“Me siento tranquila, porque ese 49 % de votación en el referéndum constitucional, es el voto de los más pobres, de los más humildes, de los indígenas, de los campesinos, de los que están al lado del Presidente Morales. Es un apoyo pleno y absoluto y que no lo había obtenido ningún líder político en Bolivia ni lo tendrá jamás, ellos en las urnas manifestaron que no dejarán sólo al único Presidente que los representa en piel, en pensamiento y en sentimiento”

Ese domingo 21 de febrero, día del referendo constitucional, cumpliendo con mi labor periodística, salí a recorrer las calles de mi tierra, Santa Cruz de la Sierra. Visité algunos colegios donde emitían su voto los ciudadanos. Me concentré en el Plan 3000, que es una zona popular. Con mi olfato periodístico, pude advertir en la mirada de las personas, cierta angustia, desesperación y esperanza.

Siempre que la gente recurre a mi programa de radio los viernes, les digo: “Que lo primero que pierda no sea la esperanza, sea optimista, si cae levántese con más fuerza, no se deprima, sonría siempre”.

La noche de ese domingo, tras conocer los resultados en boca de urna, necesitaba que alguien me las replicara esas palabras que yo tanto repito a la gente. Me sobrepuse inmediatamente para dar fe de coherencia entre lo que digo y lo que hago y no caer en la demagogia.

Me decía a mí misma una y otra vez….nada está perdido en Bolivia…. es cuestión de horas para revertir ese resultado de un supuesto empate técnico…

Escribí un e-mail a una periodista, entrañable compañera de lucha de nombre Claudia, “No esté triste, somos ganadores de batallas y vamos a vencer¡¡¡ a lo que respondió casi de inmediato: “De acuerdo compañera. Vamos hacia adelante...hay mucho por hacer”.

Ahora, ya revelada mis debilidades confirmo: “No se vive celebrando victorias sino superando derrotas” (Che)

Es que los periodistas, somos seres humanos y como tal falibles al fin y al cabo. No somos dueños de la verdad absoluta. No somos dioses, no estamos por encima del bien o del mal, sentimos, pensamos y somos parte del pueblo.

Sabemos de muy buena fuente que en este referendo constitucional, EEUU, una vez más, cumpliendo con su receta rancia y conspirativa, ha distribuido recursos económicos para destruir a los gobiernos progresistas como el nuestro, y que ha tocado fondo con muchos medios privados de comunicación en Bolivia, casi todos se han mostrado como voceros del NO.

Lamentablemente, hoy en día, hablamos de democracia en todo el sentido de la palabra. Y asumimos como parte de la democracia no ejercer con más potencia nuestros deberes, nuestras obligaciones, nuestras responsabilidades, contrariamente,  exigimos con vehemencia nuestros derechos…y muchos gritan a garganta pelada, que quieren amordazar la libertad de expresión, quienes en realidad son los verdaderos terroristas de la información.

El periodista olvida astutamente que debe ser respetuoso de las normas y leyes que rigen la vida legal e institucional de Bolivia. Tiene que ser respetuoso de la dignidad de las personas, no debe resbalar en la mediocridad y el salvajismo al vulnerar la vida íntima de los seres humanos, como ocurrió con Evo Morales…… Insultan y calumnian al Presidente porque es el símbolo del indio....

Una persona que se hace llamar periodista, en su afán de informar sobre un hecho de investigación, expresa juicios de culpabilidad que forman en la opinión pública una dinámica de reprobación anticipada. Cuando ya está todo cocinado, se tiende la mesa, llegó el día, la hora y se lanza el dardo venenoso al blanco preferido, las consecuencias son difíciles de revertir. Esa maldad lanzada al aire por parte de un periodista tiene un mayor impacto y más fuerte sobre la misma población que los desarrollados por otras personas que no están sujetas a esta actividad periodística. Una retractación, una aclaración o una satisfacción pública, quedan miopes en relación al daño que se ha ocasionado a otra persona.

No olvidemos nunca, que hay una diferencia profunda entre una investigación periodística y una investigación policial. En la investigación periodística no hay espacio para los prejuicios. Mientras que en la investigación policial, todos son sospechosos. A juzgar por los hechos, el trabajo periodístico de muchos, está patas arriba.

Mientras tanto, Evo gobierna 4 años más hasta 2019, cuando el partido de Gobierno se presente a elecciones con otro binomio del pueblo (hay muchos líderes), no cabe la menor duda, nuevamente ganarán las elecciones y gobernarán hasta 2025 porque hay que cumplir una agenda patriótica ya establecida.

El voto NO, con 51%. Significa la desaparición de la oposición actual con sus siglas del pasado, el pueblo exige renovación de liderazgo, en 20 años, ninguno de ellos obtenía el 23% de votación en todas las elecciones presidenciales y sólo a través de un contubernio se hacían del poder. Ahora estamos en cambios de épocas…La gente ha despertado. En suma…Ellos no volverán, porque en 180 años mantuvieron a un pueblo en la ignorancia y el empobrecimiento….La derecha no volverá…..!eso se los aseguro!

He dicho….

 María Eugenia Claros B.

Directora Visión Z

Santa Cruz-Boliva