Honduras: Grandes medios involucrados en la asonada

31/07/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
-A +A

Uno de los pilares de la gestación del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el Presidente Manuel Zelaya y el sostenimiento del gobierno de facto de Roberto Micheletti, ha sido el poder mediático que está controlado por un puñado de poderosas familias que dominan al país centroamericano.

 

Antes de que se diera el golpe, los grandes medios escritos (El Heraldo, La Prensa, La Tribuna) y televisivos ya fueron preparando el terreno para la asonada difundiendo un libreto ya conocido en el Continente. A raíz de que Zelaya decidiera adherirse a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y se acercara a Venezuela para obtener precios preferenciales en los derivados del petróleo, comenzaron a repetir una y otra vez que Zelaya se había alineado con el eje comunista encabezado por Fidel Castro y Hugo Chávez. Al mismo tiempo ignoraban los programas gubernamentales que beneficiaban a los sectores sociales más pobres de la población en los campos de la educación, los salarios, la salud y el acceso a los servicios básicos.

 

No sorprende esta actitud de los medios si se considera que sus propietarios pertenecen a la oligarquía hondureña interesada en que nada cambie para mantener sus privilegios. La Tribuna es de propiedad del ex Presidente Carlos Flores Facussé, del Partido Liberal, y La Prensa y Heraldo pertenecen a Jorge Canahuati, cercano al Partido Nacional, y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). 

 

Como los grandes medios no informaban sobre los logros del gobierno, Zelaya ordenó que los mensajes gubernamentales se difundieran a través de cadenas nacionales, a la vez que fundó el Canal 8 TV del Estado con estos mismos propósitos. Acostumbrados a mantener el monopolio de la comunicación, los grandes medios pusieron el grito en el cielo y comenzaron a comparar a Zelaya con Chávez y hablar de “totalitarismo” y violaciones a “la libertad de expresión”.

 

Los grandes medios avalaron el golpe de Estado contra Zelaya, al que llamaron “sucesión presidencial”, y han apoyado al régimen de facto de Micheletti al que denominan “gobierno de transición”, difundiendo todas las manifestaciones que se organizan a su favor. Esta línea informativa se complementa con una gran dosis de manipulación y desinformación sobre lo que está pasando en el país y en el exterior, ocultan o minimizan las acciones de la resistencia y conceden micrófonos, pantallas y espacios solo a quienes apoyan al régimen golpista. El 24 de julio, mientras Zelaya cruzaba la frontera con Nicaragua, las estaciones de televisión, difundían telenovelas, programas de dibujos animados y una marcha de apoyo a Micheletti.[1] La Prensa, junto con el Banco Ficohsa y la Asociación Hondureña de Maquiladoras figuran entre las financistas que contrataron a tres firmas para hacer el lobby ante el gobierno de Estados Unidos para lograr el apoyo para el régimen golpista. 

 

Suprimir la libertad de expresión

 

Para que el golpe tuviera “éxito”, los golpistas impusieron un apagón mediático para impedir que la gente se informe, se exprese, reaccione y se movilice. Una de las primeras medidas que adoptaron los militares fue silenciar a los medios que consideraban “peligrosos”, como el canal 8 del Estado, las Radios Globo y Progreso, así como los canales de cable como Telesur, Cuba Visión Internacional e incluso la CNN. Al mismo tiempo cortaron la energía eléctrica para que nadie pudiera ni emitir ni recibir información. 

 

Luego de que Micheletti señaló que la situación del país se “había normalizado” y reanudaron sus labores la Radio Globo y Progreso, éstas han sido objeto de una tenaz persecución para intentar silenciarlas pues eran una de las pocas que informaban de lo que realmente ocurría en el país. Los transmisores de Radio Progreso, asentada en la ciudad del mismo nombre, fueron ocupados por militares siendo hostigado su director, el sacerdote jesuita Ismael Moreno y varios de sus colaboradores. Radio Globo enfrenta una amenaza de cierre una vez que el abogado José Santos López, que presta sus servicios a las Fuerzas Armadas, presentó una demanda ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) pidiendo la suspensión de Radio Globo, acusándola de “incitar a la insurrección y poner en peligro la preservación de la vida de los ciudadanos”. López pide el secuestro o comiso de los equipos e instalaciones. Globo, una emisora que transmite a nivel nacional, ha permitido que la gente se exprese junto a la silenciada Radio Progreso en la zona norte del país, Canal 36 (Chosulat sur) el programa Hable como Hable dirigido por Eduardo Maldonado en Maya TV canal 66 y algunas radios comunitarias locales.[2]

 

Este clima hostil hacia la prensa independiente ha devenido en situaciones muchos más graves como amenazas de muerte y atentados a la integridad física de comunicadores, fotógrafos y camarógrafos. El 3 de julio, fue asesinado de siete impactos de bala el periodista Gabriel Fino Noriega, que laboraba en Radio Estelar del departamento de Atlántida. Una comisión internacional de la sociedad civil que visitó Honduras determinó que “con la información disponible hasta el momento no es posible atribuir esta muerte directamente a las autoridades estatales, sin embargo la información recibida demuestra que el señor Fino Noriega se expresaba a favor de la encuesta popular y en contra del golpe de Estado, situación que nos permitiría enmarcar, como una futura línea de investigación, su muerte al contexto político actual”. [3]

 

