El fabricante de las marcas de cerveza Corona, Modelo, Pacífico, Montejo, Stella Artois y Estrella, el Grupo Modelo que forma parte de la principal trasnacional cervecera Anheuser-Busch InBev, ya forma parte de los consorcios que se ponen al corriente con sus obligaciones fiscales con el Estado mexicano, al pagarle al Sistema de Administración Tributaria 2 000 millones de pesos con el objetivo de dar por “terminadas diferencias en materia de impuesto sobre la renta”, al decir de Grupo Modelo (29-VIII-20) y con lo que a su juicio se cubre los ejercicios fiscales de 2013, 2014 y 2016.

De esta manera la lista de deudores morosos pertenecientes al gran capital azteca y global –ciertamente, como dicen los clásicos, el capital no tiene patria, se desplaza hacia donde tiene su más amplia y pronta reproducción–, crece con esta nueva negociación con las autoridades hacendarias.

Negociación pertinente en tiempos de pandemia –la que retrocede en América y en Europa repunta la segunda ola con fuerza– y crisis económica sin precedente por su hondura y alcance en toda la aldea, con la consecuente caída de la economía que en el caso de la mexicana fue del 18.7% en el segundo trimestre y previsiblemente podría cerrar el año con -7.4% del producto interno bruto, si nos atenemos a los pronósticos de Arturo Herrera Gutiérrez.

También augura el secretario de Hacienda escenarios peores que los de 2018-19 porque “ya no habrá guardaditos” y, aunque no se contrate nueva deuda, se incrementará entre 10 y 17 puntos del PIB debido al tipo de cambio. Entre este año y el próximo, México vivirá la crisis más fuerte desde 1932; es casi el peor momento económico para el país en el último siglo (Alejandro Alegría, La Jornada, 29-VIII-20). Complejidades que entusiasman a una parte de los adversarios del presidente Andrés Manuel que más bien actúan y comportan como enemigos, porque no asumen lo elemental, todos viajamos en el mismo barco.

Hasta el momento seis corporativos liquidaron sus deudas con el SAT por 32 440 millones de pesos. Recuérdese que 8 de abril López Obrador dijo en la mañanera que 15 grandes empresas tenían adeudos fiscales por 50 000 millones de pesos. Lo que significa que aún están pendientes nueve corporativos que adeudan 17 560 millones de pesos. Recursos que pertenecen a la nación y que resultan indispensables para sortear con éxito la pandemia y apoyar con más estímulos a los micro y pequeños empresarios del sector formal e informal de la economía, para la mitad de los mexicanos que viven al día porque si no trabajan hoy no comen mañana. Y ésta, no se olvide, es una de las más grandes aportaciones del capitalismo salvaje que elogian hasta la desmesura los intelectuales orgánicos y analistas al servicio de los dueños de México.

El próximo 2 de septiembre, si las partes cumplen con lo anunciado por AMLO en la mañanera del 18 de agosto, será dado a conocer el plan de reactivación económica del Consejo Coordinador Empresarial, el organismo cúpula de los que prefieren presentarse como emprendedores, y el gobierno de la Cuarta Transformación.

El plan de inversión privada sería, si las negociaciones marchan por buen camino, una propuesta conjunta de proyectos de infraestructura con el objetivo de impulsar la industria de la construcción, toda vez que quedaron pendientes obras antes de la pandemia. Así sea, porque el país espera y necesita una conducta más emprendedora y comprometida del empresariado, una parte del cual destaca hasta hoy por todo lo contrario.

Utopía 2302. 31-VIII-20

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