Condenable matonería de ARENA
- Opinión
Circula en redes sociales digitales un video donde activistas de ARENA vapulean a un ciudadano porque les pidió que “Devuelvan lo robado”, la célebre frase popular con que la gente reclama al partido oligárquico por los escandalosos delitos de corrupción que cometieron sus gobiernos.
El referido acto violento es especialmente grave por un detalle: sucedió frente al candidato Carlos Calleja, quien no hizo nada para evitar la agresión, ni reprendió a los matones. Esto significa que el presidenciable arenero permitió o avaló la agresión.
La derecha oligárquica tiene “los pies hinchados” en esta campaña: participa con un partido ilegal que debió ser proscrito por financiarse con fondos ilícitos, hizo campaña adelantada durante tres años y su candidato es inconstitucional por ser concesionario del Estado. Además no tiene solvencia moral para hablar de anticorrupción, prometer empleos o brindar seguridad pública.
Y a esto se agrega la promoción o tolerancia de la violencia electoral de la comitiva que acompaña al candidato Calleja, sin que hasta ahora el presidenciable arenero haya sido emplazado por ello. Ni el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ni la Fiscalía han actuado.
Un candidato presidencial que permita a sus acompañantes agredir a cualquier persona constituye una grave irresponsabilidad, y debería ser inhabilitado por eso; porque es un acto de promoción de la violencia y un aval a la intolerancia política. ¿Cómo podría ahora Calleja hablar de tolerancia, prevención de la violencia y de cultura de paz?
Una sociedad tan violenta y violentada, como la salvadoreña, necesita comportamientos distintos a los del candidato arenero y su comitiva de matones. Se necesitan acciones que apelen a la armonía social, la convivencia pacífica, la solidaridad, la cooperación mutua, la responsabilidad y demás valores humanos.
Por lo demás, la matonería del candidato Calleja y compañía confirma que ARENA no está dispuesta a “devolver lo robado”: no pide perdón por la corrupción, no entrega a sus corruptos a la justicia y hasta le enfurecen los reclamos ciudadanos más inofensivos y legítimos.
Por tanto, la respuesta ciudadana ante tan repudiable acto de violencia de Calleja y acompañantes debería ser un grito más masivo, fuerte y decisivo de denuncia de la corrupción de la derecha, hasta que “ARENA devuelva lo robado”. Y, por supuesto, exigir que el acto de agresión señalado no quede impune.
23/1/2019
Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)
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