Politizar las TIC: Grandes datos y grandes acciones

24/06/2019
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
china_tic.jpg
-A +A

Los datos, los algoritmos y las políticas internacionales están configurando el nuevo orden del Capitalismo. El conflicto entre Estados Unidos y China lejos de ser un tema de embajadas, ya que no es solo comercial, es un conflicto de base tecnológica.

 

Los posicionamientos, motorizados por empresas TIC están definiendo la digitalización de nuestra vida cotidiana en clave geopolítica cabalgando sobre chips y software esgrimen sus armas. Un conflicto a la medida del Tecno Capitalismo, donde las acciones son políticas por el domino del mercado y la investigación más desarrollo (i+d) tecnológico como única garantía.

 

El veto de la Casa Blanca a Huawei, líder mundial en equipos de telecomunicaciones y a la vanguardia de la próxima generación de internet 5G, ha puesto de relieve el extraordinario avance de la tecnología china, pero también sus debilidades.

 

Bajo la sospecha de espiar a través de los dispositivos que se conectan a Internet (Smartphone, notebook, etc.) y que su fundador, Ren Zhengfei, ex militar perteneciente al Partido Comunista Chino, el gobierno de EEUU le aplica sanciones que amenazar su continuidad en el mercado extranjero.

 

Este mercado para Huawei significa más de la mitad de los 721.200 millones de yuanes (95.483 millones de euros) que ingresó el año 2018. La firma insiste en su carácter privado y asegura que, de sus 180.000 empleados, la mitad participa de las ganancias.

 

Alegando una supuesta amenaza a la seguridad nacional, las principales empresas tecnológicas estadounidenses, como Google, Intel o Qualcomm, están obligadas a dejar de suministrarle a Huawei sus microchips y programas (SOFTWARE), como el sistema operativo Android de sus móviles.

 


 


 

Desarrollo de los intereses nacionales


 

La industria tecnológica china está haciendo inversiones multimillonarias en investigación e innovación, como se puede ver en los anales de la Exposición Internacional de Big Data de Guiyang, capital de la provincia sureña de Guizhou.

 

Para desarrollar esta zona, una de las más atrasadas del país, las autoridades la han convertido en el “Valle de los Datos”, donde las mayores firmas tecnológicas nacionales e internacionales han instalado ya sus gigantescos servidores aprovechando el clima húmedo de sus frías montañas para aplicar los algoritmos que les permitirá tener el conocimiento necesario para orientar el GPS nacional.

 

El Nobel de Economía Paul Romer y el Turing de Ingeniería Whitfield Diffie participantes de la feria de Guiyang, han hecho especial hincapié en la necesidad que tiene la industria nacional de dotarse de tecnologías clave.

 

“Junto a los microchips, China es dependiente de los sistemas operativos estadounidenses, monopolizados por Android y Apple en los móviles y por Microsoft en las computadoras”, admite un investigador de un laboratorio de 5G, Fu Yong.

 

Para librarse de esa dependencia, Huawei asegura haber desarrollado un sistema operativo propio para móviles y computadoras, llamado Hongmeng, que quiere presentar a fines de 2019. En China no tendrá problemas para ganarse al público, pero le resultará más complicado en Occidente, donde “los dueños de internet” poseen los programas y redes sociales, como Gmail, Facebook, Twitter, Youtube o Instagram.

 

El director general de Yaguang, una fábrica de chips y sensores para automóviles llevan dos años desarrollando nuevos modelos para el 5G sostiene que “China necesita sus propios microchips y un sistema operativo que no dependa de EE. UU”.

 

El interés de la Exposición Internacional de Big Data de Guiyang también recayó en las cámaras con reconocimiento facial. En China proliferan no solo para aumentar la seguridad, sino para el registro de todo movimiento ciudadano.

 

El mayor fabricante mundial de cámaras de video vigilancia, Hikvision, depende de la firma estatal Grupo de Tecnologías Electrónicas de China (CETC), vinculada al Ejército e incluida también en la «lista negra» de la Casa Blanca.

 

Hikvision y Huawei desarrollan en la localidad de Guiyang, capital de la provincia de Guizhou, tienen su Instituto de Investigación de big data donde se aplican métodos estadísticos y de ciencia de datos para el desarrollo de productos que acompañan la oferta del CETC.

 

El celular Mate 10 cuyo chip Kirin 970, de próximo lanzamiento, fines de 2019, será el primer Smartphone con Inteligencia Artificial nativa. Aseguran los ingenieros de Huawei que emula al cerebro humano con su “Unidad de procesamiento neuronal” e implementa las políticas de soberanía nacional china.

 

La hegemonía de Internet y el nuevo orden comercial


 

China y la nueva “Ruta de los bits” la experiencia aprendida por oriente en la “Ruta de la seda”, indica que el gobierno chino llevará a crear una bifurcación de la Red Internet que será dominada por el gigante oriental. El escenario más probable es una bifurcación en una Internet dirigida por chinos y una Internet no china liderada por Estados Unidos.

 

China presentó en mayo de 2018 el mayor proyecto de obras de infraestructura que haya promovido un solo país en la historia. Cubrirá 65% de la población mundial, un tercio del PIB global y moverá la cuarta parte de los bienes del planeta.

 

 

La escala de las empresas que se están construyendo, los servicios que se están demandando, la riqueza que se está creando demandan una Internet a escala del cambio. Se trata de la red de obras de infraestructura que conectará por tierra y por mar a China, los países de Asia Central, Medio Oriente, África y Europa

 

La globalización significa que China también puede jugar en el mercado de servicios globales disputando liderazgos actuales con foco en Inteligencia Artificial.

 

La iniciativa One Belt, One Road (OBOR) o Centurión y Ruta de la Seda, es el proyecto de infraestructura de China para vincularse con 70 países de Asia, África, Europa y Oceanía con ferrocarriles y rutas marítimas.

 

El Secretario General del Partido Comunista de China, Xi Jinping, propuso en septiembre de 2013 en sus respectivos viajes a Rusia, Kazajistán y Bielorrusia; "hace más de dos milenios, las personas diligentes y valientes de Eurasia exploraron y abrieron nuevas vías de intercambio comercial y cultural que unían las principales civilizaciones de Asia, Europa y África, respectivamente llamadas ruta de la seda por generaciones posteriores”.

 

La magnitud del OBOR amenaza el papel del G-7 o el G-20 como foros para debatir el desarrollo en infraestructura en países en desarrollo. En esta red caben todos, especialmente los países en vías de desarrollo, y queda al margen de las alianzas militares.

 

El gobierno comunista chino tiene previsto invertir unos 1,4 billones de dólares. Se trataría de un cinturón político económico, basado en cinco pilares: comunicación política, circulación monetaria, entente entre pueblos, conectividad vital y fluidez.

 

El proyecto prevé estar terminado para el 2049, año donde el país rememoraría los 100 años de fundación de la República Popular.

 

Argentina 2020


 

Antecedentes a la nueva ruta de Internet fueron manifestados por los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) en el cual Argentina fue invitada como oyente en 2014, al iniciar el proyecto para dotarse de su propio sistema de Internet con el fin de salir de la órbita del control de Estados Unidos.

 

Lo que hoy conocemos como Internet se halla bajo la administración de la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), una asociación para administrativa del Departamento del Comercio de Estados Unidos, que otorga a los países los bloques de direcciones IP que serán utilizados por los proveedores de Internet (ISP) locales.

 

La creación de una nueva “internet” con su propio órgano de administración y gestión es una proposición del Consejo de Seguridad Nacional de la Federación Rusa. Todavía no se sabe cómo se articularía con el sistema de DNS (Domaine Name System) alternativo que ya funciona en China.

 

En este contexto y pensando en Argentina 2020 tenemos la posibilidad de jugar parte del juego. El sector de las Telecomunicaciones y el Software tienen un rol destacado por la infraestructura nacional desplegada por la empresa ARSAT y capilaridad de los servicios en relación a la población, industria y gobierno.

 

El Plan Argentina Conectada desde 2010, muestran el mayor despliegue de infraestructura de fibra óptica realizada por el Estado Argentino. La iniciativa en conjunto con el Plan Satelital Argentino, reconoció el valor estratégico de las telecomunicaciones para el desarrollo económico y social del pueblo, pero también fue el inicio de mostrar una agenda política tecnológica que destacó la importancia de las telecomunicaciones en la prestación de las actividades de gobierno y de soberanía tecnológica.

 

Es imposible imaginar soluciones estatales o públicas para temas de seguridad, comunicación militar, educación, salud, o servicios generales al ciudadano sin una buena calidad de servicio en las redes de telecomunicación existentes.

 

La innovación de la inversión estatal en infraestructura en telecomunicaciones no está solamente en el despliegue de infraestructura. El valor estratégico está dado por la disponibilidad por parte del Estado de esa infraestructura para las funciones de gobierno y ciudadanía, como la seguridad, salud, defensa, etcétera.

 

El Estado como regulador que garantice la disponibilidad de los servicios de la red a todos los actores locales que puedan prestar el servicio comercial o residencial de telecomunicaciones en competencia sobre una red pública, neutral y eficiente.

 

El sector del Software y las Telecomunicaciones, permiten por lo realizado hasta el 2015, abrir paquetes tecnológicos e ir incrementando rápidamente la participación de las Pymes nacionales en las diferentes cadenas de valor.

 

Para esto será necesario

 

a. implementar protecciones arancelarias y para-arancelarias, siempre condicionadas a los aumentos en calidad y productividad de las Pymes protegidas.

 

b. recurrir a la capacidad local de análisis, desarrollo e implementación de software, dispositivos de telecomunicaciones y servicios de valor agregado sobre la red.

 

c. promover iniciativas desde el Estado para la producción de software integrado a la red nacional de telecomunicaciones y servicios en el contexto de Internet de las cosas (IoT).

 

Para avanzar en el desarrollo inclusivo, es necesario, tener las generaciones de científicos, tecnólogos, gestores y desarrolladores de empresas públicas disponibles para retomar las iniciativas soberanas en el sector satelital de las telecomunicaciones, integrando gobierno, población y sector privado.

 

Se demostró que es posible conectar la Argentina teniendo al estado como motor de desarrollo tecnológico. La experiencia nos permitió aprender que la integración entre la electrónica de las telecomunicaciones y el software de gestión de los dispositivos configuran una tecnología totalmente integrada.

 

Las políticas a desarrollar deben tener esta convergencia y el valor estratégico de aplicaciones basadas en software que permita motorizar el sector público, gobierno y el sector privado promoviendo el valor agregado sobre la red nacional e internacional de telecomunicaciones.

 

-Alfredo Moreno es Computador Científico, profesor TIC en Universidad Nacional de Moreno, delegado de ARSAT en FOETRA

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/200607
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS