Tras un año y siete meses de gestión, signados por los sucesivos palos en la rueda que el fujimorismo de Fuerza Popular le puso a su Gobierno, Kuczynski renunció. En vísperas de una nueva votación ante el pleno del Congreso para decidir una vez más su capacidad moral, fueron difundidos una serie de videos -divulgados por Fuerza Popular- que hacen gala de una presunta compra de votos a cambio de obras, los cuales apresuraron su salida. Si bien su Gobierno estuvo marcado por una sucesiva serie de errores, muchos esperábamos que finalmente esta vez disolviera el Congreso, recurso desaprovechado en más de una ocasión ante la moción de censura a ministros claves e incluso de todo su Gabinete de ministerial. Una vez más, no lo hizo.

Muchos han hablado de golpe parlamentario, sin embargo no es justo catalogarlo del mismo modo que el golpe a Dilma dado que en su caso se trató de pedaleo fiscal y en cambio Kuczynski es acusado de corrupción, es decir lisa y llanamente de recibir coimas por concesión de obra pública. Además, la Constitución prevé la destitución ante probada incapacidad moral por lo cual no es correcto calificarlo de golpe. Sí es alarmante que el Legislativo asuma el rol de la Justicia y declare la culpabilidad antes que los jueces ¿hasta qué punto es posible hablar de la autonomía de poderes o la dictadura de la opinión pública? Si bien el material audiovisual no tiene carácter de prueba ante los magistrados, adquiere un inusitado peso político. Luego de los videos y el pedido de desafuero de Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez -del autodenominado bloque “Avengers”- se precipitó la crisis política. PPK hizo público el comunicado de la renuncia, una renuncia que era solicitada por muchos y a la cual finalmente accede. Sin embargo, la misma no es aceptada.

No es que las nuevas declaraciones de Jorge Barata en el caso Odebrecht no tengan su peso, sin embargo es más el que tienen para la opinión pública en general que para la Justicia en especial. Desde el comienzo, la novela de la Presidencia peruana se ha convertido en una demostración de músculo del fujimorismo con los medios. Fueron publicitadas pruebas de carácter privado y ni siquiera el indulto al exdictador pudo conformarlos, por el contrario logró ponerse a gran parte de su propio electorado, que lo escogió como la opción “menos mala” en el balotaje de junio de 2016, en contra. Del mismo modo, la repercusión de los videos fue tal que tres de sus congresistas -Gino Costa, Vicente Zeballos y Alberto de Belaunde-, los cuales habían renunciado al partido pero continuaban absteniéndose en su destitución, cambiaron de parecer y votarían a favor de la vacancia de PPK por incapacidad moral.

Cabe destacar que los principales líderes de Fuerza Popular son investigados por fiscalías de lavado de activos: Keiko Fujimori ha declarado en diciembre por aportes de Odebrecht no declarados, mientras que Kenji y otros dos de sus hermanos son investigados por lavados de activos a raíz de un inusitado aumento de capital en una empresa a su nombre. Esta última es la misma empresa –aunque con cambio de nombre mediante- que en 2013 fue allanada y la policía encontró nada menos que 91 kilos de droga en sus almacenes.

Desde la caída del régimen de Alberto Fujimori en el 2000, esta es la segunda vez que un mandatario renuncia al cargo en medio de una crisis política. Pedro Pablo Kuczynski deberá remitir su carta de renuncia al Congreso para que éste decida si acepta su dimisión o lo vaca, de la misma forma en que ocurrió cuando Fujimori decidió dar un paso al costado, pero fue destituido por incapacidad moral.

Tras dejar Palacio de Gobierno, Kuczynski dejaría de ser un mandatario en ejercicio y por esta razón la fiscalía ha procedido a incluirlo como “investigado”, según sostiene El Comercio, por los hechos ocurridos entre el 2004 y 2007.

La importancia de los mercados

El vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, afirmó a la agencia Andina que el cese de funciones del Jefe de Estado podría afectar la perspectiva de la calificación (A3) de estable a negativa. Por su parte, JP Morgan esboza tres escenarios posibles (el primero, la continuidad de PPK, ya no es viable):

ESCENARIO 2

PPK renuncia y el vicepresidente Vizcarra asume como Presidente con el apoyo de Keiko.

“A diferencia del proceso de diciembre, el vicepresidente ha dicho esta vez que no renunciaría si el presidente es acusado”, resalta JP Morgan en su comunicado[1]. “Esto abre la puerta a un posible acuerdo con Keiko que podría suavizar la tensión política que se avecina y poner en marcha las cosas. Esto podría incluir, por ejemplo, la nueva subasta de Gasoducto Sur. Esto sería recibido de manera positiva por el mercado en nuestra opinión”.

ESCENARIO 3

En caso de que PPK se retire, tanto el primer vicepresidente Vizcarra como la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz renuncien y se convoque a elecciones anticipadas, JP Morgan advierte que se generaría volatilidad en el mercado, ya que los resultados de una elección anticipada no son obvios.

“Keiko debería tener una ventaja, pero si la población ve la acusación como una forma de que ella se convierta en Presidente, podría ser contraproducente, dejando espacio para que candidatos más radicales como Veronika Mendoza se vuelvan competitivos”, detalla el comunicado lo que significaría el peor escenario en términos económicos.

[1] https://elcomercio.pe/economia/peru/moody-s-tres-escenarios-probable-vac...

- Barbara Ester, investigadora CELAG.  @barbaraestereo

http://www.celag.org/peru-kuczynski-en-el-patibulo-y-sin-cicuta/