Avances de las mujeres iraquíes impiden a Bush usarlas como pretexto

12/03/2003
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La defensa de los derechos de las mujeres no figura entre las justificaciones mayores que ha adelantando el gobierno estadounidense para su plan de guerra contra Iraq. El silencio en torno a este tema en el caso iraquí es aún más contundente dado el caso de Afganistán, en el cual el gobierno estadounidense promovió sus ataques como una misión de rescate para las afganas en particular y para la población afgana en general. Y es que el presidente de Estados Unidos, George Bush, no ha podido utilizar a las iraquíes para promover esta posible guerra porque su situación, bajo el régimen de Saddam Hussein, es favorable respecto a mujeres en la mayoría de los países árabes. En una región donde la mitad de las mujeres no pueden ni escribir ni leer, el índice de mortalidad materna es del doble que el registrado en Latinoamérica y cuatro veces superior al del este de Asia, las mujeres iraquíes han tenido acceso a la educación, el empleo, igualdad de salarios, guardarías, y vacaciones por razones de maternidad, según la Organización no Gubernamental, Madre, con sede en Nueva York. Un reciente estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP en inglés) pone a Iraq en primer lugar entre los países árabes en cuanto a la situación de sus mujeres. Tomando en cuenta su participación numérica en la vida política y profesional y el promedio de sus salarios, el UNDP pretendió medir la situación de las mujeres árabes de 14 países. Aunque el mismo estudio señala que por lo general los países árabes han progresado mucho en el acceso a la educación para las mujeres, también advierte que los países árabes constituyen una tercera parte de todos los países que no han ratificado la Convención Para la Eliminación de Todas Formas de Violencia Contra la Mujer. Iraq, en cambio, fue uno de los primeros países árabes que firmó esa convención en 1986. Amenazadas por la cruzada de Bush Una nueva guerra de Estados Unidos y sus aliados contra Iraq ponen en riesgo estos logros en materia de derechos de las mujeres. Antes de 1991, cuando una coalición internacional de 21 países atacó Iraq para obligarlo a desocupar al vecino Kuwaitt, Naciones Unidas describió a Iraq como un país de mediano a alto ingreso con una infraestructura social moderna. La Organización Mundial de la Salud (OMS), describió entonces a los hospitales y otros recursos médicos del polémico país árabe como los mejores en todo Medio oriente. Todo esto o ha cambiado o cambiará. Según los estudios "Daño Colateral" (noviembre de 2002) y "Nuestra Responsabilidad Común" (enero de 2003), la situación de las mujeres iraquíes ya ha empeorado bastante después de la Guerra del Golfo en 1991. Ambos estudios, hechos por organizaciones internacionales no gubernamentales, señalan que tanto las mujeres como los niños serán los más afectados por una nueva guerra. Según datos recogidos por investigadores, académicos, y profesionales de la salud, en los hogares iraquíes entre el 20 y el 26 de enero de este año, "Nuestra Responsabilidad Común" publicado por el International Study Team, presenta una visión desalentadora de cómo es la situación actual de las mujeres, niños y familias iraquíes. La destrucción de la infraestructura de Salud en el país ha obligado a las mujeres a convertirse en enfermeras de sus familiares mientras que las sanciones han creado más tareas domésticas para ellas. La escasez de alimentos las ha llevado a pasar más horas por día en la búsqueda y la preparación de la comida, ya que en la sociedad iraquí las mujeres son las principales encargadas de dar de comer a sus familias. Las secuelas del embargo para las mujeres Más tareas domésticas y una situación de suyo sombría significan que actualmente una tercera parte de las niñas no asisten a la escuela primaria, mientras que 26 por ciento de las mujeres no tienen una educación y 38 por ciento solamente tienen educación del más básico nivel. Otro indicador del sufrimiento de las iraquíes es el alto índice de viudez (10 por ciento). Además de este sufrimiento por los efectos sobre la población civil de otra eventual guerra, es posible que las iraquíes sentirán el sufrimiento del combate. Reportes no oficiales sugieren que dos millones de mujeres iraquíes han recibido entrenamiento en el uso de armas, lo cual es particularmente alarmante dada la posibilidad de una ofensiva en tierra por las tropas de Estados Unidos. El estudio "Collateral Damage" de la organización Medact, afirma que la situación de las iraquíes ha empeorado no sólo por el aumento de sus obligaciones familiares (con la pérdida de seres queridos) sino también por una feminización del desempleo y una diferenciación cada vez más grande entre sus niveles de educación y los de los hombres. El equipo de Medact se preocupa por la reaparición en áreas rurales de la costumbre de casar a las adolescentes y por el aumento en la prostitución y tráfico de personas. Estudiosos de la situación de la mujer iraquí señalan que estos retrocesos en materia de derechos humanos habrán de continuar e incluso acelerarse en caso de una nueva guerra. El cambio de régimen que propone Bush podría llevar al poder a grupos islámicos menos receptivos a los derechos de las mujeres, teme la organización Madre. * Carina Carriedo/CIMAC
https://www.alainet.org/en/node/107092
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