El pistolero del siglo sigue con su política de tierra arrasada, bombardea en Afganistán, Palestina, Filipinas, Irak, Yugoslavia, Colombia, etc., etc., el típico método de llenar con bombas y muertos los territorios que desea usurpar para bien de las multinacionales es puesto a prueba todos los días mientras la ronda macabra compuesta por banqueros, industriales, dictadores, políticos corruptos, militares y la santa madre iglesia aplauden y acompañan. Estados Unidos, desde sus primeros años de conformación, dejó entrever su deseo gigantesco (como sus torres) de monopolizar el poder a cualquier precio; asesinó la población aborigen, desalojó a sus rivales colonialistas europeos del área de influencia (Latino América) y después se abalanzó sobre el mundo como pirata colonial. La fuerza militar y económica acumulada en su larga trayectoria delictiva- terrorista le permite levantar su economía sobre miles de muertos del tercer mundo haciendo oídos sordos de las voces de protesta y repudio. El terrorismo y demás métodos paralelos son sus prácticas favoritas. En la segunda guerra europea no solo impulsó a los nazis sino que después de la derrota ante el ejercito rojo, protegió a los más altos criminales de la SS y los vinculó al trabajo con la temible CIA tanto en Europa como en el resto del mundo; Klaus Barbie en Francia y la famosa "Colonia Dignidad" en Chile son solo dos ejemplos. En América Latina la actividad terrorista de los Estados Unidos es permanente y para esto cuenta con el respaldo de los elementos mas descompuestos de la sociedad, ejemplos de ellos sobran: Videla, Pinochet, Duvalier, Noguiera, Banzer, Zomosa, Ríos Montt, Tapias, Bedoya, Uribe Vélez, Gaviria, Turbay, Serpa, Rubiano Sáenz, etc. Se podrían llenar páginas enteras con los nombres de los terroristas y auxiliadores incondicionales del terrorismo norteamericano, que le garantizan al Tío Sam las riquezas nacionales. Las acciones terroristas de EEUU sobre el resto del mundo son numerosas y ante todo dolorosas: el robo del norte de México, robo de Panamá, Invasión de Guatemala, Haití, Granada, Bahía Cochinos, los golpes militares en República Dominicana, Brasil, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay con los resultados que todos conocemos: la pobreza en Latino América y la riqueza en el norte. El terrorismo es pues el arma fundamental que los Estados Unidos usa para mantener sus privilegios de potencia, sus acciones van acompañadas siempre de justificaciones políticas pobres, que se desmoronan solas porque se basan en la mentira y tergiversación que les facilitan los medios de información, de los que son dueños. Sus actos funestos son revestidos con flamantes nombres para darles popularidad: "Lucha contra la droga" cuando se lucran de ella, "Luchadores de la libertad" cuando buscan imponer un dictador, "Lucha contra el terrorismo" cuando lo que buscan es imponer sus intereses a punta de bombas, hambre y terror. Las acciones que desarrolla EEUU a nombre de los hechos del 11 de septiembre, no son más que la continuación de la política que ha mantenido durante toda su existencia como Estado, donde el saqueo, el robo y el ultraje a los pueblos se cometen a nombre de la libertad y la democracia, que al parecer solo a ellos les pertenece y solo ellos pueden disfrutar. De modo que raro no es y mucho menos extraño que las bombas sigan cayendo sobre Colombia, para satisfacción gringa.