Apuntes terminando septiembre

01/10/2018
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Las medidas económicas ahora ya dictadas por el FMI siguen, más aceleradamente, disminuyendo el poder adquisitivo de las trabajadoras y los trabajadores y esta realidad ocupa de manera más cotidiana las conversaciones diarias de las personas. Párrafo aparte merece la inflación en lo que refiere a los alimentos que siguen su ritmo ascendente por lo que resulta una tarea complicada alimentarse (estamos hablando de los hogares en los que los responsables tienen trabajo) Y esto se complica también con la imparable suba de tarifas.

 

Es decir, que lo mínimo que requiere un hogar, una familia, resulta inalcanzable y es cada día más difícil de alcanzar. Seguramente el endeudamiento (el general y el particular) cobra dimensiones desproporcionadas. Endeudamiento al que asistimos obligados y obligadas por las circunstancias. Dolorosa realidad del hambre hoy en los hogares más humildes y excluidos en este marco de desigualdad.

 

Por otro lado, el paro general realizado el lunes 24 y martes 25 de este septiembre, demostró un grado creciente (e innegable) de unidad y masividad, inédito para esta época en la que tanto descrédito recibe diariamente esta legítima medida desde el poder empresarial, transnacional y comunicacional. La marcha y movilización reunió a las dos CTAs al recientemente creado Frente Sindical para el Modelo Nacional, y a las organizaciones sociales, pero también participaron en la misma referentes políticos consustanciados con las acciones del movimiento obrero.

 

Es difícil saber en este contexto qué piensan las grandes mayorías independientemente de a quién hayan votado, y por fuera de la manipulación de la información, no sólo por lo que ya se dice en los medios de comunicación, sino por la misma fragmentación de la sociedad, por la colonización de la mente por medio de distractivos, distorsiones, entretenimientos y mentiras. Pero, ninguna manipulación puede llevarse adelante eternamente y en algún punto la realidad se impone. Empieza a activarse la intuición y la pertenencia de clase frente a las difamadoras noticias sobre las “pérdidas” del paro, que son irrelevantes frente a lo que podemos ganar con el mismo en la recuperación de nuestros salarios, aunque fuera sólo un punto de ellos.

 

Habrá que seguir el difícil camino de la Unidad y ahora con más urgencia de la organización también. En este sentido es altamente positivo lo que Jorge Duarte describe en su nota: “A lo lejos se escucha venir” (las otras CGT) donde describe acertadamente las realidades del mal llamado “interior”: “Oculto detrás de una CGT nacional de reflejos lentos, posicionamientos no del todo firmes y conducción atomizada, el sindicalismo peronista del interior reagrupa fuerzas, sube el voltaje de las protestas y le da lugar a las nuevas demandas de los sujetos sociales que representa. La potencia que le falta a las decisiones que se toman en las reuniones y plenarios de la calle Azopardo, puede verse en las regionales y seccionales de las provincias, donde la dirigencia sindical debe poner la cara frente a sus afiliados ante la crisis de los sectores productivos. Cuadros jóvenes que renovaron conducciones anquilosadas, mujeres que llegan a puestos de conducción y articulaciones entre espacios inimaginables hasta hace unos meses conforman un mapa sindical que, desde la periferia hacia el centro, adecúa su fisonomía a tiempos de resistencia”.

 

Nosotros y nosotras creemos que las medidas sindicales son la acción política más importante de estos tiempos, que no se limita a lo reivindicatorio, sino que también avanza en programas (como el del movimiento 21F), intersindicales, infinidad de movimientos de mujeres, acciones de solidaridad efectiva, y que todo este accionar debe articularse cada vez más con la acción de las organizaciones políticas. Para esto debemos tener claro que siempre partimos de la fragmentación impuesta y que la conciencia y el esfuerzo de miles y miles de mujeres y hombres colaboran, coordinan y refuerzan confluir en lo colectivo de manera de lograr acciones tan importantes como las del paro general donde el esfuerzo fue destinado a la unidad.

 

Dos cuestiones quedan claras frente al futuro cercano: el carácter antipopular y antinacional de las acciones del gobierno (a lo que se suma un grado inédito de cinismo en el discurso) que perjudican al conjunto del pueblo. O se está con el gobierno o se está con el pueblo.

 

La segunda cuestión, clara y plena como la luna llena, es que la división del campo popular favorece al gobierno, no importa si el que la practica lo hace consciente o inconscientemente, tampoco importa si el que practica la división pertenece a la política partidaria o gremial, y no es una cuestión de intenciones sino del esfuerzo que exige la situación actual. No importan los escollos y las dificultades diarias, la unidad, que siempre es del pueblo tiene que ser el ejercicio diario para enfrentar esta difícil situación, y es necesario comprender esta realidad para poder aportar lo mejor de nosotras.

 

Laura García Vázquez

Secretaria adjunta prov. de Buenos Aires CTA autónoma

 

 

 

https://www.alainet.org/de/node/195643
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