No tengo la más mínima duda que por este artículo seré señalada por muchos, con y sin criterio, de ser una pro-americana servil, anti-venezolana y anti-latinoamericana, sin descontar el epíteto que usa a menudo el gobierno con los que se identifican con el gigante del norte, es decir ¡pitiyanqui!

De una revisión en Google de 1.750.155 referencias, sobre el rol que ha jugado USA en los países de Latinoamérica y del Caribe en los últimos 150 años, no encontré ni una sola que dijese algo negativo, ni siquiera de refilón, de algún problema generado con cualquiera de esos países. Ni siquiera con Haití, el más indefenso de todos, lo cual da la impresión que tiene gas y petróleo mar afuera y ellos ni se lo imaginan, aunque sí lo saben USA y la mosquita muerta de Canadá.

Tampoco encontré una sola e íngrima evidencia que haga referencia del apoyo a numerosas dictaduras y escuadrones de la muerte, golpes de estado y todas esas cosas oscuras que a algunos trasnochados de oficio les encanta decir en cualquier medio comunicacional que medio les pare.

Asimismo, negativa e infructuosa fue la búsqueda de algún financiamiento y provisión de armamento pesado, así como del otro armamento, aún más pesado, como eso que llaman guerra psicológica o de cuarta generación, a algún grupo paramilitar, ONG o partido político de derecha o ultrísima derecha, para que causen problemas de toda índole en aquellos países que son muy, pero muy desobedientes y que quieren hacer lo que les da la gana. Lo de la guerra económica ha sido uno de los mejores cuentos.

Más sorprendida quedé, cuando ni remotamente hallé algo relacionado con la injerencia de las embajadas norteamericanas en los asuntos internos, de la naturaleza que fuesen, en los países de habla hispana. La colosal y grosera intervención o invasión de Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Cuba, Panamá, Dominicana y Venezuela lo inventaron en VEA, el Correo del Orinoco y la Hojilla.

Con relación a las invasiones de muchos países en nuestro continente y el Caribe, pareciera que es realismo mágico o visceralismo mágico de esos cuenta-cuentos, pues también fue negativa la cuidadosa revisión de esa descomunal cantidad de bibliografía. ¿Pueden imaginarse que esos tipos hayan elaborado o, mejor dicho, cocinado semejante fábula? A USA y que le interesa nuestro petróleo, los minerales industrial y militarmente estratégicos y el agua. Ja, ¡ habrase visto!

Todo lo descrito anteriormente me llevó a las siguientes conclusiones:

1) Por mucho tiempo ha habido gente, sin lugar a duda sin oficio, quienes se han dedicado a inventar meticulosamente muchos hechos atribuidos a los gobiernos norteamericanos, sin verificarlos ni comprobarlos, mucho menos ir a los sitios de los acontecimientos. Solo hacen mención, cual Uribe cualquiera, de falsos positivos y negativos, y de cualquier otro signo o chisme inimaginable.

2) Ningún gobierno norteamericano se ha pronunciado públicamente para reconocer todos los desastres, matanzas y torturas, golpes de estado, invasiones, crímenes y deportaciones de Estadistas y promisorios líderes sociales y militares, así como el ruleteo y la tortura de prisioneros en cárceles secretas en países aliados, que también se les achaca. Y no se han pronunciado simple y llanamente porque nunca han ocurrido. ¿Acaso alguna vez se ha sabido que alguien de la CIA, FBI, NSA, DEA, etc, haya reconocido un solo caso de intromisión y fechorías en otros países, de espionaje, asesinatos políticos y brutales genocidios y todo lo relacionado con el tema? Nunca, pues tampoco lo han hecho.

3) La revisión del material antes mencionado a lo mejor fue insuficiente, de tal manera que, para hablar con propiedad, ando ahora en un proyecto que cubrirá por lo menos 5 millones y 155 mil referencias bien minuciosas y más específicas, no vaya a ser cosa que me salga una como la del experimento médico con muchas personas que hizo el gobierno norteamericano en Guatemala en 1.946. A dichas personas sin que ellas supieran, las infectaron deliberadamente con sífilis y otras enfermedades, para ver qué pasaba y como se trataban. Con toda seguridad este es otro invento más de un tira piedra de la Revolución Bolivariana.

4) USA es el país más democrático y justo, sin ultra-racismo ni xenofobia, sin pobreza ni exclusión, paladín de la defensa de los derechos humanos e inhumanos, tanto en su propia tierra como en el resto del mundo. Además, es el país más respetuoso del derecho internacional y del principio de no injerencia en los asuntos de otros países, soportado todo ello por el ejército más poderoso del mundo, lo cual en algo ha ayudado y, por lo que venimos viendo con Venezuela, continuará; pero oigan muy bien, resistiremos. Si señores, ¡vaya que resistiremos!

1 de julio de 2020

josefcontre@gmail.com