“Esposa joven” la novela turca del canal 4 es la naturalización del abuso sexual a una niña de trece años por parte de un adulto. No hiere solamente la sensibilidad de la infancia de nuestro país sino de toda la sociedad y los valores que la sustentan, y coherente con esto, va contra nuestras leyes de protección a la niñez que democráticamente legisladas, sustentan nuestro derecho positivo penal.

El Uruguay del “niunamenos” en la Semana de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes no podemos tolerar esto sin alzar nuestra voz de protesta, planteándonos qué clase de Uruguay queremos. ¿El de la cena en familia mientras miramos vejar a una menor como entretenimiento en capítulos?

Numerosos posteos en redes dirigidos en algunos casos a la misma empresa de televisión, proclaman el boicot a Canal 4 hasta que dejen de publicitar y digan públicamente que no van a emitir la pedofilia como pasatiempo televisivo.

Se produce en la tira la normalización de hechos aberrantes que son crímenes penados con cárcel en nuestro sistema jurídico, repitiéndose el estereotipo de hombre violador que luego es el héroe de la historia pues la protagonista se “enamora” de él, validando el sometimiento y la lesión a los derechos humanos ¡qué casualidad! siempre del sexo femenino.

Los cementerios ya no van a dar abasto para los feminicidios y los cuidadores públicos no podrán albergar tanta infancia huérfana de madres asesinadas.

No tienen el más mínimo respeto por sectores de la población vulnerados quienes llevan adelante estos emprendimientos comerciales, sin medir las consecuencias del daño social que acarrean.

Por favor basta. Y si no entienden por el ruego, al menos comprendan por el perjuicio económico que les puede traer la falta de rating o espectadores hartos de ser manipulados hacia lo grotesco e inhumano.

El rechazo popular, es producto de la indignación que sentimos como público espectador de que entren a nuestros hogares a cualquier horario con este tipo de basura que normaliza las violaciones sexuales a niñas, sumada a la real preocupación de que sea un elemento más -como si faltaran- que contribuya a fomentar los asesinatos de mujeres y todo tipo de violencia contra el género femenino.

Tampoco sienten vergüenza frente a sus hijas, esposas, madres, amigas los hombres que están detrás de esto, del estereotipo masculino canalla y violador que posiciona como “héroe”? Un enfermo cuyo desequilibrio en la vida real le llevó a asesinar a su padre haciendo luego un relato macabro y frío del hecho, con quien la protagonista no podía trabajar por sus brotes sicóticos. ¿Esta clase de gente y sus costumbres delictivas metemos en nuestras casas?

Algún hombre del canal 4 se siente reflejado en esos violadores de niñas ¡que lo diga! Así se le investiga, juzga y condena de acuerdo a nuestros marcos legales y nos posicionamos frente a medios masivos de comunicación vueltos peligrosos difusores de delitos contra las mujeres, niñas y adolescentes, que no escaparán al control social ni a las leyes protectoras de derechos de mujeres, infancia y adolescencia activados.