Según las reglas del COI, están prohibidas manifestaciones políticas o religiosas tanto de atletas como del público. Foto: Gerardo Gamarro

Según el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, la medida es ilegal.

Como se puso de manifiesto desde la apertura oficial de los Juegos Olímpicos, los gritos y carteles con la frase “Fuera Temer” prácticamente forman parte del espectáculo internacional que se desarrolla en la ciudad de Rio de Janeiro. Sin embargo, la creciente repercusión de estas manifestaciones no pasó desapercibida por los organizadores del mega evento, que ya pusieron en marcha más medidas para contener las protestas.

El Comité Olímpico Internacional (COI) de Rio 2016 confirmó que están vetadas en las instalaciones donde se desarrollan los Juegos Olímpicos las manifestaciones políticas, como las recurrentes protestas contra el presidente interino Michel Temer.

Según las reglas del COI, están prohibidas manifestaciones políticas o religiosas tanto de atletas como del público. A pesar de que la Ley Olímpica (Ley 13.284) dice garantizar el “derecho constitucional al libre ejercicio de manifestaciones y a la plena libertad de expresión en defensa de la dignidad humana”, los organizadores alegan que la medida fue instituida según el artículo 28, inciso IV, de la ley. En este se prohíbe “portar u ostentar carteles, banderas, símbolos u otras señales como mensaje ofensivos, de carácter racista o xenófobo, o que estimule otras formas de discriminación”.

El sábado, por ejemplo, un espectador brasileño de la competencia de tiro con arco en el Sambódromo – en Rio de Janeiro –, acompañado por su esposa e hijos, fue retirado de la tribuna por hombres de la Fuerza Nacional de Seguridad, acusado de exhibir un cartel con la expresión “Fuera Temer”.

Un hecho similar aconteció ese mismo día, durante un juego de fútbol femenino en el estadio Minerão – en la ciudad de Belo Horizonte, estado de Minas Gerais –, cuando un grupo realizó otra manifestación contra el golpe en curso.

Desde entonces, las redes sociales han sido un espacio de denuncia sobre las medidas impuestas por el COI. Según manifestó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados, el diputado Padre João (PT-MG), el Comité no puede decidir las condiciones de acceso y permanencia en los estadios.

“Quien lo define es la Ley, y el COI debe obedecerla. Ni el Comité ni las policías son poderes paralelos por sobre la legislación brasileña”. Según expresa el diputado petista, “la acción de las policías en la seguridad de los juegos, así como la orientación del COI divulgada por la prensa, es ilícita, arbitraria y viola los derechos humanos”. Él informó que va a solicitar al Ministerio Público la adopción de medidas para cohibir y castigar el abuso de autoridad y la acción ilegal.

La prohibición de protestas de cuño político en estadios ya fue considerada legal, en 2014, por el Supremo Tribunal Federal (STF), cuando la corte analizó un recurso sobre la Ley del Mundial de Fútbol. La instrucción para policías y voluntarios es pedir que quien proteste pare con la acción, y sólo retirarlo del espacio si existieran resistencias.

São Paulo (SO), 8 de agosto de 2016

Edición: Vivian Fernandes y ALAI