Foro Social Mundial 2009: Cambio en la periodicidad de los Foros
26/01/2007
- Opinión
En su reunión realizada en Parma entre el 10 y el 12 de octubre de 2006, el Consejo Internacional (CI) del Foro Social Mundial (FSM) decidió que la próxima reunión mundial del FSM después de la de Nairobi de enero 2007 tendrá lugar en el año 2009. No se trataba simplemente de una decisión logística menor. La periodicidad de los foros había estado cargada de diversos tipos de tensiones políticas, al tiempo que la incapacidad del CI para tomar una decisión al respecto se había vuelto una seria amenaza para la continuidad del proceso.
Si bien en el 2008 no habrá un Foro Social Mundial tradicional, ni siquiera bajo el formato policéntrico que se experimentó en el 2006, el proceso FSM ha sido fortalecido con la decisión de Parma. Los movimientos que participan en el Foro tendrán la posibilidad de concentrarse en sus campañas y luchas sin necesidad de dedicar grandes cantidades de tiempo y energía en organizar apresuradamente una nueva reunión mundial, que durante los años precedentes siempre parecía venir poco después de la que acababa de concluir.
Habrá también más espacio para preparar foros sociales regionales, nacionales, locales y temáticos en el 2008. En lo concerniente a los mecanismos de toma de decisiones del Foro, la de Parma renueva las esperanzas de poder alcanzar posiciones consensuales a través de un proceso de aprendizaje. Los intentos que anteriormente se hicieron para decidir la periodicidad de los foros terminaron estancados, contribuyendo a la frustración de muchos participantes fundamentales del proceso del FSM.
En este texto haré un breve recuento sobre el tema de la periodicidad en el proceso del Foro. Para situar mi punto de vista, me referiré también a algunas de mis propias experiencias como representante de la Red por la Democratización Global (Network Institute for Global Democratization, www.nigd.org) en el Consejo Internacional del FSM durante los últimos años.
Periodicidad anual
Ya durante el primer Foro, organizado en Porto Alegre en enero de 2001, el tema de la periodicidad fue planteado por los organizadores. El Foro fue mucho más exitoso de lo que hasta el más optimista de sus gestores había imaginado, y muy pronto se hizo claro que debería tener continuidad. Algunos de sus organizadores en Brasil estaban especulando inicialmente en celebrar el FSM 2002 en otro país. Una de las razones fue que Brasil iba a tener elecciones en octubre de 2002, y se pensó que el contexto electoral podía comprometer la naturaleza del FSM en tanto proceso autónomo. Sin embargo, pronto quedó en claro que una mayoría aplastante de los activistas de FSM había encontrado en Porto Alegre un sitio por demás adecuado para la reunión.
El Consejo Internacional del FSM se fundó en São Paulo en junio de 2001. Si bien no había ninguna resolución explícita para organizar el Foro en el futuro fuera de Porto Alegre, el encuentro concluyó señalando que “la representatividad del CI dependerá de su capacidad de proyectar el Foro a nivel mundial, y de darle sustento, organicidad y continuidad.” En la práctica, para muchos miembros del CI uno de los mecanismos más obvios para “proyectar el Foro a nivel mundial” era organizar la reunión principal fuera de Brasil. A falta de una mejor alternativa, no obstante, el evento se repitió en Porto Alegre en el 2002 y el 2003.
Una decisión significativa para el proceso, tomada por el CI en enero de 2003, fue realizar el FSM 2004 en Mumbai, India. Un aspecto fundamental para alcanzar la decisión formalmente consensual, sujeta a posterior confirmación por los organizadores indios, fue decidir simultáneamente que el FSM 2005 volvería a celebrarse en Porto Alegre. Habría sido muy difícil alcanzar la decisión de realizar la reunión en India en el 2004 sin acordar al mismo tiempo que el FSM 2005 tuviera lugar en Porto Alegre.
Algunos miembros del CI repetidamente expresaron su temor de que si el FSM dejaba indefinidamente Porto Alegre, y si la(s) próxima(s) sede(s) no cumplía(n) con las expectativas del caso, el proceso entero podría irse a pique. Fijar por anticipado la sede del FSM 2005 fue considerado una garantía contra la eventualidad de que la decisión de trasladar la reunión a India en el 2004 resultara un fracaso (lo que por cierto no sucedió).
Uno de los esfuerzos para lograr un acuerdo entre las posiciones opuestas fue hecho por el Comité Organizador Brasileño, que durante un intervalo de la reunión del CI en enero de 2003 formuló la propuesta de que en el 2004 no hubiera un FSM centralizado sino que el de la India tuviera especial importancia entre los diversos foros de menor escala. Pero no se tardó en señalar que se vería arrogante que el Comité Organizador Brasileño pretenda que si el FSM era celebrado por primera vez fuera de Brasil, no sería un foro real sino simplemente un evento especial entre muchos otros.
La idea de realizar una reunión mundial cada dos años ya había sido sugerida con anterioridad, por lo que la propuesta del Comité Organizador Brasileño no debe ser vista como un intento para socavar específicamente el proceso del FSM indio, pero en ese contexto muchos podrían haberlo interpretado así. En cualquier caso, de momento la periodicidad anual del FSM no fue puesta seriamente en cuestión.
El impasse de Passignano
La cuestión de la periodicidad del FSM se volvió un acalorado tema de debate en la primera reunión del CI después de Mumbai celebrada en abril de 2004 en Passignano, Italia. En esa reunión, la propuesta original del Comité Organizador Brasileño fue que las reuniones mundiales centralizadas del FSM no deberían realizarse anualmente sino cada dos años. La idea de cambiar la periodicidad del FSM recibió el apoyo de algunos importantes movimientos sociales, sobre todo de la influyente Vía Campesina, cuyo representante abogó por la realización de encuentros cada tres años.
Uno de los principales argumentos de muchos movimientos sociales era que hacer preparativos para reuniones mundiales anuales demandaba demasiada energía organizacional. Al mismo tiempo, muchos movimientos sociales expresaron su apoyo a la sugerencia, más claramente formulada por Christophe Aguiton, representante de Euromarches en el CI y fuertemente asociado a tener una posición “radical” o proclive a los movimientos sociales, que decía que en los años en que no hubiera FSM centralizado, los movimientos sociales deberían realizar otro tipo de manifestaciones para protestar contra el Foro Mundial Económico. Esta sugerencia hizo que algunos de los miembros del Comité Organizador Brasileño cambiaran su posición durante la reunión de Passignano. Su razonamiento fue que “si los movimientos sociales dicen que los foros anuales exigen demasiada energía organizacional, ¿cómo puede ser que se pretenda organizar otra cosa en su lugar para llenar el vacío producido?” La conclusión fue que no realizar un FSM anual podría significar que “Aguiton y otros radicales organizarán su propio foro y emitirán sus propias declaraciones para reemplazar al FSM como la manifestación más visible opuesta a Davos.”
El debate de Passignano sobre este tema terminó en una de las mayores frustraciones del proceso de decisiones del CI. Puesto que estas son tomadas supuestamente por consenso, que fue imposible de alcanzar, la cuestión quedó colgando en el aire. También aumentó la sensación de que existía una brecha entre los movimientos sociales y las organizaciones no gubernamentales. Si bien es difícil trazar una línea clara entre estos dos grupos, sobre todo el primero sentía que sus demandas -que representaban a las mayorías menos privilegiadas- eran bloqueadas injustamente por ONGs de determinado tipo. Estos sentimientos terminaron convirtiéndose en frustración y duda creciente, hasta el punto que importantes movimientos como Vía Campesina empezaron a cuestionar el futuro del proceso del FSM.
El acuerdo policéntrico
Como seguía siendo obvio que no había condiciones para llegar a un consenso, se decidió que la cuestión de la periodicidad se decidiría en Porto Alegre durante el CI de enero de 2005. Tal como en un momento dado destacara uno de los facilitadores de la reunión de Passignano, las opiniones expresadas en la discusión evidenciaban que la cuestión era originaba tantas divisiones que no se debía realizar ningún tipo de votación. En un sistema de votación por mayoría acaso se habría podido llegar a una decisión, pero el precio podría haber sido una ruptura significativa al interior del CI.
En vista de que en las siguientes reuniones del CI tampoco se llegó a un consenso o a una súper mayoría, la solución intermedia fue decidir que el FSM 2006 se realizaría en forma "policéntrica” en varias ciudades y que todas serían considerados FSM "reales" y no solo reuniones simplemente regionales. Realizar en el 2006 las tres reuniones policéntricas del FSM en Bamako (Mali), Caracas (Venezuela) y Karachi (Paquistán) resultaba de muchas maneras una solución innovadora, pero no resolvía las contradicciones y frustraciones relacionadas con el problema de la periodicidad.
