Los imposibles cinco meses de espera
15/12/2002
- Opinión
Caracas ya no conoce la tranquilidad. Una curiosa unión sagrada entre
una rama muy politizada del sindicalismo y los sectores más
conservadores del patronato está implicada en una huelga abiertamente
insurreccional en contra del presidente Chávez. Esta huelga viene
después de una incesante agitación en donde los llamados a las
marchas están seguidos por llamados a contra marchas, los "trancazos"
o bloqueos físicos de las carreteras, seguidos por "destrancazos", y
todo ello en un ambiente que se podría calificar de golpe de estado
permanente. La paradoja, al menos en apariencia, es que el
problema parece reducirse, a una nínima cuestión de fechas para un
referéndum plebiscitario con por un lado, un presidente dispuesto a
hacerlo, siguiendo los preceptos constitucionales, en el mes de
agosto 2003 y, por otro, la cúpula mas radical de la oposición, que
quisiera imponerlo en el mes de febrero.
Un observador exterior al percatarse del desastre provocado por la
agitación; la violencia, y el caos, estará llevado a preguntarse,
"si ya estamos en diciembre, qué mas les da esperar hasta el mes de
agosto, para hacer el referéndum y poder así regresar a la normalidad
durante algunos meses? Ahí esta la palabra" normalidad" . De hecho si
tuviera que haber un término prohibido en el diccionario de los
putschistas de Caracas y sus inspiradores, bien podría ser este.
Porque para esta clase de oposición, lo único que cuenta es mantener
la agitación, ocupar toda la atención del gobierno, para hacer frente
al caos así prefabricado , impedirle seguir la imprescindible
transformación del país y , sobretodo , por la serie de resultados
positivos que empezaba a obtener y que los cinco meses pendientes
permitirían confirmar.
Así; se podrá decir, frente a la obstrucción permanente, que este
presidente no ha hecho nada, que su modelo de transformación
pacifica de un país tan rico como injusto no funciona, y que en
resumidas cuentas, basta con volver al puntofijismo de siempre y a
la versión made in Bush de la mundializacion que Washington quiere
imponer a toda América Latina.
Hay que reconocer sin embargo que este presidente, que para más
señas es mestizo, ha cometido todos los crímenes concebibles, para
merecer que las mayores fortunas Venezolanas y sus aliados
internacionales le tengan semejante colección de castigos. Para
empezar se interpuso a los potentes intereses cuando paro la
privatización de la empresa del petróleo PDVSA. Y esto último porque
declaró que era un recurso imprescindible para la nación, después al
poner en obra una reforma agraria que obliga a los grandes
propietarios de cultivar las tierras que dejan sin cultivo con el
fin de una eventual especulación o de ser expropiados a favor de los
campesinos sin tierras . También ha establecido con la ley de pesca
la creación de una zona costeña de 80 kilómetros reservada a los
pescadores, poniendo así un término a los hábitos de las industrias
pesqueras que se apoderaban de todo el litoral.. A la vez estableció
que no solo la educación publica iba a ser gratuita sino que habría
también un sistema de guardia de los niños, incluido por las tardes,
para que las madres pudieran ir a trabajar (sobre todo aquellas que
están solas con sus hijos). Además y para colmo el gobierno les
asegura a estos niños dos comidas diarias. Desde que Chávez esta en
el poder más de un millón de niños se ha beneficiado de este tipo de
escolarización. Claro esta todo ello tiene un coste, y es ahí es
donde se encuentra el problema, porque en este país desbordante de
recursos, como en la mayoría de los países latinoamericanos, hay
profundas desigualdades en la redistribución de la riqueza
nacional. Asi según una fuente a la que no se puede sospechar de ser
de extrema izquierda(1), el 10% de los pobres tienen que contentarse
del 1;6%. Lo que explica que el 80% de la población viva en
condiciones de gran pobreza, y esto a pesar de que el país ya ha
recibido gracias a sus exportaciones petroleras la suma equivalente a
20 planos Marshall(2). Con semejante balance, es imposible entablar
una serie de reformas sin atacarse a antiguos privilegios.
No es de extrañar, pues que entre los arquitectos de la protesta que
hoy estremece a Caracas se encuentren altos ejecutivos de la empresa
petrolera cuyos ingresos básicos se sitúan entre 20 y 50 mil dólares
mensuales (a los cuales hay que sumarles comisiones diversas). No es
tampoco extraño el que empresas norteamericanas como Exxon-Mobil,
Chevron, o la española Repsol manifiesten su impaciencia ante este
presidente que tuvo la indelicadeza de frustrar el proceso de
privatización del petróleo y de confirmar por vía institucional que
pertenece al país entero y para siempre. Ni tampoco, la curiosa
convergencia registrada al principio entre los disturbios en las
calles de Caracas y la huida de capitales fomentada en Wall Street
con el mismo objetivo de terminar con este proceso iconoclasta. En
cambio es muy extraño que la unión Europea no haya reaccionado aun
frente al comportamiento muy antidemocrático del señor Aznar, quien
durante su presidencia de la UE, hizo todo lo que pudo para apoyar
el golpe de Abril cuando los mismos conjurados de hoy intentaron
volcar al presidente y eso durante 48 horas. Y que ahora mismo cuando
es patente urbi et orbi que hay otro complot, la actual presidencia
de la UE, cierra los ojos y se limita a lanzar llamados piadosos a
la concordia. Es una forma muy atimorada en efecto de apostar en la
deterioración de la situación cuando la moral política exige, si se
quiere ser coherente con sus proclamas de fe democrática, la condena
de semejantes actuaciones putschistas.
Como en Chile en el 73 o en el Nicaragua Sandinista de los años 80,
la Venezuela de hoy vive uno de estos raros momentos de la historia
latinoamericana en el que los olvidados de siempre logran tomar el
poder, y esto, colmo de la impertinencia, por la vía democrática.
Por eso los que nunca toleraran esto, están decididos a no dejarles
ningún plazo, ni siquiera de cinco meses.
* Vladimir Caller, periodista peruano.
Notas:
(1) http//www/cia.gov/publications/factbook/geos/ve
(2) Ignacio Ramonet, "Le Monde Diplomatique", octobre 1999.
(1) http//www/cia.gov/publications/factbook/geos/ve
(2) Ignacio Ramonet, "Le Monde Diplomatique", octobre 1999.
https://www.alainet.org/en/node/106777?language=es
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