Parte 1

La victoria de Trump no es imposible, pero casi. En otras palabras, es muy improbable que triunfe en las elecciones presidenciales de EEUU en noviembre de este año. A continuación, algunas de las razones.

Una parte importante del electorado estadounidense es predecible y está fidelizado con uno de los 2 partidos principales. Entre 1992 y 2012, en las contiendas presidenciales, el partido demócrata ha ganado invariablemente en 18 estados, capturando así 242 votos electorales de los 270 que deben recibir para obtener la victoria. El partido republicano, en las 6 elecciones pasadas dentro del periodo referido, ha ganado consistentemente en 13 estados, obteniendo 102 votos electorales de los 270 que he mencionado necesarios para vencer. De esa forma, los demócratas parten de una línea de base con 242 votos ganados, y los republicanos solo con 102.

Como señaló pocos días atrás el New York Times, la victoria se juega en aquellos estados indecisos o volátiles y, de manera más precisa, en los que ponderadamente representan mayor número de votos electorales. Recordemos que los comicios en EEUU no se basan necesariamente en el número de votos recibidos en su totalidad, como sí en la victoria dentro de los estados. Si ganas la mayoría de votos en un estado, esto se traduce en recibir los votos electorales de ese estado. Por ejemplo, si obtienes la mayoría de votos en Ohio, recibes 18 votos electorales; mientras que en uno como Florida, 29.

Dentro de los estados indecisos tenemos a Ohio, Pensilvania, Carolina del Norte, Virginia y Florida. Los analistas coinciden en señalar que prácticamente la única manera de que Trump venza es ganando en los 3 estados volátiles con mayor número de votos electorales, esto es: Ohio, Pensilvania y Florida.

Si los resultados de 2012 se repitiesen (en esas elecciones Obama ganó a Romney con 5 millones de votos de margen), pero solo variando los resultados de los 3 estados mencionados, Trump se quedaría con 272 votos y Hillary con 265.

Pero como decía, esto es casi imposible: desde 1988 ningún candidato republicano ha ganado en Pensilvania y hoy las encuestas dan 4.4 puntos por encima a Clinton sobre Trump. En Ohio, Clinton va liderando con 0.8 puntos y en Florida Trump va ganando por solo 0.3 puntos. 

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