el presidente de EEUU, Barack Obama. La reunión celebrada en la ciudad de Panamá el 11 de abril de 2015, tuvo como objetivo continuar con la agenda de deshielo en las relaciones entre ambos países. Obama insinuó que acelerará la eliminación de los obstáculos que actualmente impiden un mayor acercamiento entre La Habana y Washington. Entre estos está la inclusión de Cuba en una lista confeccionada por Washington de países que promueve el ‘terrorismo’. En su discurso, Raúl fue claro en señalar que las nuevas relaciones con EEUU se basarán en el respeto mutuo.
Raúl y Obama tuvieron una reunión privada y después ofrecieron juntos una conferencia de prensa ‘informal’ en el marco de la Cumbre de las Américas. El interés primordial de Cuba es que EEUU ponga fin al bloqueo económico contra la isla mayor del Caribe que lleva más de medio siglo. EEUU considera que en pocos años su economía puede favorecerse en forma significativa participando activamente en el mercado cubano.
Un par de horas más tarde, Obama tuvo un encuentro con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En la plenaria de la Cumbre de las Américas, Maduro le hizo un gesto a Obama estrechando su mano ofreciendo el diálogo. El líder venezolano subrayó que ese intercambio tenía que darse en el marco de la paz, consigna que comparten todos los pueblos del continente.
Según los organizadores de la Cumbre, se encontró consenso en torno a 25 resoluciones. EEUU, sin embargo, rechazó otras tres propuestas, lo que impidió que la reunión hemisférica culminara con una declaración. Entre las propuestas vetadas por Washington se destacó la resistencia de EEUU para poner fin a su campaña de desestabilización contra Venezuela que pone en peligro la paz regional.
Durante la Cumbre la actitud irresponsable de EEUU se hizo patente en los encuentros paralelos avalados por la OEA en la ciudad de Panamá. Agencias norteamericanas acreditaron a cubano-norteamericanos de Miami en la mini-cumbre de la sociedad civil que crearon conflictos con los delegados cubanos. Mucha preocupación causó la presencia de un reconocido mercenario cubano-norteamericano con antecedentes delictivos que llegó a la ciudad de Panamá. EEUU también apoyó a los venezolanos opositores al gobierno de Caracas que organizaron varias manifestaciones callejeras en la capital panameña.
Paralelo a las reuniones gubernamentales, la Universidad de Panamá fue sede de la Cumbre de los Pueblos, convocada por organizaciones sindicales y movimientos sociales panameños. Cerca de 3 mil delegados de toda la región se dieron cita en las conferencias y en un total de quince mesas de trabajo. La Declaración final respaldó la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz y libre de colonialismo.
Al igual que las delegaciones gubernamentales (exceptuando EEUU y Canadá) en la Cumbre de las Américas, los delegados en la Cumbre de los Pueblos le dieron su apoyo a Cuba y Venezuela por su defensa de políticas sociales y su solidaridad a escala regional en el desarrollo y bienestar de los pueblos latinoamericanos. En la clausura de la Cumbre popular intervinieron los presidentes Maduro y Correa, de Venezuela y Ecuador, respectivamente.
En su intervención, el presidente Correa se mostró preocupado que EEUU aún no ha aprobado ninguno de los 8 tratados sobre derechos humanos. Por otro lado, EEUU es uno de sólo tres países que no ha ratificado la Convención Interamericana contra la producción y el tráfico ilícito de armas de fuego y explosivos. Igualmente, EEUU aun no ratifica el Tratado sobre el Comercio de Armas de la ONU de 2013.
En la actualidad, EEUU tiene más de 50 bases militares en América latina (sin incluir a Puerto Rico). En la región sólo 5 países (Brasil, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia) no tienen soldados norteamericanos cumpliendo misiones militares dentro de sus fronteras. Incluso, Cuba cuenta con la base en la bahía de Guantánamo donde EEUU tiene, además, un campo de concentración con prisioneros musulmanes.
Para Panamá, la experiencia de la séptima Cumbre de las Américas le hizo honor al Congreso Anfictiónico convocado por Bolívar en 1826. Fue el primer esfuerzo por unir a los países recién independizados de España. En 1956 la capital panameña fue también sede de un encuentro de presidentes de la época. En 2001 la Cumbre Iberoamericana trajo a Panamá al líder cubano Fidel Castro.
- Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA) www.marcoagandasegui14.blogspot.com, www.salacela.net
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