La reciente muerte violenta de la dirigente indígena Juana Raymundo, una joven maya Ixil, miembro del Comité de Desarrollo Campesino CODECA en la microrregión de Nebaj, Quiché, integrante del Comité Ejecutivo Municipal del Movimiento para la Liberación de los Pueblos MLP, defensora de Derechos Humanos DDHH y enfermera de profesión, llama a la reflexión e indignación por tratarse de un acto vil, cobarde y condenable que muestra intolerancia, discriminación y racismo, pero que también pone el dedo en el Estado y sus autoridades que a la luz del Derecho Internacional de los DDHH, se convierten en sujetos violadores de estos derechos por omisión, ya que la falta de acción ante hechos que deben perseguirse, juzgarse y castigarse, manifiesta que el Estado guatemalteco continúa exhibiendo desinterés y dando la espalda al respeto de los DDHH de los guatemaltecos.

Al estilo de los grupos oscuros que actuaban durante el Conflicto Armado Interno, Juana Raymundo, fue secuestrada la noche del 27 de julio y al día siguiente, localizado su cuerpo con señales de haber sido sometida a torturas y trato cruel. Su cadáver estaba en la carretera de Nebaj hacia la aldea Acambalam.

Un comunicado de CODECA, repudia y condena el asesinato de Juana Raymundo y recuerda que en el transcurso del 2018 han muerto por acciones violentas 6 defensores de DDHH y coordinadores de distintas estructuras de esta organización campesina y reafirma que,… “todos los asesinatos de nuestros defensores están en la impunidad.” El citado comunicado, reitera que el Gobierno central y las élites del país, “continúan irradiando discursos de odio contra CODECA y otros defensores de DDHH.”

El colectivo Plantones por la dignidad, condenó el asesinato de Juana Raymundo y sostiene que, “La violencia expresada en este hecho pone de manifiesto una vez más, la cobarde estrategia de represión implementada por los sectores de poder económico, político y militar, en contra de la población organizada que lucha por la defensa del territorio, los bienes naturales y la vida.”

Jordán Rodas, Procurador de Derechos Humanos PDH, se sumó al repudio que el hecho ha levantado y urgió a las autoridades de policía y del Ministerio Público MP a investigar e identificar a los responsables materiales e intelectuales de la ejecución de la dirigente Ixil, Juana Raymundo.

La Fiscal General y Jefe del MP, María Consuelo Porras Argueta, ha asegurado que la institución a su cargo, investiga todos los hechos denunciados y que sobre los últimos asesinatos de dirigentes indígenas y campesinos, se avanza en la investigación.

CODECA, el MLP, organizaciones indígenas y campesinas, denuncian que agentes del Estado, grupos armados ilegales al servicio de empresas transnacionales y de las élites del país, son presuntos responsables de estas acciones que pretenden paralizar la lucha de los pueblos por la defensa de la vida, el territorio, los recursos naturales, los DDHH en general.

Considero que se debe impedir que sigan las matanzas impunes de gente, de mujeres, de indígenas, de campesinos, de hombres, niñas y niños. De dirigentes sociales y de defensores de DDHH.

Como país y sociedad no podemos retroceder, volver a las mismas prácticas inhumanas e intolerantes del pasado reciente es terrible y bloquea el desarrollo, la construcción democrática y la consolidación de una cultura de paz. No podemos seguir siendo un país donde reina la impunidad. Demostremos el repudio a estas muertes. Reclamemos justicia pronta y erradicación de la impunidad.

Guatemala, 03/08/2018.