Alegato a favor de nuestra peruanidad ( V ) aldo Tejada Guerrero

17/11/2015
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José Carlos Mariátegui dice que “Tenemos el deber de no ignorar la realidad nacional; pero tenemos también el deber de no ignorar la realidad mundial”, por ello no podemos iniciar éste capítulo señalando que el mundo está de duelo por la muerte de ciudadanos en Francia, mientras en el frente militar, EE UU, fiel a su carrera armamentista, anunció que trabaja con Francia para “aumentar la intensidad de los ataques aéreos” contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Ésta potencia no comprende que la única respuesta a las guerras y al terrorismo es la unidad de los trabajadores y de los pueblos, más allá de los orígenes, de su color de piel, sus religiones, más allá de las fronteras, para luchar junt@s contra aquellos que quieren acallarlos y someterlos, con el fin de acabar con este sistema capitalista que conlleva barbarie, que lleva a una crisis a la Comunidad Económica Europea y al mundo entero.

 

Esos bombardeos combaten supuestamente al Estado islámico, a los terroristas yihadistas, sin embargo, con la intervención y los bombardeos rusos, protegen al régimen del principal responsable del sufrimiento del pueblo sirio, al dictador Assad.

 

Y una vez más, son también en este caso, la población civil las primeras víctimas condenadas a sobrevivir bajo el terror o a huir poniendo en peligro sus propias vidas y la de sus familias.

 

La barbarie imperialista y la barbarie islamista se nutren mutuamente. Y esto en busca del control de las fuentes de abastecimiento de petróleo, donde el tener reemplaza al ser.

 

Para acabar con el terrorismo, hay que acabar con las guerras imperialistas que tienen como objetivo perpetrar el pillaje de las riquezas de los pueblos dominados por las multinacionales, imponer la retirada de las tropas francesas de todos los países dónde están presenten, en particular en Siria, en Iraq, en África, y fomentar una democracia real y una ciudadanía plena.

 

El sociólogo evangélico peruano Tomás Gutiérrez Sánchez escribió: “….la democracia que hoy practicamos, hoy es incipiente, sin sabor, sin alma, sin metas y con objetivos poco claros. Si vivimos en democracia como se afirma, ¿Cómo explicar y entender la pobreza extrema en que viven muchos compatriotas?, ¿Cómo explicar la desnutrición de nuestros niños? El país crece económicamente y las arcas del tesoro se llenan cada vez mas, con superávit constante en la balanza de pagos, sin embargo hay hambre, enfermedad y frío” (“Ciudadanos de otro reino”-Página 382-Instituto de Estudios Wesleyanos Latinoamérica-2,015).

 

En un escenario peruano, donde el viernes 12 de noviembre del 2,015, el dólar cerró en $ 3,337, encareciendo el precio de los productos comprados a países extranjeros y los que mantienen créditos en dólares: vehiculares e hipotecarios; nos llevan al análisis de cifras que grafican el drama de éste modelo neoliberal “exitoso”, que ha corrido libre hasta ahora desde 1990 (Consenso de Washington y Cartas de Intención del FMI): 30 millones de habitantes concentrados mayormente en Lima y las grandes ciudades, con una Población Económicamente Activa (PEA) de 15´950,000, y sólo con una PEA formal de 3´500,000 (21%), pero con una PEA informal de 12´450,000 (79%).

 

Veamos que han hecho laboralmente con los trabajadores del Estado (1´300,000) que incluye a los gobiernos regionales y locales (CAS 46%, 35% DL. 276, 19% DL. 728), mientras los trabajadores de la empresa privada son 2´200,000. A ello podemos agregar que los adultos mayores de 65 años sólo el 22%, cuenta con pensión, siendo el universo sin ninguna pensión el 78%. Y lo más grave si tomamos una modesta básica de consumo para 4 personas la mesa asciende al mes en 1,212 nuevos soles, con lo que podemos afirmar que hoy en el Perú el 86% de hogares no cubre la canasta básica familiar, con un sueldo mínimo de 750 nuevos soles.

 

Pero éste modelo neoliberal acabó por destruir el derecho adquirido al goce de una pensión, liquidando el D.L. 20530 (180,000 pensionistas) con pensiones promedio de 650 nuevos soles, poniendo topes al D.L. 19990 (455,000 pensionistas) con 636 nuevos soles promedio. Pero lo mas grave fue la estafa a mas de 5 millones de afiliados al Sistema Privado de Pensiones (AFPS), donde sólo ganan los que lo administran y pierden los aportantes, mientras los 73,683 pensionistas reciben pensiones de menos de 484 soles (34.9%) y el 7.9% menos de 100 nuevos soles. ¿Dónde está la democracia, la libertad, el éxito económico, la eficiencia en la distribución de la riqueza y los consensos políticos en nuestro Perú?

 

Ni que hablar de los FONAVISTAS (1´500,000 aportantes), que según la Presidencia del Consejo de Ministros en el año 2,008 (PCM) existen 10,000 millones de nuevos soles de plata desaparecida, Obras inconclusas no liquidadas y dinero no aclarado en soles (1,979-1985: 18,000 millones, 1985-1992: 13,000 millones, y de 1992-1998: 6,000 millones). Y hablando de plata de los aportantes, no podemos dejar de mencionar a la Caja Militar y Policial cuya defraudación en el periodo 1,994-1995: 950 millones de soles, en 1,998: 334 mil dólares (Hurtado Miller), y en el 2,012: 5 millones, 200 mil nuevos soles.

 

No debemos olvidar al nefasto gobierno de Fujimori, que desde los años 90 hasta el 94, inventó los “ceses colectivos voluntarios” para aproximadamente 600,000 trabajadores del Estado (300 mil del sector público, 180 mil administrativos y 120 mil de las empresas del estado), donde la gran mayoría paso a la informalidad para subsistir, por ello el Perú tiene los taxistas mas ilustrados de Latinoamérica.

 

Hasta ahora el proceso electoral hacia el 2,016 no garantiza a los ciudadanos peruanos, la institucionalización de la democracia directa como sistema de gobierno, permitiendo a los ciudadanos decidir en los asuntos públicos más relevantes, y así fortalecer nuestra precaria democracia. Por ejemplo es urgente incorporar el enfoque intercultural en la campaña electoral 2,016, donde el eje central sea la participación de las comunidades nativas en el debate electoral, sobre todo en la titulación de sus tierras, la consulta previa, y fundamentalmente ser cogestores en la explotación racional de sus recursos naturales, fortaleciendo el fomento de la ciencia y la tecnología en las universidades de la amazonia y el ande peruano. A ello debemos agregar a la PEA informal autogestionaria en las ciudades.

 

El Perú no puede seguir desangrándose en corrupción institucionalizada, en mafias criminales organizadas, en medios de comunicación donde nos se fomenta el amor a nuestro país, es urgente la modificación constitucional del capítulo económico, que nos permita la recuperación integral de nuestro suelo patrio (suelo y subsuelo), la recuperación y protección de nuestros recursos naturales y la participación del Estado en un rol estratégico y soberano; y no subsidiario, donde se incorpore a los pequeños agricultores y las microempresas familiares que son la base de la economía de subsistencia frente al “capitalismo salvaje”, donde una casta muy pequeña de los de arriba, profesan la religión donde las cosas se arreglan por el milagro del “dios” mercado, que por mas de dos décadas está demostrando su fracaso en el Perú.

 

- Aldo Tejada Guerrero es Analista Global

https://www.alainet.org/de/node/173646?language=en
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