El Movimiento 24-E y el Paro Nacional indefinido
- Opinión
El gran acierto de los y las jóvenes que propusieron los 5 puntos de la lucha del 24 de enero del presente año es que es un intento de superar las luchas “sectoriales” que han sido la constante de las luchas sociales en Colombia.
Los puntos planteados[1] son de carácter e interés general. Son reivindicaciones que recogen la inconformidad generalizada. Esa es su fuerza pero también su debilidad. Mientras el grueso de los dirigentes sociales no entienda su carácter y pertinencia, no se avanzará.
Ello se debe a que el movimiento social organizado (sindicatos, centrales obreras y otras organizaciones campesinas y agrarias) no comprenden inicialmente este tipo de propuesta. Esas organizaciones se han acostumbrado a organizar luchas con otro tipo de lógicas.
La dinámica de las organizaciones sociales tradicionales es organizar un pliego de peticiones o exigencias recogiendo “puntos sectoriales” que afectan a diversos gremios. Por ejemplo, el pasado paro nacional agrario de agosto de 2013 recogió, por un lado, las reivindicaciones de los productores de café, papa, cebolla, leche, etc., que eran coordinados por las “dignidades agropecuarias”, y por el otro, los puntos de los campesinos, colonos y jornaleros agrícolas de zonas de colonización y otras áreas marginadas, liderados por la MIA.
Igualmente, en otras coyunturas se han construido pliegos de exigencias recogiendo algunas reivindicaciones que son generales, como el de reducir el precio de la gasolina y el diésel, pero los transportadores le han dado un manejo sectorial.
Esa estrategia tiene la ventaja de que se logra integrar una fuerza representativa de diversos sectores sociales, económicos, productivos y/o laborales, pero a la vez, tiene como gran inconveniente que el gobierno casi siempre logra desmovilizar a algunos sectores en forma parcial, generando división y desánimo, para finalmente derrotar políticamente las luchas.
Esta situación se debe en lo fundamental a que pesan más los intereses económicos sectoriales por encima de los intereses generales del movimiento popular. Además, no se construye una estrategia conjunta y unitaria, cada quien actúa como rueda suelta.
Por ello, en esa ocasión, con la iniciativa propuesta por los y las jóvenes del movimiento 24-E, se puede cambiar esa dinámica sectorial y tratar de hacer algo diferente.
Los 5 puntos planteados deben ser vistos con una nueva visión. Son puntos para generar un movimiento de protesta más potente. Son reivindicaciones para tratar de movilizar a nuevos sectores sociales no organizados como los trabajadores del comercio, la informática, el entretenimiento, los “profesionales precariados”, los trabajadores informales, sectores de clase media cansados de la corrupción político-administrativa, etc.
Es por ello que hay que pensar en nuevas formas de lucha que vayan calentando el ambiente. Es más importante que cientos de miles de personas expresen su inconformidad con un gran cacerolazo o con otras formas de lucha simbólica a que, se realicen las marchas de siempre, con reducidos sectores de los trabajadores organizados.
Para hacerlo se requiere mucha voluntad política. Ponernos de acuerdo. Realizar en todas las ciudades una verdadera campaña de propaganda e información. Las centrales obreras si lo quisieran, pueden hacerlo en coordinación con la juventud que quiere luchar. Tienen los recursos y la infraestructura para hacerlo. Pero tienen que romper con la concepción predominante.
Hay que pensar en grande. Trazarse un plan de acción. Programar pequeñas acciones para hacer conocer el pliego único, llamando la atención de toda la sociedad, convocando a todo el mundo a movilizarse de múltiples formas, en preparación de un gran Paro Nacional Indefinido.
El paro de un día programado para el 17 de marzo es un paso adelante pero no es suficiente. Puede ser utilizado por lo más burocrático del movimiento sindical para salir del paso y a la hora de té, no hacer nada. Se requiere aprobar un plan de acción conjunto pensando en una acción permanente.
Hoy la lucha contra la corrupción puede ser más movilizador que cualquier otro pero ligándolo con los demás puntos. Se acaban de robar 4.000 millones de dólares en el negociado de la Refinería de Reficar y para llenar ese hueco van a tener que aplicar nuevos impuestos.
Además la crisis económica y fiscal se va a agudizar. Si sabemos trabajar unidos y con creatividad, es mucho lo que se puede hacer. Sin afanes ni desesperos pero con seriedad y compromiso.
El pliego propuesto por los y las jóvenes del 24-E tiene la gran ventaja de ser sencillo y simple. Debe ser visto como un pliego para la coyuntura, propagandístico, movilizador y dinamizador. Debe verse como un paso en la organización popular. No es todo pero si se construye una fuerza contundente y se logran pequeños y crecientes triunfos, el “movimiento” irá creciendo.
De eso se trata…!!!
E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado, Ver: http://bit.ly/1R6taHw
Nota:
[1] Los 5 puntos son: 1. Aumento digno del salario mínimo; 2. No más impuestos contra el pueblo; 3. Reducción del precio de la gasolina; 4. No a la venta de Isagen; 5. No más corrupción.
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