Grave situación de las mujeres desplazadas y refugiadas:
Militarismos = violencias contra las mujeres
08/11/2007
- Opinión
“Había una mujer que llegaba con frecuencia golpeada… su marido también era refugiado, un hombre joven pero que siempre tenía un resentimiento con la vida. Las otras mujeres comentaron el motivo por el que la golpeaba y era que esa mujer había sido violada en su evento de violencia en Colombia, y su esposo había sido testigo, lo habían obligado a que sea testigo de la violación, …’ese la golpeaba por eso, como si ella fuera la culpable, como si ella es la culpable de que la hayan violado, porque ella es bonita, es joven, porque es alegre, ella es culpable de que la hayan violado”
Testimonio de una persona que trabaja brindando ayuda Humanitaria.
(SJR, Coordinación Nacional).CAMACHO GLORIA. Mujeres al Borde. UNIFEM.
Testimonio de una persona que trabaja brindando ayuda Humanitaria.
(SJR, Coordinación Nacional).CAMACHO GLORIA. Mujeres al Borde. UNIFEM.
Las condiciones a las que están expuestas las mujeres refugiadas y en situación de desplazamiento en la frontera Colombia – Ecuador se agravan por la extrema militarización que se registra en los departamentos de Nariño y Putumayo evidenciándose en la violencia sexual, la prostitución, la pobreza, el desarraigo y la destrucción del tejido social y familiar de las mujeres.
La complejidad de la violencia sexual de la que son víctimas las mujeres que han sido desplazadas y se encuentran en calidad de refugiadas, trae consigo efectos negativos no sólo en la mujer víctima de la agresión sino en sus familias. En muchos casos, la misma familia culpabiliza a la mujer por la agresión cometida contra ella, “es evidente que ella es la más afectada, pues además de haber sufrido una violación que constituye un atentado a su integridad física y emocional, es culpabilizada y castigada por eso…, ella es víctima del poder-dominación masculino sustentado en estereotipos y construcciones genéricas que colocan en clara desventaja a las mujeres”[1].
A lo anterior se le suma el acoso sexual – abuso de poder- que sufren las mujeres en situación de refugio, ejercido por el personal de la policía de migración que aprovechan la situación de vulnerabilidad de las mujeres que se encuentran indocumentadas o irregulares a cambio de no detenerlas o deportarlas.
Por lo anterior, la Movilización Binacional de Mujeres a la Frontera Colombia – Ecuador, en el puente de Rumichaca, que se realizará el 23 de noviembre, será el espacio propicio para evidenciar todas las violencias que se ejercen contra las mujeres que se encuentran en situación de desplazamiento y refugio, y se busquen soluciones conjuntas que minimicen los efectos de la guerra en la vida y cuerpo de las mujeres.
Invitamos a los medios de comunicación nacionales e internacionales, a organizaciones de Derechos Humanos y en general a organizaciones sociales y a la comunidad internacional a que nos acompañen en esta iniciativa de sororidad y solidaridad con las mujeres de la zona de frontera entre Colombia y Ecuador, y del departamento de Nariño.
https://www.alainet.org/de/node/124141
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