Los problemas del acuerdo policéntrico se me hicieron muy evidentes en la reunión del Consejo Internacional en Barcelona en junio de 2005. Yo tenía la no tan agradable tarea de facilitar los debates finales del último día de la reunión, y el FSM 2008 era uno de los posibles puntos de la agenda. Como siempre, los temas más difíciles se pasaron a las últimas horas de la reunión para que la sensación de frustración por no alcanzar una decisión consensuada no complicara la tarea de decidir sobre otros asuntos. A esas alturas ya se había decidido en las primeras reuniones del CI que después de las reuniones policéntricas de 2006, habría un encuentro centralizado del FSM en el 2007 en alguna parte de África.
Justo antes de que empezara la sesión, le pregunté en forma privada al representante de uno de los movimientos sociales más importantes cómo reaccionaría si surgiera la pregunta de qué hacer en el 2008. Su respuesta fue muy clara: “Nada, nada, nada en absoluto. Nosotros ya nos opusimos a realizar un FSM centralizado en el 2006, y ahora, como resultado de este llamado acuerdo policéntrico, en lugar de uno tenemos tres eventos mundiales en el 2006. Esto consume demasiada energía de los movimientos. Así que definitivamente no debe haber ningún FSM centralizado en el 2008 y, ojalá, tampoco en el 2009.”
Como otros temas complicados relacionados con la expansión del Consejo Internacional dominaron los debates restantes en Barcelona, la cuestión del 2008 quedó en el aire cuando los intérpretes tuvieron que abandonar el recinto y se apagaron las luces.
Dilemas regionales
Si bien el tema de la periodicidad no fue planteada en la reunión del CI de junio de 2005 en Barcelona, se discutió con ardor un asunto relacionado. Una de las razones principales para las dudas que muchos movimientos tenían sobre la anualidad de las reuniones mundiales del FSM era que el proceso se había multiplicado rápidamente en una serie de foros regionales, nacionales, locales y temáticos, algunos de los cuales se realizaban por una única vez mientras que otros desarrollaban cierta continuidad organizacional. Ya que muchos de los movimientos dedican energías a organizar y participar en los demás procesos del foro, ellos tienden a considerar excesivo que el FSM se realice anualmente.
La relación entre el FSM, sobre todo su Consejo Internacional y la Secretaría con la mayoría brasileña (la naturaleza e incluso el nombre de este es hoy un asunto complicado), y los demás procesos del Foro ha sido ambigua desde un principio.
Muchas declaraciones oficiales y pautas del FSM han señalado la importancia de otros procesos y eventos del Foro que no sea la gran reunión anual. Sin embargo, no todos esos otros foros han sido considerados de igual categoría. Uno de los temas problemáticos en el proceso expansivo del FSM ha sido cómo definir qué procesos y eventos son parte oficial y orgánica del FSM. Existía un mecanismo para seleccionar algunos foros temáticos y regionales a fin de que fueran considerados oficialmente como parte de la familia de eventos del FSM. Nunca ha estado del todo claro cuáles son los procedimientos y criterios para obtener dicho estatus.
El sitio web oficial del FSM ha dado estatus especial a foros regionales y temáticos que formen “parte de un proceso de construcción y universalización del Foro Social Mundial.” Esos foros han formado la parte del calendario semioficial mantenido y controlado por la Secretaría de FSM con sede en São Paulo y, más indirectamente, por el Consejo Internacional. De otro lado, una serie de foros "nacionales" han sido incluidos en la categoría de "agenda de movilización", especificándose que no son de la responsabilidad de la Secretaría ni del CI. En varias reuniones del CI como la de junio del 2003 en Miami, ha habido intensos debates sobre si se debería dar o no certificado de reconocimiento a determinados foros regionales o temáticos.
Esta dicotomía entre foros regionales y temáticos “oficialmente reconocidos” y otros foros parece haberse evaporado parcialmente con el tiempo. Las ambigüedades y tensiones, no obstante, aún existen. En la reunión del CI de junio del 2005 en Barcelona, el debate central giró en torno al pedido de algunos foros regionales para que fueran reconocidos como miembros oficiales (y no simplemente observadores) del CI.
La mayoría de los miembros del CI presentes en Barcelona parecía tener una opinión favorable respecto de dicha demanda. Sin embargo, durante los debates sobre el tema surgieron muchas dudas por lo que fue imposible tomar una decisión de consenso. El pedido fue hecho de manera más enfática por personas que también participaban activamente en el proceso del Foro Social Europeo (FSE). La tensión organizacional entre los diferentes procesos del foro ha sido particularmente aguda entre el FSM y el FSE. Los activistas de este último suelen acusar al FSM de tomar decisiones en un club cerrado, como el Consejo Internacional, mientras que las decisiones del FSE se toman en asambleas abiertas, que ellos consideran mucho más democráticas y participativas. Entre, por ejemplo, el Foro Social de las Américas y el FSM existe menos tensión, ya que el Consejo Hemisférico de las Américas fue creado como una especie de copia en miniatura del CI del FSM, inicialmente con muchas coincidencias en las estructuras internas y en la membresía (consistía inicialmente de organizaciones miembros del CI que tenían presencia en las Américas).
La incapacidad del Consejo Internacional en Barcelona para decidir sobre la inclusión de los foros regionales fue considerada como una gran frustración por muchos de los activistas del FSE. Alegaban que les resultará muy difícil explicar por qué el CI no los quiso incluir y que el resultado de ello probablemente será el fortalecimiento de la sensación ya existente de que el CI es un órgano cerrado, burocrático y antidemocrático, con hábitos por demás cuestionables en materia de toma de decisiones.
Una de las objeciones para la inclusión de los foros sociales regionales en el CI era que traería la lógica de representación territorial en la toma de decisiones del FSM. La representación, sobre todo de tipo territorial, ha sido por lo general considerada como algo perteneciente a “los viejos hábitos” de las organizaciones tradicionales, y el FSM debe buscar una cultura política diferente. El dilema de crear una forma “no representativa” para la toma de decisiones ha sido obvia en muchos otros aspectos del proceso, pero abundar en ese tema nos desviaría del actual.
Un aspecto importante de este asunto en Barcelona fue que el FSE suele ser considerado más “radical” que el FSM, ya sea en el sentido en que “los movimientos sociales reales” juegan allí un papel más gravitante, o bien en que los partidos tradicionales de izquierda han llegado a controlar sus procesos de toma de decisiones, a veces detrás de bambalinas y otras muchas de manera bastante abierta. Se podría debatir hasta qué punto cada una de estas afirmaciones corresponde a la realidad, pero el subtexto político de la decisión fue visto por algunos como la confirmación de que el CI está compuesto de demasiadas ONGs no radicales que simplemente no quieren tomar en cuenta las demandas de los movimientos sociales.
En la suma, para entender las tensiones relacionadas con la incapacidad del Consejo Internacional para decidir sobre la periodicidad de los foros es importante tener en cuenta el contexto más general en que la brecha aparente (y en consecuencia a menudo real) entre los movimientos sociales más radicales y las ONGs se ha producido y se ha ampliado. Esta brecha de ningún modo debe ser interpretada de manera simplista. Por ejemplo, existen muchas organizaciones que son formalmente ONGs pero que participan de manera activa en la Asamblea de Movimientos Sociales, que suele ser considerada como la encarnación de la posición de los movimientos sociales dentro del proceso del FSM. Las formas organizacionales, las orientaciones ideológicas y las redes personales influyen en la manera cómo este tema ha sido asumido en el FSM. Pero si bien las divisiones son bastante confusas, se hace cada vez más evidente que se están produciendo serias frustraciones con el proceso.
La decisión de Parma
Mi impresión inicial al inicio de la reunión del Consejo Internacional del 10 de octubre de 2006 en Parma no fue alentadora. En primer lugar, la falta patente de una agenda coherente parecía indicar que si bien se había convenido varias veces durante los últimos años que era necesario estructurar las reuniones de una manera más cuidadosa, no se había aprendido mucho en ese sentido. Cuando se deja de aprender, uno se extingue. También advertí con preocupación la ausencia de algunas personas y organizaciones importantes, aunque por suerte muchas de ellas aparecieron al segundo día.
Lo que particularmente me incomodó fue que los debates de las reuniones del CI una vez más no estuvieran disponibles a través de la Internet (tanto en audio como por escrito). Cuando mencioné esto públicamente al inicio de la reunión plenaria, Roberto Savio, representante de Inter Press Service, señaló que esta propuesta había sido aceptada formalmente en la última sesión del CI.
Se le ha criticado al CI por no ser suficientemente transparente. Poner los debates a disposición del público vía Internet quizás no resuelva todos los problemas de transparencia, pero el hecho de no haber ejecutado esa pequeña propuesta era de verdad una vergüenza, sobre todo si ya había sido aceptada formalmente y los medios tecnológicos para llevarla a cabo eran de fácil disponibilidad y no exigían una gran inversión. Hasta donde sé, no existen minutas detalladas de ninguna de las reuniones que el CI ha tenido durante los últimos cinco años.
Uno de los debates perennes sobre el FSM es si este debe ser visto como un “proceso” o como un “evento.” Una pregunta ligeramente diferente y más práctica es hasta qué punto los esfuerzos organizacionales deben concentrarse en el proceso futuro con varios eventos o en el evento inmediatamente siguiente. En Parma esta cuestión surgió repetidas veces a medida que se iba confeccionando la agenda durante la reunión.
En Parma algunos postularon que puesto que muchos temas logísticos y políticos inmediatos del FSM de Nairobi aún quedaban sin resolver, no debíamos permitir que otros temas como el de la periodicidad futura del proceso consumiera el precioso tiempo de la reunión. Mi posición fue que sería útil para el proceso de Nairobi en Parma decidamos sobre el tema de la periodicidad que había atormentado nuestro trabajo durante años. Si se resolvía este asunto y se salía del impasse, ello podría inyectar nuevas energías y entusiasmo por el proceso, y en este contexto sería más fácil concentrarse en la organización del FSM de Nairobi.
Si bien previamente yo había tenido dificultades para asumir una posición clara sobre si el evento mundial principal debía seguir siendo organizado anualmente o cada dos o más años, ahora me resultaba evidente que insistir en una reunión anual podía implicar una seria interrupción del proceso del FSM. Mi impresión era que un proceso de aprendizaje similar había tenido lugar entre muchos otros que se encontraban presentes en el encuentro. Comparando con los anteriores debates sobre el tema, una gran mayoría de los que hablaban al respecto estaba a favor de no organizar un encuentro mundial del FSM en el 2008 sino recién en el 2009. También hubo consenso en cuanto a que el formato policéntrico experimentado en el 2006 en Caracas, Bamako y Karachi no constituía una solución adecuada para el 2008. En lugar de organizar un foro policéntrico coordinado, la idea era dar espacio a foros regionales, nacionales, locales y temáticos, con una dinámica organizacional autónoma, durante el 2008, y después de ello celebrar en el 2009 un FSM "mundial".
Una de las principales dudas sobre dicha propuesta, que durante el segundo día de la reunión parecía vislumbrarse como una posición de consenso, era si ella implicaría algún tipo de vacío. El temor era que si no organizábamos nada en el 2008 en el curso de la reunión del Foro Económico Mundial que se realiza cada enero en Davos, los medios de comunicación podrían interpretarlo como un fracaso.
Algunas de las personas que tradicionalmente habían defendido mantener la anualidad del evento mundial expresaron, principalmente en discusiones informales fuera del plenario, que continuaba existiendo el riesgo de que “determinados grupos” llenaran el espacio durante los días de enero del tradicional FSM si no se llevaba a cabo ningún evento coordinado del FSM. Estos grupos estaban por lo general asociados con la Asamblea de Movimientos Sociales, y resurgía el temor de una conspiración “radical” (“trotskista” o algo por el estilo).
Sin embargo, parecía que en ambos lados de la tradicional brecha que había en el CI sobre este tema (y ahora estoy simplificando ya que las posiciones no pueden ser reducidas a dos lados claramente definidos), existía una creciente disposición para llegar a una solución que de algún modo tuviera en cuenta dicho temor, por ejemplo proponiendo acciones mundiales organizadas localmente en enero de 2008 aun cuando no se realizara ningún FSM centralizado. Al final del segundo día parecía que ya se habían dado las condiciones para lograr un acuerdo general sobre este asunto, si bien la decisión fue pasada al tercer y último día de la reunión del CI.
El tercer día empezó de una manera maravillosa. Chico Whitaker, uno de los “padres fundadores” del FSM, leyó una breve declaración que había sido formulada por él y algunas otras personas durante la noche anterior sobre el futuro del proceso del Foro Social Mundial. El sentimiento de frustración que hubo al inicio de la reunión y la impresión de que tomar decisiones era complicado desaparecieron con el aplauso que seguía a cada punto que Chico leía. Esta era la mejor manera de crear consenso. Y, lo que era más importante, parecía que habíamos superado uno de los problemas más complicados de la historia reciente del CI.
El punto más importante decidido con los aplausos fue que el próximo FSM mundial coordinado después de Nairobi se celebrará en el 2009. De esta manera, la demanda de un creciente número de organizaciones fue finalmente expresada mediante una decisión formal. Si bien en el 2008 no habrá pues un FSM centralizado, también se decidió que habrá distintos tipos de movilizaciones en diversas partes en los días en que se realizará el Foro Mundial Económico de 2008 (en enero, si programa de este foro sigue siendo el mismo). Los temas de las movilizaciones del 2008 no estarían coordinados centralmente por el Consejo Internacional ni por ninguna otra instancia. Dependería de las organizaciones locales y de sus redes decidir si se realizarán o no y de qué forma hacerlo.
¿Frustraciones superadas?
La decisión de exhortar a la realización de movilizaciones en los días en que se celebrará el Foro Económico Mundial 2008 es un importante desafío para el proceso del FSM. Puede dar nuevas respuestas a la pregunta de cómo el FSM podría ser políticamente más útil. Idealmente, nos ayudará a superar los diversos impasses que han atormentado al proceso. De un lado, y según los principios de espacio abierto, no habrá ninguna coordinación central ni priorización de diversas campañas y luchas, con tal de que estén de acuerdo con la Carta de Principios del FSM. En ese sentido, las movilizaciones no violarán el principio de que la movilización política concreta es algo que se alienta entre los participantes del FSM, pero de que no se debe asumir determinadas campañas particulares como prioridades políticas del FSM. Por otro lado, esta decisión podría contribuir a transformar el proceso del FSM en una plataforma que puede ser considerada más útil para las luchas y las campañas particulares de los diversos movimientos.
Mi impresión, y espero no estar siendo demasiado optimista, es que al haberse alcanzado por fin un acuerdo sobre el tema de la periodicidad, el proceso del FSM hará un avance significativo. La decisión de organizar el próximo Foro mundial, después del FSM de Nairobi, recién en 2009 muestra que se ha producido un proceso de aprendizaje entre los miembros del CI. Durante los últimos meses y años, las posiciones sobre este asunto se han hecho más flexibles y se ha llegado a construir una plataforma común. Con ello, la capacidad del CI para tomar decisiones se ha visto fortalecida.
La decisión de Parma expresa la posición largamente sostenida por varios movimientos sociales grandes y sus redes. Ya anteriormente a la reunión de Parma, el Consejo Hemisférico del Foro Social Américas había decidido en julio 2006 proponer al Consejo Internacional la periodicidad bianual. Algunos de los movimientos estaban cada vez más frustrados con el proceso del FSM, en parte porque sentían que estaba dirigido principalmente por las ONGs que no atendían suficientemente las demandas de dichos movimientos. Tomando en cuenta las frustraciones acumuladas, una interpretación pesimista de la situación podría ser que la decisión de Parma vino demasiado tarde. Mucho depende de cómo se van organizando los foros regionales, temáticos y locales, además de las campañas, en el período cuando no hay Foro mundial. Y también de la manera en que se abordarán los debates sobre cómo y dónde realizar el FSM 2009.
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- El autor es director del Programa sobre Democracia y Transformación Global de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) y representante del Network Institute for Global Democratization ante el Consejo Internacional del Foro Social Mundial.
Si bien en el 2008 no habrá un Foro Social Mundial tradicional, ni siquiera bajo el formato policéntrico que se experimentó en el 2006, el proceso FSM ha sido fortalecido con la decisión de Parma. Los movimientos que participan en el Foro tendrán la posibilidad de concentrarse en sus campañas y luchas sin necesidad de dedicar grandes cantidades de tiempo y energía en organizar apresuradamente una nueva reunión mundial, que durante los años precedentes siempre parecía venir poco después de la que acababa de concluir.
Habrá también más espacio para preparar foros sociales regionales, nacionales, locales y temáticos en el 2008. En lo concerniente a los mecanismos de toma de decisiones del Foro, la de Parma renueva las esperanzas de poder alcanzar posiciones consensuales a través de un proceso de aprendizaje. Los intentos que anteriormente se hicieron para decidir la periodicidad de los foros terminaron estancados, contribuyendo a la frustración de muchos participantes fundamentales del proceso del FSM.
En este texto haré un breve recuento sobre el tema de la periodicidad en el proceso del Foro. Para situar mi punto de vista, me referiré también a algunas de mis propias experiencias como representante de la Red por la Democratización Global (Network Institute for Global Democratization, www.nigd.org) en el Consejo Internacional del FSM durante los últimos años.
Periodicidad anual
Ya durante el primer Foro, organizado en Porto Alegre en enero de 2001, el tema de la periodicidad fue planteado por los organizadores. El Foro fue mucho más exitoso de lo que hasta el más optimista de sus gestores había imaginado, y muy pronto se hizo claro que debería tener continuidad. Algunos de sus organizadores en Brasil estaban especulando inicialmente en celebrar el FSM 2002 en otro país. Una de las razones fue que Brasil iba a tener elecciones en octubre de 2002, y se pensó que el contexto electoral podía comprometer la naturaleza del FSM en tanto proceso autónomo. Sin embargo, pronto quedó en claro que una mayoría aplastante de los activistas de FSM había encontrado en Porto Alegre un sitio por demás adecuado para la reunión.
