Llega el cambio a Centroamérica
09/02/2014
- Opinión
Las elecciones presidenciales realizadas el domingo pasado en Costa Rica y El Salvador pueden interpretarse como el inicio de un importante cambio en América Central, donde aún quedan resquicios de los pasados gobiernos militares en los países que sufrieron dictaduras y sistemas limitantes en aquellos en que los gobiernos civiles no se han renovado.
Empecemos por Costa Rica, presentada como ejemplo durante muchos años, sin que se hicieran referencias a sus limitaciones y se intentara presentar al país como modelo en el marco de lo que se da en llamar socialismo democrático, sin que se perfilen con claridad sus definiciones y alcances.
El período en que Costa Rica pudo considerarse una experiencia a analizar fue durante el gobierno del presidente José Figueres, quien realizó cambios de importancia en diversos rubros.
Se tiende a considerar solamente el hecho de que haya suprimido el ejército, lo que subsiste hasta hoy, pero hay otros cambios que no se mencionan y que, curiosamente, han sido señalados por algunos consultores que realizaron informes para la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, la CIA.
Allí se señalaba que la oligarquía centroamericana era inepta y corrupta y que después de Figueres no había nada. Eso resulta más interesante aún si se considera que el ya fallecido mandatario nacionalizó la industria y la banca privada y reformó el sistema educativo.
Los gobiernos que lo sucedieron no ahondaron en el cambio, es más, mientras el ahora ex presidente Oscar Arias era un opositor al sandinismo nicaragüense, Figueres lo apoyó y le habría prestado su viejo avión fumigador para que lo usaran como bombardero en la guerra contra la dictadura de Somoza, aunque según algunos, había que tirar las bombas a mano.
En el gobierno de Arias se puso de relieve la necesidad de hacer cambios y así surgió la figura de Guillermo Solís, que pertenecía a Liberación Nacional y que optó por marginarse y fundar un nuevo partido de centro-izquierda, el Partido Acción Ciudadana, PAC.
Solís fue el ganador de la primera ronda electoral y se medirá con Johnny Araya Monge, de Liberación Nacional, porque ninguno de los postulantes superó el 40 por ciento de los votos.
Hay quienes consideran que la gestión de la actual presidenta Laura Chinchilla jugó un rol importante en este retroceso de Liberación Nacional, pero la pérdida de apoyo interno venía desde antes y entre sus razones ha jugado un rol importante la dependencia política de Estados Unidos de los últimos gobiernos.
El Salvador
En contraste con lo sucedido en las elecciones costarricenses, en El Salvador el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, que antes fuera una organización popular armada que luchó contra las dictaduras, obtuvo una votación que por décimas no le dio el triunfo en la primera ronda electoral.
Su candidato, Salvador Sánchez Cerén, de 69 años, era maestro rural antes de incorporarse al combate contra la dictadura. En el actual gobierno, que preside Mauricio Funes, ocupó la vicepresidencia y fue, a la vez, Ministro de Educación y dirigió el programa mediante el cual se les dieron a los niños de escasos recursos uniformes y útiles escolares.
Sánchez Cerén obtuvo el 48.94 por ciento de los votos, le faltó poco para ganar en la primera ronda electoral. Su rival Norman Quijano, candidato de la coalición derechista que desató la represión que costó tantas vidas, incluida la del Arzopispo Romero, obtuvo el 38.98 por ciento.
La prensa de derecha, que respaldó a los gobiernos de la represión, publica ahora violentos comentarios pagados o de colaboradores por los cuales no se hacen responsables, en los que señalan que “los rojos” ya no se oponen a las elecciones sino que las manipulan, pero no prueban sus dichos.
Y así como le formulan cargos al presidente Funes por haber llegado a un acuerdo con las bandas criminales, que consistiría en beneficios carcelarios a cambio de reducir la violencia que dejaba un promedio de 15 muertos diarios y que ha disminuido a 4 o 5, la derecha salvadoreña se vuelve también ahora contra personeros salidos de sus filas.
El ex presidente Antonio Saca, que postuló en forma independiente, podría sumar sus votos a los del FMLN en la segunda ronda electoral, lo que ha provocado airados pronunciamientos en sus ex aliados.
Signos de cambio
Los resultados de estas dos elecciones indican claramente que algo ha cambiado en América Central, que fue objeto de golpes de Estado y numerosos otros tipos de intervención foránea cuyo objetivo era mantener a esa región bajo la influencia estadunidense.
Estos se atribuye a causas diversas, entre las que se pueden señalar los cambios ocurridos también en América del Sur, donde las dictaduras tuvieron que batirse en retirada y la influencia estadunidense no logró ganar la batalla porque no pudo recurrir a la fuerza, como sucedió con la implantación de regímenes militares en esa región.
Y sin lugar a dudas que un factor de gran importancia han sido los avances logrados en materia de integración y el surgimiento de organismos que la promueven y que han alcanzado importantes logros como lo indica la reciente reunión del Celac.
Por estas mismas razones lo que ocurra en América Latina en su conjunto y en su relación con las naciones del Caribe, adquiere mayor importancia.
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