Swaps cambiarios empujan el avance del Yuan en AL
08/04/2013
- Opinión
La V Cumbre BRICS se realizó del 25 al 27 de marzo en la ciudad de Durban, Sudáfrica. El objetivo de la reunión consistía fundamentalmente, en la eventual conformación de un “banco BRICS”, que con un capital inicial de 50,000 millones de dólares (mdd) tendría como prioridad apuntalar el desarrollo económico de los países emergentes mediante el otorgamiento de créditos “blandos”.[1]
El proyecto no logró concretarse como consecuencia de las diferencias en torno a las cuotas de participación, la divisa a utilizar y la sede del organismo emergente, la discusión se postergó para 2014. No obstante, se acordó a nivel de grupo la constitución de un fondo de compensación “anti crisis” por 100,000 mdd en caso de problemas de liquidez por efecto de la creciente volatilidad cambiaria en los mercados financieros internacionales. En esto sigue la tendencia creada por Chiang Mai y la UE de crear fondos multilaterales de apoyo a la balanza de pagos.
No deja de sorprender que el fondo de compensación sea presentado por la gran prensa como “idea novedosa” cuando en realidad, el referente teórico es la idea de Harry White allá en 1935: un sistema de estabilización monetario entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia que podría incluirse en el presupuesto nacional de los tres países y que en caso de haber una corrida contra alguna de estas monedas, los otros dos pudieran salir al rescate. Este mecanismo fue finalmente, el que funcionó como modelo en la constitución del Fondo Monetario Internacional (FMI). El ‘fondo de compensación BRICS’ se inscribe entonces, dentro de la respuesta de las economías emergentes a la insuficiencia de las instituciones de Bretton Woods.
Por otro lado, es evidente que la actuación de China como potencia económica global conlleva el ascenso gradual del yuan como divisa en las finanzas internacionales. No obstante, mientras el Banco Central de China ha dejado flotar el yuan desde el año 2002 –observándose una tendencia de apreciación cambiaria ante el dólar entre septiembre y noviembre del 2012-, la Reserva Federal (Fed) por su parte, gestiona la depreciación del dólar mediante inyecciones de 85,000 mdd mensuales de liquidez [Quantitative Easing III] al mismo tiempo que mantiene su tasa de interés básica negativa, incrementándose la volatilidad del mercado cambiario y reduciendo la competitividad exportadora de la economía asiática. Esto se ha agravado por la nueva política monetaria de Japón, que imitando a la estadounidense, inyectará 77,500 mdd en yenes mensuales con la esperanza de subir la inflación a 2% de sus niveles negativos de las últimas dos décadas.
En el plano interno China ha reducido el costo del crédito al sector industrial y en el externo incrementado su comercio exterior con Asia, América Latina (AL) y África. Para el caso de AL, entre 2000 y 2010 el país asiático incrementó sus flujos comerciales cinco veces de 57,000 a 310,000 mdd mientras su inversión extranjera directa (IED) creció veinte veces, de 2,700 a 59,000 mdd.
Su creciente influencia económica en la región la ha llevado a minimizar el riesgo cambiario de sus flujos de capital de manera oficial. Para este fin, firma swaps cambiarios bilaterales con Argentina y más recientemente con Brasil; con el Perú establece por vez primera el pago de cuentas en yuanes hace un par de años; y conforma un Fondo Soberano de Riqueza [Sovereign Wealth Fund] a través del Banco de Exportaciones-Importaciones de China en coordinación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un monto de 1,000 mdd para la inversión en infraestructura.[2]
Para el caso brasileño, China logró formalizar la firma de un acuerdo que incluía la implementación de un swap cambiario por 30,000 millones de dólares (mdd) en el marco de la V Cumbre BRICS. Esto, a fin de utilizar sus respectivas monedas y reducir los impactos de la inestabilidad financiera –a partir de la depreciación del dólar frente al yuan, y el real y el consecuente aumento del flujo de capitales de corto plazo.
Actualmente, China es el principal socio comercial de Brasil, le siguen la Unión Europea y Estados Unidos, el comercio entre ambas partes alcanzó los 71,000 mdd en 2011, 40% superior con respecto a 2010. En contraparte, la relación comercial de México con China es deficitaria por 60,000 mdd en promedio, habrá que mirar si la visita reciente de Peña Nieto busca rediseñar la relación bilateral.
En suma, el yuan avanza en AL para amortiguar los efectos de la volatilidad del mercado cambiario y convierte a la región en ‘banco de pruebas’ para su internacionalización posterior.
- Oscar Ugarteche es economista peruano. Investigador titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) y presidente de ALAI.
Obela: www.obela.org
https://www.alainet.org/pt/node/75156
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