Debemos mantener la salud ecológica de los humedales

A pesar de su enorme valor biológico, social, cultural y económico, los humedales se pierden y degradan cada día por el lobby del sector minero, inmobiliario y parte del agropecuario. Argentina necesita urgentemente una ley que establezca presupuestos mínimos de protección.

02/02/2022
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Los humedales son zonas de tierra inundadas de forma temporal o permanente, muy valiosos para el medio ambiente por los múltiples servicios que ofrecen, incluido la captura y almacenaje de CO2 atmosférico

 

Más de mil millones de personas dependen de ellos para su sustento y el 40 % de las especies de la Tierra viven y se reproducen en humedales. A su vez, más del 25 % de todas las plantas y animales de los humedales están en peligro de extinción.

 

Argentina cuenta con más de 600.000 km² de humedales (21,5% de la superficie) que incluyen: esteros, bañados, lagunas altoandinas, mallines, turberas, pastizales inundables, pantanos, acuíferos subterráneos, , albuferas, deltas, rías y marismas.

 

El agua de los humedales puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias o de napas subterráneas. El régimen hidrológico puede ser muy variable en cuanto a la frecuencia e intensidad de la inundación y permanencia del agua.

 

Estos ecosistemas fundamentales para la vida, están desapareciendo a un ritmo tres veces superior al de las masas forestales.

 

Conservar los humedales

 

Los humedales contribuyen de modo decisivo al bienestar humano al desempeñar funciones de las cuales se derivan múltiples beneficios. Por ejemplo, son fuentes de agua, mitigan sequías e inundaciones, suministran alimentos, albergan una rica biodiversidad, almacenan carbono, son ejes de recreación y turismo, entre muchos otros servicios ecosistémicos.

 

Abastecimiento de agua

 

Los humedales retienen y almacenan agua, encontrándose ésta disponible para consumo humano, producción y sostenimiento de la vida silvestre. Muchos humedales actúan como filtros que pueden eliminar sustancias tóxicas de los cuerpos de agua.

 

Amortiguación de las inundaciones

 

Los humedales desempeñan un papel importante en el control de las inundaciones. Pueden actuar como esponjas, absorbiendo el agua de las lluvias y las crecientes de los ríos.

 

Provisión de alimentos, medicinas y materiales

 

Los humedales generan gran variedad de productos de plantas, animales y minerales que son utilizados por personas de todo el mundo. Los productos de los humedales varían desde los alimentos básicos como el pescado, sal, plantas medicinales, tallos y hojas para la fabricación de tejidos, y forraje para animales.

 

Diversidad biológica

 

Muchas especies de flora y fauna silvestres amenazadas dependen completamente de los humedales. Son hábitats de suma relevancia para especies migratorias como las aves.

 

Son “un as en la manga” frente al cambio climático

 

Los humedales desempeñan funciones críticas en la mitigación del calentamiento global. Por un lado, son importantes sumideros de carbono y, por ende, su destrucción libera gases de efecto invernadero, en tanto que su restauración y creación los convierte en reductores de gases de efecto invernadero (GEI).

 

Los humedales constituyen una solución natural al objetivo de reducir las emisiones mundiales de carbono en un 55% antes de 2030 y ser climáticamente neutra en 2050.

 

Recreación y turismo

 

La belleza natural y la diversidad de la vida animal y vegetal de muchos humedales hacen que sean lugares de destino turístico y recreativo muy apreciados. Son sitios de relevancia para desarrollar actividades de educación ambiental.

 

Estabilización de costas y protección contra tormentas

 

Las marismas salobres y otros humedales costeros sirven como primera línea de defensa contra las tormentas, reduciendo el impacto de las olas; mientras que las raíces de las plantas fijan los sedimentos y retienen nutrientes. En el caso de los deltas, la sedimentación permite la creación de nueva tierra.

 

Ramsar

 

 La Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, se conoce en forma abreviada como Convención de Ramsar, se aprobó en la ciudad iraní de Ramsar el martes 2 de febrero de 1971 y entró en vigor en 1975. Tiene como objetivo la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales, y la cooperación internacional como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo.

 

Es un tratado mundial ratificado por 172 países, entre ellos Argentina como Parte Contratante de Ramsar (Estado miembro) desde el 4 de noviembre de 1992, para proteger los humedales y promover su uso racional.

 

El texto actual de la Convención, enmendado en 1982 y 1987 en español, se encuentra disponible en el siguiente link: https://www.ramsar.org/sites/default/files/documents/library/current_convention_s.pdf

 

Para lograr sus objetivos, la Convención trabaja con una red mundial diversa de asociados, entre los que figuran Organismos y convenciones mundiales, organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales y destacadas empresas privadas, entre otros.

 

La Argentina ratifica este Convenio recién en el año 1991, mediante Ley 23.919 y la modifica mediante ley 25.335.

 

La política no responde

 

La Ley de Humedales es una normativa postergada desde el año 2012. En todo este tiempo, obtuvo dos medias sanciones del Senado en 2013 y 2016, pero nunca llegó a la Cámara de Diputados. Durante 2020 se presentaron 15 proyectos de ley en la Cámara de Diputados y en el Senado para regular los humedales en la Argentina.

 

A finales del mes de noviembre de 2021, más de 380 ONGs, Institutos de Investigación, grupos y diferentes movimientos de todo el país convocaron a un “tuitazo” para exigirle a la Cámara de Diputados de la Nación que dé media sanción al proyecto de Ley de Humedales (clave para mitigar la crisis climática). No obstante, el Congreso Nacional repitió la historia de los proyectos de 2013 y 2016, decidiendo que pierda estado parlamentario por tercera vez.

 

Conclusión

 

A pesar de su enorme valor biológico, social, cultural y económico, los humedales se pierden y degradan cada día.

 

El sector minero, del mismo modo en que oportunamente batalló contra la Ley de Glaciares se opone a la aprobación de la Ley de Humedales, acompañado por un sector agropecuario, el lobby de desarrollo inmobiliario, la presión de varias provincias y una parte de la dirigencia política.

 

Argentina necesita urgentemente una Ley de Humedales que establezca presupuestos mínimos de protección.

 

Deseamos que las tensiones entre empresas, productores y conservacionistas puedan disminuir o desaparecer buscando armonizar el desarrollo económico, social-cultural y la sustentabilidad de los humedales, para lograr acuerdos necesarios en esta controversia que hoy se plantea.

 

* Presidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN), experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y Comunicación y Educación (CEC).

https://www.alainet.org/de/node/214842
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