Un nuevo día

02/08/2016
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Los eventos de la última semana siguen resonando en la conciencia nacional.

 

Los asesinatos sin provocación que cachacos hicieron en las calles del Medio Oeste norteamericano seguidos de los asesinatos de policías en Texas, nos muestran que se ha llegado a un nuevo momento en la más larga guerra interna de los Estados Unidos; guerra que nadie sabe cuándo ni cómo va a terminar.

 

El problema de la violencia policial, por supuesto, no es nuevo.

 

Cuando el Reverendo Doctor Martin Luther King Jr. lideró marchas en protesta contra la segregación racial en Selma, Alabama, en los años 1960, los policías no "ayudaron" a los que marchaban en protesta; los cachacos golpeaban salvajemente a quienes protestaban, porque se atrevían a violar las leyes injustas de supremacía de los Blancos. Los cachacos golpeaban indiscriminadamente a hombres y mujeres para proteger los privilegios blancos.

 

El puente Edmund-Pettus se volvió resbaladizo con la sangre de los Negros.

 

Hoy día, los policías matan con total impunidad; hombres, mujeres y niños negros, tales como Freddie Gray, Mike Brown, Rekiah Boyd, Tamir Rice, Eric Garner, y otros.--y no pasa nada. Grandes Jurados Secretos y jueces no tan secretos repetidamente sentencian, "homicidio justificable", y los cachacos asesinos son premiados con mejores puestos de trabajo.

 

"Buena labor" --y todo queda en nada.

 

Hoy, los medios de comunicación, los políticos y la policía llaman loco a Micah Xavier Johnson, que mató a varios policías en Dallas, Texas; y un político prominente lo llamó, "desquiciado mental".

 

Pero, si Micah Xavier Johnson es loco, ¿qué lo hizo loco?

 

¿Estaba Micah Xavier loco cuando fue a matar al pueblo de Afganistán para beneficiar al Imperio Norteamericano?  Quizás sus superiores lo entrenaron demasiado bien.

 

La opresión enloquece al pueblo.  La opresión lleva al pueblo a la locura. Cerebros tranquilos se vuelven mentes locas...  Mentes consumidas por la cólera, la furia y por los resentimientos.

 

Los medios de comunicación, sacerdotes, pastores y políticos van a maldecir a Micah Xavier, pero Micah ya está más allá de esas maldiciones.

 

Su vida ya era maldita porque él había nacido Negro en los Estados Unidos.  Esa ya es una maldición suficiente.

 

En1951, el gran poeta, Langston Hughes (1902-1967), escribió en su poema "Harlem":

 

¿Qué pasa a un sueño postergado?

¿Se seca

como una pasa de uva al sol?

¿O se inflama como una llaga--

Y después se descompone?

¿Apesta como carne podrida?

¿O se hace como azucarado pan de dulce --

como un caramelo de melcocha?

Quizás simplemente se hunde

como una carga pesada.

¿O estalla?

 

10-7-2016

 

(Traducción libre del inglés enviado por Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com, hecha en REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas)

 

--© ‘16maj

 

https://www.alainet.org/de/node/179215

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