La última víctima de violencia contra la mujer, Miladys, no es una más

25/11/2005
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Intentar romper creencias acuñadas hace siglos parece ser nuestro destino. A cada rato se nos ofrecen, desgraciadamente de manera variada y fácil, los ejemplos de casos contradictorios de lo que se dice y actúa cotidianamente como lo que es ser hombre y ser mujer en situación de violencia en la pareja manteniendo el grave problema, desafiando casi todas nuestras iniciativas para combatirlo. El viernes 4 de este mes, mes de la no violencia contra la mujer en el mundo, Miladys llegó a su casa en Los Teques, tuvo que tocarle la puerta a su ex cónyuge de quien vivía separada desde hace seis meses porque, aunque él se había quedado viviendo en la parte de abajo de la casa, ese día decidió ponerle un candado a la puerta de acceso al segundo piso donde habitaba ella con los tres hijos de la pareja habidos en los 14 años de vida marital. “El hombre (Honorio) salió de su cuarto con una pistola en la mano y le disparó en tres oportunidades. La hija de la víctima, de 13 años, escuchó las detonaciones y saltó desde la platabanda para ayudar a su madre y junto con los vecinos la llevaron hasta el Hospital Miguel Pérez Carreño, donde de falleció en la madrugada del sábado”, comentó Sarmiento (vecina y amiga de la fallecida)” (Ultimas Noticias, El País, 7-11-05, 32) Si le metemos “la lupa” a la noticia que solo apareció en un diario (así podemos imaginar cuantos casos más hay en el país de los cuales no sabemos nada) no se debería descuidar el hecho de que era el ex cónyuge porque siempre se culpabiliza a la mujer criticándola porque no se separa tildándola de sinvergüenza por lo más bajito; las investigaciones afirman que hasta los 2 años de separación el hombre agresor se considera en la obligación de controlar a la que fue su pareja. Tampoco se debería entonces desestimar hechos anteriores con actitudes como “es un asunto de marido y mujer”, “por qué ella sigue con él y no se separa?”, “señores, dividan la casa y ya está, van a seguir peleando?”; frases recogidas del área jurídico-policial, de familiares y en general culpabilizantes hacia la mujer. En la noticia se ve ya implicada la presencia de la hija que no olvidará el hecho horrendo y traumático de ver morir a su madre a manos del padre además de todo lo vivido hasta el momento, el maltrato no tan indirecto como se piensa que viene los hijos y toda la familia de la pareja en situación de violencia. La misma vecina también informa que: “Ellos comenzaron a vivir juntos siendo muy jóvenes, pero se separaron hace aproximadamente seis meses. Según me llegó a contar Miladys, el motivo de la separación fue el carácter violento de José Honorio, quien se gastaba lo que ganaba en licor y no le daba para las compras de la casa y la manutención de sus tres hijos. Ya en una oportunidad, la había amenazado de muerte con una pistola, pero un familiar le quitó el arma y todo había llegado hasta allí” Como vemos ya estaban involucrados, además de los hijos por supuesto, otros familiares y vecinos. Es un problema en la comunidad, es un asunto social. Además no “llega hasta allí” puede seguir hasta la muerte como de hecho sucede con este caso. Las teorías nos dicen en que va en escalada dentro de un ciclo que sigue las etapas de acumulación de tensión, estallido de la violencia y “luna de miel; esta última por cierto que finalmente desaparece al quedar el hombre siempre en situación de impunidad y que no cambia si no hay intervención de algún tipo. Los tipos de intervención que se evidencian acá solo funcionaron por un tiempo: quitarle el arma y mudarse. La atención, información, etc, tendría que ser mucho más amplia, contundente, clara, persistente y difundida. Como es un problema de todos y todas el énfasis en divulgar la Ley respectiva y exigir a las Autoridades su aplicación no es cuestión del 25 de noviembre solamente. Yo exijo la evaluación del Plan Nacional 2000-2005 par ala atención y prevención de la violencia contra la mujer del Instituto Nacional de la Mujer, la divulgación en el ámbito nacional del retiro de la desaplicación de las Medidas Cautelares de la Ley por parte de la Fiscalía, capacitación a funcionarias/os para intentar enmendar la profundización de la impunidad en estos tres años de indefensión más pronunciada que acabamos de vivir por tal motivo. Que nuestras mujeres y hombres en pareja sepan que la violencia en el seno de la familia es un delito, que pueden ser sancionados desde la misma amenaza y que algunas de las Medidas Cautelares restituidas son: Artcl. 39, 1. Emitir una orden de salida de la parte agresora de la residencia común, independientemente de su titularidad sobre la misma; 3. Arresto transitorio; 4. Ordenar la restitución de la víctima al hogar del cual hubiere sido alejada con violencia y 5. Prohibir el acercamiento del agresor al lugar de trabajo o estudio de la víctima. Además que se puede prevenir porque, no nos damos cuenta, pero están los signos desde el período de noviazgo; que las Comunidades pueden organizarse y apoyar acciones informativo-educativas; que los hombres que deseen cambiar pueden hacerlo, pueden aprender a vivir una vida sin violencia, hacer relaciones íntimas satisfactorias. Miladys no es una más para nosotras; es una luchadora por la vida que se nos fue, la recordaremos como una persona que rechazó seguir viviendo en violencia cotidiana, una valiente. Dediquémosle entonces el día de la no violencia contra la mujer del 2005 o el mes entero mejor!!! Caracas, 19-11-2005
https://www.alainet.org/de/node/113611?language=en
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren