Ante el horror que vive Palestina, guardar silencio es inmoral

01/07/2006
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Tal como lo anunciáramos en el No. 38 del 19 de mayo 2006 de El Traductor Gráfico, el Estado de Israel se está posicionando para una acción militar a gran escala en Medio Oriente cuyo objetivo principal y ulterior es un ataque feroz contra Irán. Esta iniciativa israelí arrastrará a los Estados Unidos y sus aliados a una guerra cuyas consecuencias y posterior desenlace resultan difícilmente previsibles. El uso de armamento nuclear táctico por parte de Israel y Estados Unidos en esta inminente agresión a Irán y otras naciones de la región, es un secreto a voces que desataría una verdadera hecatombe mundial de la que la Argentina no podrá desentenderse. El puntapié inicial de esta "crisis" que prepara el sionismo internacional, pareciera conformarlo la reciente captura de Gilad Shalit, un cabo de 19 años de las Fuerzas de Defensa Israelíes (o sea, el ejército de invasión del Estado de Israel en Palestina), por un sector de acción directa de la Resistencia de Hamas. Resulta claramente obscena, aunque previsible, la manera en que este episodio es presentado en forma siempre favorable a Israel por los poderosos multimedios de este perverso Nuevo Orden Mundial: CNN, Fox, BBC, New York Times, Washington Post y, en nuestro país, el grupo Clarín, La Nación y Página 12, entre tantos otros. Los mismos brindan amplísima cobertura a este caso, al tiempo que soslayan o abiertamente ignoran la realidad del terrorismo de Estado perpetrado por el gobierno invasor y genocida instalado en Israel en contra del pueblo palestino. Incluso, algunos medios internacionales hablan del "secuestro" de este jóven soldado israelí, cuando es obvio que un combatiente regular no puede ser "secuestrado", sino capturado - como ha sido en este caso - por la Resistencia Armada palestina, una nación invadida y ultrajada por las fuerzas del sionismo internacional desde hace casi sesenta años. La importancia que se le otorga a este soldado israelí está en franco contraste con la poca o nula importancia dada, por ejemplo, al asesinato de una familia de palestinos en una playa de Gaza hace pocas semanas por la artillería de una nave israelí, o la muerte de decenas de miles de iraquíes, afganos y palestinos a manos de norteamericanos, ingleses e isralíes desde el 11 de septiembre de 2001. Extraña "democracia" la que hoy impera en el "Nuevo Orden Mundial" que a diario nos da a entender - parafraseándolo al gran escrito inglés George Orwell - que "todos somos iguales, pero algunas pequeñas pero poderosas minorías son INFINITAMENTE más iguales que la vasta mayoría de la humanidad". La pregunta clave, entonces, radica en saber ¿cuánto vale realmente un militar israelí en este Nuevo Orden Mundial? ¿Un israelí vale diez veces más que un palestino? ¿O mil veces más que un palestino...? ¿o, incluso, vale cien mil veces más que un palestino? Con idéntico criterio, podemos observar que un soldado norteamericano es cien, mil o cien mil veces más valioso que un mero ciudadano iraqui o afghano. La prensa norteamericana e internacional permanentemente se rasga las vestiduras por los 2.600 combatientes norteamericanos muertos en Irak desde que ese país fuera ilegalmente invadido en marzo 2003 por el gobierno neoconservador pro-sionista de George W. Bush, Dick Cheney, Donald Rumsefeld y Condoleeza Rice, al tiempo que guarda elocuente silencio sobre los 150.000 a 200.000 iraquies asesinados por esos mismos invasores. Y todo, sopretexto de una vil mentira acerca de inexistentes armas de destrucción masiva... La Hora de Sacarse la Careta Por eso, ante esta guerra que ya ha comenzado El Traductor Gráfico invita a la opinión pública argentina a requerir a nuestros dirigentes y a la prensa nacional a tomar una posición clara ante la tragedia que hoy vive Palestina. Si en este Nuevo Orden Mundial - antidemocrático, imperial y autocrático - todos decididamente NO somos iguales, por cuanto un israelí o un estadounidense o un británico valen por 10, 100, 1.000, 10.000, 100.000 o 1.000.000 de palestinos, o iraquíes, o afganos, o -¿porqué no? - argentinos, entonces al menos alcemos nuestra voz obligando a los genocidas dueños de este mundo - y a sus voceros locales en la Argentina - a quitarse la careta de la hipocresía y admitan abiertamente que hay pueblos elegidos que valen mucho más que el resto de la humanidad. Blanquéemos, al menos, el hecho de que este mundo es cualquier cosa MENOS "democrático". Blanquéemos de una vez por todas, que ciertas minorías mandan en este Nuevo Orden Mundial con puño de hierro, gracias a que disponen de armas de destrucción masiva, aplican torturas, perpetran genocidios, asesinatos e invasiones; o sea, porque tienen el Poder para imponer su voluntad sobre la vasta mayoria de la humanidad y lo usan sin titubear. Comprendámoslo de una buena vez: en este Nuevo Orden Mundial, el Imperio anglo-estadounidense-israelí, que reúne a menos de 400 millones de personas (o sea, el 6% de la población mundial), hoy cumple el rol de carcelero y victimario del 94% restante de los habitantes de este triste planeta. Esta terrible realidad no es ajena a nuestro país, ya que desde hace doce años y delante de nuestras propias narices, esas mismas fuerzas del sionismo internacional a través de Estados foráneos como Israel y Estados Unidos, aliados a oscuras fuerzas internas dentro y fuera del Gobierno Argentino, buscan fabricar una inexistente "pista" entre el atentado a la AMIA y supuestos grupos islámicos vinculados a Irán y Siria. Si este fraude finalmente prospera, entonces la Argentina se verá arrastrada dentro de la guerra de rapiña y conquista planetaria del sionismo internacional, planificada desde sus centros más evidentes en Jerusalén, Washington DC, Nueva York y Londres. ¿Cuál es la posición de las organizaciones judías de la Argentina? Por eso, ante las horrorosos imágenes recibidas a diario desde la martirizada Palestina a manos de la ferocidad israelí, observamos con cierta sorpresa cómo las organizaciones de la comunidad judía en la Argentina - usualmente defensoras de los derechos humanos y de la paz - esta vez parecen decididas a mantener un silencio ensordecedor. Sería muy bueno para la fibra moral de nuestro país si estas organizaciones enviaran un mensaje claro e inequívoco a la ciudadanía argentina y al mundo entero, condenando la locura genocida y el frenesí asesino que desde hace años inspira a los sucesivos gobernantes del Estado de Israel. El primer ministro israelí Ehud Olmert acaba de bombardear la sede del gobierno palestino; amenaza con asesinar a millones de hombres, mujeres, niños y ancianos palestinos incluído al propio jefe de gobierno de la Autoridad Palestina Ismael Haniyeh; sistemáticamente viola la soberanía de Siria, y su gobierno permanentemente propaga un odio enfermizo urbi et orbi, todo en nombre de "un soldado israelí capturado". ¿Será la crisis desatada por Israel en torno a la captura del cabo Gilad Shalit el buscado detonante para una agudización artificial de la "crisis regional en Medio Oriente" que habrá de culminar con un ataque israelí a Irán (ver nuestro análisis más abajo)? La opinión pública argentina haría muy bien en requerir a las poderosas e influyentes organizaciones judías en nuestro país - AMIA, DAIA, Centro Simon Wiesenthal, OSA, "Memoria Activa" y muchas más que, gozando inmensa cobertura periodística mantienen siempre viva la memoria en torno al "Holocausto" y a los despreciables atentados terroristas contra la AMIA y la Embajada israelí en Buenos Aires - que emitan claros comunicados públicos condenando la locura asesina del Gobierno del Estado de Israel. Sería moralizador y atinado que, por lo menos tomen distancia de ese gobierno extranjero, marcando una clara diferenciación entre los intereses de la pacífica Comunidad judía en la República Argentina, y los intereses de aquél Estado terrorista militarista con su despreciable metodología, tan ajena a los intereses, valores y las tradiciones pacíficas del pueblo argentino. También el Gobierno de Néstor Kirchner - tan sensible y elocuente al momento de condenar el terrorismo de Estado - haría muy bien en hacer una declaración fuertemente condenatoria ante el terrorismo de Estado y la tortura perpetrada por militares y políticos israelíes contra un pueblo invadido. No tenemos dudas que la amplia mayoría de la opinión pública trabajadora, sana y digna de la República Argentina vería con mucho agrado una fuerte y decidida posición de los dirigentes argentinos - tanto judíos como en el Gobierno - ante la Tragedia Palestina. Buenos Aires, 2 de julio de 2006 http://www.rodolfowalsh.org/article.php3?id_article=2045
https://www.alainet.org/en/node/115923
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