La privatización de Irak
18/08/2003
- Opinión
Algunos mantenían, yo entre ellos, que la intervención
militar estadounidense en Irak tenía como único objetivo
la conquista del petróleo. Nos equivocábamos... Los
estadounidenses quieren apoderarse de todo el país,
convertirlo en el banco de pruebas de una privatización
ultraliberal con la que no se hubieran atrevido a soñar
ni los partidarios más fanáticos de la OMC (Organización
Mundial de Comercio). A principios de mayo, el Wall
Street Journal reveló que se había encargado a
BearingPoint Inc., un gabinete de asesoría, la ejecución
de un plan secreto estadounidense titulado "Para que la
economía iraquí pase del renacimiento al crecimiento
sostenido".
Este documento muestra a las claras las intenciones de
Estados Unidos. Se trata, ni más ni menos, de vender las
industrias públicas, sobre todo las del sector
petrolífero, crear una Bolsa e implantar un régimen
fiscal similar al de EE UU para favorecer las inversiones
extranjeras. La mayoría de las empresas públicas en las
que la población contaba para obtener un puesto de
trabajo serán declaradas insolventes y liquidadas.
Aquellas que sean consideradas potencialmente rentables
serán vendidas en el marco de lo que el plan denomina el
"gran programa de privatizaciones masivas". Así, tras
haber destruido las principales infraestructuras, la
reconstrucción de Irak es como el maná para EE UU: el
coste se calcula en 100.000 millones de dólares. Se
informa asimismo de que el Gobierno de Bush ya ha reunido
a una decena de grupos de trabajo para planificar la
transformación de Irak, de la agricultura al sistema
bancario.
Irak cuenta con unas reservas de petróleo que alcanzan
los 112.000 millones de barriles. Antes de la guerra, los
pozos iraquíes producían 2,5 millones de barriles
diarios. Se calcula que con una inversión de unos cuantos
miles de millones podrían generar siete millones de
barriles diarios en los próximos años, lo que
proporcionaría unos ingresos anuales de 60.000 millones,
de acuerdo con el precio actual del petróleo.
La resolución 1.483 de la ONU (aprobada el pasado 22 de
mayo) creó un fondo para el desarrollo de Irak que será
financiado por el petróleo y que estará en realidad bajo
el control de EE UU y el Reino Unido. Ambos países
decidirán en solitario cómo emplear los recursos, a
través del próximo Gobierno provisional iraquí. Philip
Carroll, ex presidente de Shell Oil, ha sido nombrado
supervisor del Ministerio del Petróleo.
Al parecer, los denominados "contratos para luchar contra
el fuego en los pozos petrolíferos", concedidos en
secreto a una sucursal de Halliburton durante la guerra,
no se limitarán a este cometido, sino que también se
encargarán de las "operaciones y de la distribución de
los productos". Esto significa que la compañía que
dirigió el vicepresidente norteamericano, Richard Cheney,
de 1995 a 2000, y que hoy en día le sigue reportando casi
un millón de dólares al año, va a gestionar los pozos y a
controlar toda la producción de crudo de Irak. La filial
Kellog Brown & Root (KBR) ha conseguido un contrato sin
concurso previo que no contiene limitaciones en lo
referente a la duración ni a las sumas implicadas.
El contrato para la administración del puerto de Um Qasar
(de un valor de 4,8 millones de dólares) ha sido
concedido a la empresa estadounidense Stevedoring
Services of America. Otro contrato de asistencia técnica
para la reconstrucción ha recaído en la empresa
International Resources Group, que compartirá la tarea
con una subcontrata británica, Crown Agent, agencia
británica de ayuda al desarrollo, que también fue objeto
en su día de una privatización. La Agencia Estadounidense
para el Desarrollo Internacional, que coordina los planes
de reconstrucción, ya ha concedido a media docena de
grandes compañías de ingeniería civil con sede en EE UU
el derecho exclusivo a realizar una oferta para el
principal contrato de obras de infraestructura
(carreteras, puentes... hasta la impresión de manuales
escolares). Según varios artículos de prensa, los
principales aspirantes a este contrato son Bechtel Corp y
Parsans Corp.
Esta última habría subcontratado a Kellog Brown & Root,
perteneciente a Halliburton, después de que esta última
fuera eliminada de la candidatura debido a una polémica
sobre los vínculos que la unen al vicepresidente Cheney.
La Administración estadounidense aparta a las empresas
extranjeras de los principales contratos, pero trata
asimismo de elegir las compañías subcontratadas entre los
países que la apoyaron durante la guerra: "Oficialmente,
Washington garantiza que los procesos de selección de las
empresas subcontratadas serán justos. Pero, en privado,
los responsables norteamericanos muestran una actitud muy
diferente", afirma el Wall Street Journal. Un responsable
llegó a decir que Bechtel tiene instrucciones de excluir
a "todas las empresas francesas".
¿Y los iraquíes en todo esto? Una situación económica
deplorable, falta de seguridad, una parodia de
reapropiación política de su país con la "creación de un
Consejo de Gobierno transitorio" que refleja la política
étnica y confesional que los estadounidenses quieren
hacer prevalecer. Este Consejo incluye a 14 chiíes (para
así poder controlarlos), cuatro suníes, un turcomano, un
cristiano y cinco kurdos. Además de una representación
acorde con sus deseos, los estadounidenses también han
velado por qué, entre estos miembros, aquellos que
vuelven del exilio puedan servir de portavoces de los
regímenes de la región que han aceptado o apoyado la
conquista de Irak: Arabia Saudí, las monarquías del
petróleo e Irán.
Según la visión estadounidense del futuro Irak, este
Consejo sólo debe tener una función consultiva. Pero la
presión de la resistencia iraquí sobre el Ejército
norteamericano (no cesa de crecer el número de
estadounidenses muertos desde el final de las operaciones
militares en mayo de 2003) ha obligado a la
Administración de Paul Bremer a ceder algunas migajas de
poder: el Consejo podrá nombrar los ministros y deberá
preparar la nueva Constitución. Sin embargo, Paul Bremer
conserva el derecho de veto sobre todas las decisiones de
este organismo y puede disolverlo en todo momento.
Este concepto tan particular de "democracia" a la
estadounidense no parece suscitar la adhesión del pueblo
iraquí. Así lo demuestran los rápidos avances de la
resistencia iraquí. Por otro lado, la comunidad musulmana
chií, contenta de haberse librado de Sadam Husein, no
quiere ver a los estadounidenses ocupar y repartirse su
país (la mayor parte de las víctimas civiles de las
bombas estadounidenses y británicas fueron chíies, sobre
todo en los alrededores de Nasiriyah e Hillah). En Masul,
al norte de Irak, al igual que en Basora y su región, se
producen enfrentamientos sangrientos todos los días.
El caos se ha instalado en el país. Las tropas de
ocupación parecen atascarse con más rapidez de lo
previsto. Por ello, el Gobierno estadounidense ha
decidido no emprender la repatriación inicialmente
prevista de la Tercera División de Infantería. Estos
9.000 soldados, que debían regresar a EE UU en
septiembre, permanecerán en Irak por tiempo
indeterminado. Pero en EE UU, por el momento, prefieren
ignorar los interrogantes de una opinión pública
desestabilizada por el número cada vez mayor de muertos y
la manipulación sobre las supuestas "armas de destrucción
masiva". El principal columnista sobre Asuntos Exteriores
del New York Times, Thomas Friedman, escribe: "Ahora
contamos con un 51º Estado de 23 millones de habitantes.
Acabamos de adoptar un bebé llamado Bagdad". Todavía más
provocador, Max Boot, comentarista de derechas y portavoz
de la coalición que respalda a Bush, escribió un texto
publicado en USA Today titulado '¿Imperialismo americano?
No hay que rechazar esta etiqueta'. Para él, toda
oposición armada en Irak está condenada a fracasar, ya
que, para su regocijo, "más de 125.000 soldados
estadounidense ocupan Mesopotamia. Cuentan con el apoyo
de los recursos de la economía más rica del mundo. En la
carrera por el control de Irak, EE UU puede superar y
aplastar a cualquier oponente".
Por tanto, de la ocupación a la colonización de Irak el
camino está abierto.
* Sami Naïr. Eurodiputado
20 de agosto del 2003
https://www.alainet.org/de/node/108163?language=es
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