“México y la zona norte de Centroamérica en la nueva guerra fría”

23/06/2015
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La geografía es destino” (Bismark, siglo XIX).

 

“En última instancia son las condiciones históricas las que determinan los cambios, pero son los hombres quienes los realizan y no las condiciones ciegas de la historia” (F. Engels). (1)

 

La “dronización” de los Estados del norte mesoamericano, en particular, de México, Guatemala, El Salvador y de Honduras, forma parte de dos macro-procesos de escala planetaria; la crisis general del capitalismo norteamericano y la nueva guerra fría. Ambos procesos están cristalizando cada vez más en una especie de “fascismo global”, algo que en numerosos artículos publicados por este su servidor en distintos momentos desde el año 1998, he denominado “globafascistización” (2).

 

Para el caso del hemisferio occidental, una de las principales expresiones de este “fascismo global del siglo XXI”, se produce a través de lo que el ex -presidente de la República Dominicana, Juan Bosch, denominaba “pentagonismo” (3), el cual adquiere una cara particular en cada región donde el imperio norteamericano empuja su agenda; en Siria a través del Estado Islámico (EI), en Ucrania y gran parte de la frontera geo-política de los Urales mediante el “escudo de la OTAN”, en Venezuela con las agresiones a la revolución Bolivariana y el desabastecimiento comercial-económico contra-revolucionario del gran empresariado, en Argentina con los ataques financieros de los llamados “fondos buitres”, y en México y parte de Centroamérica mediante el colapso intencionado de los Estados de la zona, metafóricamente denominados “fallidos”, pero que en realidad son intencionalmente “fallados”.

 

Dicho lo anterior, vale la pena detenerse un instante e interrogarse; ¿Cuál es el denominador común de las crisis artificialmente provocadas en Siria, en Ucrania, en Venezuela, en Argentina y en el norte mesoamericano?

 

¿Qué tiene que ver la crisis general del capitalismo norteamericano y la nueva “guerra fría” (4) con las actuales crisis en estos lugares tan disímiles y tan distantes entre sí?

 

Para responder a tal interrogante, hay que recordar que si bien la crisis del capitalismo es general, que esta es una crisis de sistema-mundo, existe sin embargo un capitalismo norteamericano, el cual sufre de una acelerada pérdida de control hegemónico en la economía global, expresado mediante un descenso abrupto de su dominio planetario conquistado a partir de 1918, y aceleradamente en fuga de sus manos imperiales desde 1968, con nuevos “episodios críticos” en 1992, luego en el 2001 y el último, el más fatal y terrible, con la crisis que estalló en el 2008, de la cual al parecer ya no podrá recuperarse totalmente.

 

Siendo el “pentagonismo” una forma de invasión y colonialismo imperial sin tropas norteamericanas desplegadas en el terreno (lección aprendida en la humillación del Vietnam de 1975), este se constituye como la principal herramienta del complejo industrial-militar para “apalancar” la desfalleciente economía de Estados Unidos, lo cual requiere de mucho bandidaje financiero y de la promoción de mucha violencia, pues de otra forma el negocio de la venta de armas (y las asesorías en “seguridad” por consorcios privados con las que los gobiernos ceden soberanía), no podría florecer.

 

Ello explica (y con esto respondo la segunda interrogante), la razón principal por la cual a EEUU le resulta urgente resucitar la “guerra fría” (contra Rusia y China en Eurasia), y dado que en la parte latinoamericana del hemisferio occidental no hay potencias militares o nucleares, a nosotros nos recetan una supuesta guerra “contra el narcotráfico”, una vez que la “guerra contra el comunismo” ya no tiene sentido desde 1989.

 

Por otra parte, la denominada “dronización” de los Estados del norte mesoamericano (Nicaragua y Costa Rica están en otra condición), estrechamente ligada al brutal e inaceptable desmantelamiento de la estatalidad de las 4 naciones implicadas (México, Guatemala, El Salvador y Honduras), tiene además otros dos objetivos inmediatos para EEUU; el asegurarse la extracción de plusvalía de esta zona por medios extra-económicos y extra-legales (5), y crear un “muro de contención” ante la creciente presencia e influencia de China y Rusia en Centroamérica y en el Cono Sur.

 

Un tercer objetivo imperial de mediano plazo en todo esto, consiste en pavimentar el terreno hacia uno de los más grandes objetivos estratégicos de Estados Unidos para la primera mitad del siglo XXI, que no es otro sino controlar (incluso militarmente si fuere necesario), las grandes reservas acuíferas de Brasil, tanto las ya conocidas como las de reciente descubrimiento (6).

 

En tal esquema de dominación imperial la soberanía de los Estados latinoamericanos es un gran estorbo. En tales planes es menester destruir naciones y regiones enteras, como lo estamos atestiguando en el caso de México; es menester promover violencia brutal y caos institucional como lo estamos constatando en Guatemala; guerras no declaradas con “maras” en posesión de costoso armamento bélico que no procede de otra parte más que del norte (7); y un poco de todo ello en el caso de Honduras, que más que un país ha sido transformado desde hace décadas en un “portaviones” norteamericano.

 

Pese a todo el desolador panorama arriba descrito, existe un margen de actuación entre el extremo de la geografía como destino manifiesto señalado por Bismark, y el factor activo de las decisiones humanas en el desarrollo de la historia.

 

Para los sectores sociales del campo popular y democrático de Latinoamérica (la perspectiva desde la cual escribo estas líneas), es importante recordar que existe un marco de actuación global en el cual estamos inmersos y que no debemos obviar. Pese a todo lo dicho, no todo es oscuridad ni todo debe ser inmovilismo.

 

De las propias entrañas del otrora todo poderoso imperio del norte también empiezan a soplar vientos de cambio y de rebelión popular. La creciente militarización del planeta de igual forma se está desplazando hacia el interior de la Unión Americana, y eso, junto al renacimiento del odio racial, el crecimiento de grandes “bolsones de pobreza” y la supuesta supremacía blanca, están convirtiendo a las fuerzas armadas y policiales estadounidenses en un ejército de ocupación para su propia gente. Es de preverse que en un lapso aún no determinado ese país sucumba por implosión al igual que la ex –URSS, una posibilidad real que ha sido citada por diversos analistas de prestigio dentro y fuera de Estados Unidos.

 

 Y, cuando eso suceda, los latinoamericanos tendremos aliados históricos de primera magnitud.

 

 Notas hemerográficas empleadas:

 

 

1. Más detalles sobre esta polémica pueden leerse en el interesante ensayo: “Elproblema del móvil de la historia”, Evelio P. Fardalez; http://www.eumed.net/rev/cccss/10/eapf.htm

 

2. Ver, por ejemplo, el artículo, “Globafascistización: un concepto nuevo para un problema viejo’: Barrios E., Sergio.

http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=33662

 

3. ”El pentagonismo, sustituto del imperialismo”; Juan Bosch:

 http://www.circuloreflexionjuanbosch.com/libro-el-pentagonismo-sustituto-del-imperialismo-juan-bosch/

 

4. ¿Una nueva guerra fría?: hay demasiadas evidencias desde hace muchos años. Ver por ejemplo: “Pentágono advierte de otra Guerra Fría”: http://www.excelsior.com.mx/global/2015/06/23/1030871

 

5. Hay una serie de instrumentos políticos a través de los cuales se está realizando esto, tales como, la denominada “acumulación por desposesión” (despojo violento de grandes y medianas extensiones de tierra y otros bienes inmuebles y fabriles); diverso tipo de planes y tratados regionales de oscuros designios, tales como “Plan Colombia”, “Plan Mérida”, “Plan de Alianza para la Prosperidad”, Tratados de Libre Comercio firmados de manera inconsulta y semi-secreta (como el denominado “Acuerdo sobre el Comercio de Servicios –TISA-, entre otros).

 

6. “Comunicación y Agua: los más grandes acuíferos de la tierra”:

http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2011/nro410/comunicacion.html

 

7. Como hace pocos años denunciaba un senador norteamericano, al decir, palabras más o palabras menos, que “en Centroamérica es más fácil trasegar fusiles que vender bananas”. Un dato ilustrativo del peso de la venta de armas en la economía mundial puede verse en la siguiente nota periodística del año 2012: “Se triplican ventas de armas de EEUU y alcanzan récord de 66,300 millones de dólares”. La nota señala que en un nuevo estudio del Congreso (norteamericano), la venta de armas estadounidenses al extranjero se triplicó el año pasado hasta alcanzar una cifra récord de 66,300 millones de dólares (año 2012), lo que representa más de un 75 por ciento del mercado mundial de armas.

http://indextulum.blog.com.es/2012/08/27/eeuu-se-triplican-ventas-de-armas-de-eeuu-y-alcanzan-record-de-66-300-millones-de-dolares-14612966/

 

- Sergio Barrios Escalante es Científico Social e Investigador. Escritor y Narrador. Editor de la Revista virtual Raf-Tulum. Activista por los derechos de la niñez y adolescencia en la asociación ADINA. Autor del libro “La Falsa Denuncia”. http://www.revistatulum.wordpress.com

https://www.alainet.org/pt/node/170593?language=es
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