Ginebra.- Se esperaban 10.000 pero llegaron 40.0000. Las expectativas de las 120 organizaciones convocantes a la marcha contra la guerra en Irak fueron superadas ampliamente. Vinieron a Berna, la capital de Suiza, en tren, en autobús, en automóvil, en bicicleta, a pie. De todos los cantones del país. De todas las edades, profesiones, confesiones y culturas. Portaban carteles, banderas, tambores, escarapelas. De esta marea humana que se apretujaba por las estrechas calles de la vieja ciudad, desafiando el frío invernal, salieron las voces más cálidas y sentidas. En alemán, francés, castellano, inglés, italiano.

Non, no, nein, stop... a la guerra contra Irak

No cambien sangre por petróleo.

Bush y Sharon asesinos

No es demasiado tarde, la guerra puede ser evitada. No había espectadores, todos éramos manifestantes. Desde hace largo tiempo no se había visto algo semejante. Una movilización de esta envergadura no se había dado desde que los Estados Unidos pretendieron instalar los misiles Pershing en suelo europeo en 1983.

No hubo uno sino muchos motivos para la protesta. Un nuevo ataque de la mayor potencia militar y económica contra un país del Tercer Mundo solo agravaría los sufrimientos de la población iraquí afectada mortalmente por el embargo impuesto desde 1991 por Estados Unidos y sus aliados. El embargo no es menos letal que las armas de destrucción masiva.

A causa del embargo, más de un millón de personas han muerto, entre ellas 800.000 menores de cinco años. Un nuevo ataque militar provocaría una verdadera catástrofe humanitaria. Según estimaciones de Naciones Unidas dos millones de iraquíes se verían obligados a abandonar sus hogares para sumarse a los más de 700.000 refugiados.

Ninguna razón justifica el ataque de la administración Bush. Lo que quiere el gobierno y las trasnacionales estadounidenses es apoderase del petróleo de alta calidad de Irak. Lo que pretende Bush es cambiar el mapa geopolítico de Oriente Medio instalando un gobierno títere en la región. Lo que busca es fortalecer a Sharon, acabar con la Autoridad Palestina y expulsar masivamente a los palestinos a los países vecinos.

 Basta de tanta hipocresía internacional. Si hay inspecciones de Naciones Unidas para detectar armas de destrucción masivas en Irak que haya también inspecciones en Israel y en los propios Estados Unidos. Este país almacena un arsenal capaz de destruir varias veces el planeta, arsenal que ya ha usado en Hiroshima, Nagasaki, Vietnam, Kosovo, y contra el propio Irak en 1991. Si Estados Unidos acusa a otros países de constituir una amenaza para sus vecinos, ¿por qué prepara esta guerra de agresión? ¿Si Estados Unidos está empeñado en acabar con dictadores como Sadam Hussein por qué no toma las mismas medidas contra Musharraf de Pakistán o los jeques árabes? Por esto y por mucho más protestó Berna, al igual que Madrid, Barcelona, Roma, Londres, Quito, Tokio, Nueva York y más de 600 ciudades en todo el mundo. Quince de febrero. Más de 10 millones en las calles, protesta planetaria. No a la guerra, sí a la vida.