Sinrazones afganas
10/09/2009
- Opinión
Lo de Afganistán hiede. No hay ningún analista que concluya que la intervención foránea en el país, liderada por Estados Unidos, está produciendo algún resultado saludable.
Y es que ni siquiera en el terreno estrictamente militar las fuerzas de ocupación se están saliendo con la suya en un caótico escenario en el que resistencias de cariz vario han ido ganando terreno hasta en el último rincón. Lo ocurrido al calor de las elecciones presidenciales recién celebradas no hace sino refrendar el peso del argumento; ahí están, la condición de los candidatos que se mueven con escasa independencia con respecto a los intereses externos, la altísima abstención registrada, las acusaciones de fraude y un anuncio de resultados que se va postergando. Para que nada falte, las noticias relativas a las prácticas a las que se ha entregado una empresa de seguridad privada en la embajada norteamericana en Kabul cierran el círculo vicioso.
No sólo se trata del evidente fracaso técnico de la operación. Mayor relieve tiene la sinrazón de fondo: su franca supeditación a intereses de corte colonial encubiertos tras una supuesta estrategia dirigida contra el terrorismo internacional. Por mucho que Barack Obama -y con él, gobernantes de otros países- se empeñe en lo contrario, las semejanzas entre lo ocurrido en los últimos años en Irak y lo sucedido en Afganistán son notables. En ambos lugares, Estados Unidos ha asumido conductas lamentables: apoyo en el pasado a regímenes y movimientos, como Saddam Hussein o la guerrilla muyajidín, que luego Washington se encargó de derrocar; la defensa en estas horas de impresentables intereses geoeconómicos y geoestratégicos, en el caso de Afganistán ahí están la presión ejercida sobre China y la búsqueda de una salida al mar para la riqueza energética del Asia central; el empleo de una violencia extrema e indiscriminada contra la población civil; y las agresiones asestadas al espíritu y a la Carta de Naciones Unidas. ¿Alguien podría explicar qué tarea de dirección, de control y de freno desarrolla el Consejo de Seguridad en el hervidero afgano?
Apaciguar el país que hoy nos ocupa pasa por cambiar drásticamente de hábitos y de querencias en el escenario internacional, y por cancelar todo aquello que revela designios inconfesables del lado de las grandes potencias de siempre. No parece que, fanfarria retórica aparte, Obama y sus aliados hayan tomado buena cuenta de ello. Así les va.
- Carlos Taibo es Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid
Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España. http://www.ucm.es/info/solidarios/index.php
https://www.alainet.org/de/node/136275?language=es
Del mismo autor
- Sobre lo que ocurre en Gaza 18/11/2012
- El escenario de la defensa de la educación pública 29/02/2012
- Sinrazones afganas 10/09/2009
- En defensa del decrecimiento 19/03/2009
- Ojo con los Objetivos del Milenio 14/04/2008
- Rusia, la Unión Europea… y los demás 26/01/2007
- Infancia y conflictos bélicos 05/10/2006
- Soldados en el Líbano? 07/09/2006
- El truco de la competitividad 04/05/2006
- Las cuitas de la OMC 30/12/2005
Clasificado en
Clasificado en:
Guerra y Paz
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 06/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 05/04/2022
- Vijay Prashad 04/04/2022