 Adicionalmente, los militares ametrallaron la Radio Juticalpa de Olancho; los periodistas Jhonny J. Lagos, de diario El Libertador, y Luis Galdanes, conductor del programa radial Tras la Verdad, han sido amenazados; se ha suspendido el programa que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) transmitía por Radio América, luego de que denunció más de 1000 violaciones de los derechos humanos en las dos primeras semanas del golpe. El caricaturista Allan McDonald fue detenido junto con su hija de 17 meses, por miembros del ejército que lo sacaron de su casa ubicada en Santa Lucía, a 8 kilómetros de Tegucigalpa, quienes se sustrajeron las caricaturas y las quemaron. [4]

 

La noche del domingo 12 de julio autoridades detuvieron durante cuatro horas a 11 periodistas de Telesur y Venezolana de Televisión quienes se vieron forzados a abandonar Honduras al día siguiente. 

 

El gobierno de facto utiliza métodos sutiles para suprimir el derecho a la comunicación: cortes selectivos de energía en lugares donde hay repetidoras para impedir que las señales de los medios nacionales lleguen a determinadas poblaciones locales, con ello, de paso, se da la sensación de que hay libertad de prensa. Las empresas de cable del interior del país han eliminado de la programación señales que consideran que son desfavorables para los golpistas. A ello cabe agregar las amenazas de muerte contra periodistas, intercepciones telefónicas, bloqueo del acceso a Internet.

 

Nuevo alineamiento informativo

 

Frente a los graves casos descritos. la SIP, que agrupa a los propietarios de los medios de información, emitió una tibia declaración, en tanto un buen porcentaje de sus medios afiliados han adherido a las tesis de los golpistas, lo que contrasta con los oportunos y duros comunicados que difunde contra los gobiernos progresistas del Continente a los cuales acusa de atentar contra la “libertad de expresión”, auto-apropiándose de este derecho que pertenece a todos los ciudadanos y que las empresas son las primeras en irrespetar, comenzando por sus propios periodistas.

 

El conflicto hondureño ha mostrado un nuevo alineamiento informativo internacional. Por un lado, la CNN, que veladamente se ha puesto de lado de las tesis de los golpistas al señalar que en el país centroamericano hubo una “destitución forzada” y no un “golpe de Estado”, y el grupo PRISA de España que edita el diario El País, que se ha dedicado a echarle la culpa a Zelaya por todo lo ocurrido pues habría incurrido en el terrible tentación de querer ser reelegido. [5] De otro lado, el golpe de Estado de Honduras consolidó a la cadena multiestatal Telesur como una alternativa frente a las corporaciones mediáticas, contribuyendo, con su cobertura sistemática y profesional, romper el cerco informativo –por lo menos hacia fuera del país- y posibilitar la expresión de los actores individuales y colectivos de la resistencia. 

 

Junto a Telesur y las pocas radios, programas y medios que el gobierno de facto no ha podido acallar, en Honduras se han desarrollado creativas formas de comunicación en el contexto de los toques de queda y la emergencia del movimiento de resistencia, que han servido tanto para informarse como para convocar a marchas y movilizaciones, Entre ellas, la utilización de los teléfonos celulares que dispone un más de un 70 por ciento de la población, la creación de blogs y el correo electrónico. Aunque solo un 11 % de los hondureños/as tiene computadoras, los mensajes llegan a puntos clave donde son reproducidos hacia sectores de la población no conectados. Para contrarrestar el cerco mediático, un grupo de jóvenes estudiantes universitarios de Tegucigalpa crearon un espacio en Internet denominado “Telegolpe” en el que colocan, empleando la plataforma de You Tube, los videos de los marchas y de las manifestaciones y de la represión generalmente captados con teléfonos celulares. El Frente Nacional contra el Golpe de Estado difunde sus proclamas a través de su propio sitio Web. [6] Las agencias de comunicación alternativa latinoamericanas como ALAI, ALER y otras han dado especial énfasis al golpe en Honduras, en tanto que desde el interior del país, el equipo de comunicación de Vía Campesina Honduras, ha proporcionado información de primera mano a través del sitio de la Minga Informativa de Movimientos Sociales y su lista electrónica Pasa la Voz [7] , de la misma forma que lo ha hecho Alba TV. [8]

 

Notas

 

[1] Honduras: golpe de Estado y apagón mediático

http://www.saladeredaccion.com/revistas/sala_75_page_01.jpg

 

[2]Marquez, Mabel, “Honduras: Anuncian cierre de radio Globo una las pocas emisoras objetivas” http://www.movimientos.org/show_text.php3?key=15241

 

[3] Misión internacional de observación sobre la situación de los derechos humanos en Honduras, “Gobierno de facto viola derechos humanos” http://alainet.org/active/32206&lang=es)

 

[4] Honduras: golpe de Estado y apagón mediático

http://www.saladeredaccion.com/revistas/sala_75_page_01.jpg

 

[5] Sepúlveda, Luis, “Honduras: Y la información en España”, http://www.lemondediplomatique.cl/Honduras-y-la-informacion-en.html

 

[6] http://contraelgolpedeestadohn.blogspot.com/

 

[7] http://movimientos.org/honduras.php

 

[8] http://www.albatv.org/MOVILIZACION-EN-FRONTERA.html

 

Publicado en América Latina en Movimiento # 447 (ALAI), p.26, 01-08-2009, Quito

 

 

https://www.alainet.org/de/node/141415?language=en
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren