El diputado Norman Quijano declaró ayer que los 10 millones de dólares de Taiwán, que terminaron en cuentas bancarias de ARENA, fue una donación para la campaña electoral de 2004 y no para financiar proyectos sociales del gobierno.

Lo dicho por el ex alcalde capitalino y ex candidato presidencial arenero es una mentira monumental, porque en el juicio contra Francisco Flores se confirmó plenamente que dichos fondos eran para apoyar a los damnificados de los terremotos de 2001. Lo demostraron en forma contundente los querellantes y lo dio por sentado el juez del caso.

Al no poder ocultar que ARENA fue “destinataria” de los dineros de Taiwán, Quijano y otros personeros del partido oligárquico ahora dicen que eran recursos enviados expresamente para la campaña presidencial de Antonio Saca.

Deberían, entonces, estos señores, responder: si era una donación para la campaña de Saca, ¿por qué no llegó directamente desde el gobierno taiwanés a las arcas de ARENA?, ¿por qué se trianguló a través del Banco Cuscatlán y el Centro de Estudios Políticos “Antonio Rodríguez Porth”? y ¿por qué la cúpula arenera de aquella época no lo reportó como donación?

El argumento de la donación es una justificación espuria de un partido que financió su campaña con fondos ilícitos y que, por tanto, debería ser expulsado del sistema político, obligado a devolver el dinero robado y enjuiciados todos sus “destinatarios”.

Por eso la Alianza Social por la Gobernabilidad y la Justicia exigió ayer a la Fiscalía una profunda investigación del financiamiento de todas las campañas areneras. La petición se basa en la declaración del fundador Roberto Ávila quien -refiriéndose al uso de los 10 millones- afirmó que “siempre ha sido así”, lo cual podría significar que ARENA siempre ha usado dineros ilícitos en sus campañas.

Y ante el anuncio del Fiscal Douglas Meléndez de que va a investigar a los “destinatarios”, la Alianza demandó que se amplíe la búsqueda de éstos no sólo en los círculos políticos formales de ARENA, sino también en élites empresariales poderosas.

Para esto la Alianza recuerda que el expresidente Flores dijo a la comisión legislativa que lo investigó que “no fueron sólo 10, si no 15, 20 ó más millones”; y que la referida comisión contabilizó una aproximado de 95 millones. Por tanto, se debe investigar a los “destinatarios” de todos esos fondos.

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