El Consejo Internacional del FSM se fundó en São Paulo en junio de 2001. Si bien no había ninguna resolución explícita para organizar el Foro en el futuro fuera de Porto Alegre, el encuentro concluyó señalando que “la representatividad del CI dependerá de su capacidad de proyectar el Foro a nivel mundial, y de darle sustento, organicidad y continuidad.” En la práctica, para muchos miembros del CI uno de los mecanismos más obvios para “proyectar el Foro a nivel mundial” era organizar la reunión principal fuera de Brasil. A falta de una mejor alternativa, no obstante, el evento se repitió en Porto Alegre en el 2002 y el 2003.
Una decisión significativa para el proceso, tomada por el CI en enero de 2003, fue realizar el FSM 2004 en Mumbai, India. Un aspecto fundamental para alcanzar la decisión formalmente consensual, sujeta a posterior confirmación por los organizadores indios, fue decidir simultáneamente que el FSM 2005 volvería a celebrarse en Porto Alegre. Habría sido muy difícil alcanzar la decisión de realizar la reunión en India en el 2004 sin acordar al mismo tiempo que el FSM 2005 tuviera lugar en Porto Alegre.
Algunos miembros del CI repetidamente expresaron su temor de que si el FSM dejaba indefinidamente Porto Alegre, y si la(s) próxima(s) sede(s) no cumplía(n) con las expectativas del caso, el proceso entero podría irse a pique. Fijar por anticipado la sede del FSM 2005 fue considerado una garantía contra la eventualidad de que la decisión de trasladar la reunión a India en el 2004 resultara un fracaso (lo que por cierto no sucedió).
Uno de los esfuerzos para lograr un acuerdo entre las posiciones opuestas fue hecho por el Comité Organizador Brasileño, que durante un intervalo de la reunión del CI en enero de 2003 formuló la propuesta de que en el 2004 no hubiera un FSM centralizado sino que el de la India tuviera especial importancia entre los diversos foros de menor escala. Pero no se tardó en señalar que se vería arrogante que el Comité Organizador Brasileño pretenda que si el FSM era celebrado por primera vez fuera de Brasil, no sería un foro real sino simplemente un evento especial entre muchos otros.
La idea de realizar una reunión mundial cada dos años ya había sido sugerida con anterioridad, por lo que la propuesta del Comité Organizador Brasileño no debe ser vista como un intento para socavar específicamente el proceso del FSM indio, pero en ese contexto muchos podrían haberlo interpretado así. En cualquier caso, de momento la periodicidad anual del FSM no fue puesta seriamente en cuestión.
El impasse de Passignano
La cuestión de la periodicidad del FSM se volvió un acalorado tema de debate en la primera reunión del CI después de Mumbai celebrada en abril de 2004 en Passignano, Italia. En esa reunión, la propuesta original del Comité Organizador Brasileño fue que las reuniones mundiales centralizadas del FSM no deberían realizarse anualmente sino cada dos años. La idea de cambiar la periodicidad del FSM recibió el apoyo de algunos importantes movimientos sociales, sobre todo de la influyente Vía Campesina, cuyo representante abogó por la realización de encuentros cada tres años.
Uno de los principales argumentos de muchos movimientos sociales era que hacer preparativos para reuniones mundiales anuales demandaba demasiada energía organizacional. Al mismo tiempo, muchos movimientos sociales expresaron su apoyo a la sugerencia, más claramente formulada por Christophe Aguiton, representante de Euromarches en el CI y fuertemente asociado a tener una posición “radical” o proclive a los movimientos sociales, que decía que en los años en que no hubiera FSM centralizado, los movimientos sociales deberían realizar otro tipo de manifestaciones para protestar contra el Foro Mundial Económico. Esta sugerencia hizo que algunos de los miembros del Comité Organizador Brasileño cambiaran su posición durante la reunión de Passignano. Su razonamiento fue que “si los movimientos sociales dicen que los foros anuales exigen demasiada energía organizacional, ¿cómo puede ser que se pretenda organizar otra cosa en su lugar para llenar el vacío producido?” La conclusión fue que no realizar un FSM anual podría significar que “Aguiton y otros radicales organizarán su propio foro y emitirán sus propias declaraciones para reemplazar al FSM como la manifestación más visible opuesta a Davos.”
El debate de Passignano sobre este tema terminó en una de las mayores frustraciones del proceso de decisiones del CI. Puesto que estas son tomadas supuestamente por consenso, que fue imposible de alcanzar, la cuestión quedó colgando en el aire. También aumentó la sensación de que existía una brecha entre los movimientos sociales y las organizaciones no gubernamentales. Si bien es difícil trazar una línea clara entre estos dos grupos, sobre todo el primero sentía que sus demandas -que representaban a las mayorías menos privilegiadas- eran bloqueadas injustamente por ONGs de determinado tipo. Estos sentimientos terminaron convirtiéndose en frustración y duda creciente, hasta el punto que importantes movimientos como Vía Campesina empezaron a cuestionar el futuro del proceso del FSM.
