¿De qué horror hablamos...?

Nicolás Alessio

16/09/2001

Opinión

^-A ⁺A

"No atender a la exigencia de la justicia podría favorecer el surgir de una tentación de respuesta violenta por parte de las víctimas de la injusticia...Las poblaciones excluidas de la distribución equitativa de los bienes, destinados en origen a todos, podrían preguntarse: por qué no responder con la violencia a los que en primer lugar, nos tratan con violencia?" Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Socialis, 1987, n° 10 Una vez más la mayoría de los periodistas y de los medios de comunicación social se dejan llevar por el vértigo informático. Por las imágenes. Por lo inmediatista. Por lo que pueden captar las cámaras. Y hablan del terror. Y hablan del horror. Y hablan de la barbarie. Y hablan de los criminales asesinos. Y pareciera que el "terror" es solo cuando lo padecen los norteamericanos. Y los responsables del horror son "los musulmanes". Y la barbarie es "oriental". Y los "criminales asesinos" son siempre "otros". Y se preguntan qué pasará mañana. Pero parece que no se preguntan qué pasa hoy. Y no se preguntan por que se han ganando tanto odio. Y se preguntan cuántas víctimas son, y no se preguntan cuántas víctimas ya fueron. Y se preguntan por el futuro de la economía mundial, cuando en realidad la preocupación es por sus negocios financieros. Y se alarman por el cierre de las bolsas de comercio y no se preguntan por el hambre de millones de seres humanos (¿habrá que recordar que también son seres humanos?) del si esa venganza es ilegal. Rambo puede hacerlo sin necesidad de leyes, él es la ley. Más todavía, son "el bien" que enfrentará al "mal" según el desquiciado discurso presidencial. Y en los países obsecuentes rápidamente se decidieron medidas de seguridad para cuidar los bienes del imperio. Y jamás tienen la misma celeridad para cuidar la vida de los marginales. Y encendidos y compungidos mensajes hablaron de "defender la libertad y la seguridad". Claro, la libertad y la seguridad del imperio, la libertad y seguridad de los amos. ¿Y nadie defiende la libertad de los esclavos?. Y se anuncia una posible "recesión mundial". Para nosotros la "recesión" no es ninguna novedad. El "terror" no es ninguna novedad. Nuestras víctimas agonizan lentamente, y no tienen tanta prensa. La muerte temprana no es ninguna novedad. Y tal vez deban preguntarse que pasa con "el nuevo orden internacional" inaugurado por George Bush padre, al terminar la Guerra del Golfo en 1991. Ni "nuevo", ni "orden". Viejos imperialismos con pies de barro. Nos duelen éstas víctimas. Pero la responsabilidad no está ni única ni principalmente en los kamikazes o supuestos países o grupos "terroristas". La destrucción de las Torres Gemelas y el ataque al Pentágono no es un hecho aislado, puntual. Y tampoco debiera dar lugar a discusiones teóricas como la de "violencia sí, violencia no". Es un corolario trágico, histórico, concreto, de responsabilidades y prepotencias de los "ricos y famosos". El terrorismo hegemónico, disimulado, sin piedad, prepotente y burlón, ejercido por los imperios, no es aséptico, inocente. Nos duelen estas víctimas. Pero sin hipocresías, sin "rasgarnos las vestiduras". También nos duelen las "otras", las que pareciera que no cuentan.

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