Nuevo sujeto
15/05/2014
- Opinión
El sujeto, el hombre occidental ha sido reeditado, liberado del apresamiento de la dictadura del Destino, en esencia bajo el monopolio heidegariano. Su reedición corrió por cuenta de la filosofía francesa con nombres como Maurices Blanchot, Georges Bataille, Georges Canguilhen, Gastón Bachelard, Michel Serres, Michel Foucault, Gilles Deleuze… todos ellos muy inspirados en el espíritu libertario de Nietzsche. Antes estábamos sometidos a la voluntad, al capricho divino. Era un Sujeto preso de fuerzas Superiores. Con la nueva reflexión filosófica el hombre experimenta la libertad, los designios divinos son dinamitados. “La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Estos conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso” (J. L. Borges, el Aleph, 1962)
Se da la condición de posibilidad de ejercer la mayoría de edad al viviente humano, de tomar las riendas de su propio destino, el de cada quién, que todos nos sepamos mortales, conciencia de nuestra finitud, cada quien buscará su camino desde donde cree vaya encontrarlo, desde lo más refinado hasta lo más superfluo. «Modos de subjetivación.» El yo se delimita y decide la materia de su hacerse, pero la delimitación que el yo ejecuta tiene lugar a través de normas que, indiscutiblemente, ya están en funcionamiento.
La Verdad Absoluta es relevada por verdades en construcción y relativas, que tienen valides para un tiempo y lugar determinados. La vida es inacabada, es Potencia que arroja mundos posibles, en permanente construcción, para lo mejor y lo peor. Fuimos liberados del Mundo aburrido del designio de los dioses, el cual ellos hacían todo por nosotros, y nosotros sin nada que hacer, hombres perezosos sometidos a ellos. En cambio, ahora somos autores, forjadores de nuestro propio designio, somos constructores, hacedores de mundos posibles. Nacimiento de los mundos históricos, de la construcción de saberes y de comportamientos, el saber y la política, muerte del mundo fenomenológico.
Si bien es una especie de vacío, la experimentación de sentirse libres de tribunales en los cuales se nos pedirán cuentas, alienta a tomar las riendas de nuestro propio destino, a forjar la sociedad que creemos es la mejor de los mundos posibles, en esa constante de la vida y sus normas que dicta, pues la libertad es condición de posibilidad según el medio en el cual nos rodea, el cual hemos construido, aquí y ahora. Es ridículo quienes quieren insistir en ocupar el lugar de los dioses, creyendo van a salvar la humanidad, falsos profetas. Alegra en sabernos nuevos sujetos constructores de nuestro propio designio, nuestro propio mundo, somos capaces de regularnos en nuestros comportamientos, en establecer condiciones de respecto con los poderes construidos.
Mauricio Castaño H.
Historiador
https://www.alainet.org/pt/node/85573
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