El presidente del COENA, Mauricio Interiano, reconoció “abusos y acciones al margen de la ley y de la ética” cometidos por miembros de su partido, refiriéndose a sobresueldos y bonificaciones que funcionarios areneros recibieron en los gobiernos de Armando Calderón, Francisco Flores y Antonio Saca.

Los pagos fueron con fondos de la partida secreta de Casa Presidencial, y entre los destinatarios están: Luis Mario Rodríguez (ex secretario jurídico de la Presidencia), Federico Hernández (ex presidente de Concultura), Luis Cardenal (ex ministro de Turismo), Margarita Escobar (ex viceministra para Salvadoreños en el Exterior), Rodrigo Ávila (ex director de la PNC) y otros que hoy aparecen como paladines de la transparencia y anticorrupción. Alejandro Muyshondt, el bloguero que filtró los recibos que confirman dichos pagos, también acusa a la ex vicepresidenta arenera Ana Vilma de Escobar de recibir 25 mil dólares mensuales adicionales a su salario.

Ayer, en un acto preselitista, Interiano habló de “humildad para reconocer errores” y de “evitar que éstos se vuelvan a hacer”. La declaración del dirigente arenero responde al llamado que días antes hizo el diputado Johnny Wright, quien exhortó a su partido que reconozca su responsabilidad en el manejo irregular de fondos públicos.

Sin embargo, el fingido mea culpa de Interiano es insuficiente, pues lo que debe hacer ARENA es rendir cuentas. Y rendirle cuentas al país incluye -al menos- cuatro acciones: en primer lugar, pedirle perdón al pueblo por los actos de corrupción donde fueron robados millones de dólares que se hubieran invertido en educación, salud, prevención de violencia, infraestructura, productividad, saneamiento ambiental, etc.

En segundo lugar, poner a disposición de la Fiscalía y los tribunales a todos los ex funcionarios corruptos. ARENA debe entregar a sus ex ministros y viceministros, ex directores y presidentes de autónomas, ex secretarios presidenciales y ex presidentes que recibieron sobresueldos de la partida secreta o cometieron otros actos de corrupción, para que sean enjuiciados y condenados.

En tercer lugar, devolver el dinero robado. El partido oligárquico debe regresar a las arcas estatales los miles de millones de dólares que malversó o se robó en escandalosos casos de corrupción en los gobiernos de Alfredo Cristiani, Calderón Sol, Flores y Saca (privatización de la banca, robo de donaciones de Taiwán, fraude CEL-Enel, robo de préstamos para el Hospital de Maternidad y el ex bulevar Diego de Holguín, etc.)

Y en cuarto lugar, abandonar la estrategia de boicot financiero contra el actual gobierno. Si la crisis fiscal es resultado acumulado de las privatizaciones, endeudamiento, dolarización, evasión fiscal y corrupción, ARENA está obligado a ayudar a resolver este problema.

ARENA debe pedir perdón, arrepentirse y cambiar de actitud: eso sería rendir cuentas. El país entero debe exigírselo.

Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)