El acuerdo policéntrico
Como seguía siendo obvio que no había condiciones para llegar a un consenso, se decidió que la cuestión de la periodicidad se decidiría en Porto Alegre durante el CI de enero de 2005. Tal como en un momento dado destacara uno de los facilitadores de la reunión de Passignano, las opiniones expresadas en la discusión evidenciaban que la cuestión era originaba tantas divisiones que no se debía realizar ningún tipo de votación. En un sistema de votación por mayoría acaso se habría podido llegar a una decisión, pero el precio podría haber sido una ruptura significativa al interior del CI.
En vista de que en las siguientes reuniones del CI tampoco se llegó a un consenso o a una súper mayoría, la solución intermedia fue decidir que el FSM 2006 se realizaría en forma "policéntrica” en varias ciudades y que todas serían considerados FSM "reales" y no solo reuniones simplemente regionales. Realizar en el 2006 las tres reuniones policéntricas del FSM en Bamako (Mali), Caracas (Venezuela) y Karachi (Paquistán) resultaba de muchas maneras una solución innovadora, pero no resolvía las contradicciones y frustraciones relacionadas con el problema de la periodicidad.
Los problemas del acuerdo policéntrico se me hicieron muy evidentes en la reunión del Consejo Internacional en Barcelona en junio de 2005. Yo tenía la no tan agradable tarea de facilitar los debates finales del último día de la reunión, y el FSM 2008 era uno de los posibles puntos de la agenda. Como siempre, los temas más difíciles se pasaron a las últimas horas de la reunión para que la sensación de frustración por no alcanzar una decisión consensuada no complicara la tarea de decidir sobre otros asuntos. A esas alturas ya se había decidido en las primeras reuniones del CI que después de las reuniones policéntricas de 2006, habría un encuentro centralizado del FSM en el 2007 en alguna parte de África.
Justo antes de que empezara la sesión, le pregunté en forma privada al representante de uno de los movimientos sociales más importantes cómo reaccionaría si surgiera la pregunta de qué hacer en el 2008. Su respuesta fue muy clara: “Nada, nada, nada en absoluto. Nosotros ya nos opusimos a realizar un FSM centralizado en el 2006, y ahora, como resultado de este llamado acuerdo policéntrico, en lugar de uno tenemos tres eventos mundiales en el 2006. Esto consume demasiada energía de los movimientos. Así que definitivamente no debe haber ningún FSM centralizado en el 2008 y, ojalá, tampoco en el 2009.”
Como otros temas complicados relacionados con la expansión del Consejo Internacional dominaron los debates restantes en Barcelona, la cuestión del 2008 quedó en el aire cuando los intérpretes tuvieron que abandonar el recinto y se apagaron las luces.
Dilemas regionales
Si bien el tema de la periodicidad no fue planteada en la reunión del CI de junio de 2005 en Barcelona, se discutió con ardor un asunto relacionado. Una de las razones principales para las dudas que muchos movimientos tenían sobre la anualidad de las reuniones mundiales del FSM era que el proceso se había multiplicado rápidamente en una serie de foros regionales, nacionales, locales y temáticos, algunos de los cuales se realizaban por una única vez mientras que otros desarrollaban cierta continuidad organizacional. Ya que muchos de los movimientos dedican energías a organizar y participar en los demás procesos del foro, ellos tienden a considerar excesivo que el FSM se realice anualmente.
La relación entre el FSM, sobre todo su Consejo Internacional y la Secretaría con la mayoría brasileña (la naturaleza e incluso el nombre de este es hoy un asunto complicado), y los demás procesos del Foro ha sido ambigua desde un principio.
Muchas declaraciones oficiales y pautas del FSM han señalado la importancia de otros procesos y eventos del Foro que no sea la gran reunión anual. Sin embargo, no todos esos otros foros han sido considerados de igual categoría. Uno de los temas problemáticos en el proceso expansivo del FSM ha sido cómo definir qué procesos y eventos son parte oficial y orgánica del FSM. Existía un mecanismo para seleccionar algunos foros temáticos y regionales a fin de que fueran considerados oficialmente como parte de la familia de eventos del FSM. Nunca ha estado del todo claro cuáles son los procedimientos y criterios para obtener dicho estatus.
El sitio web oficial del FSM ha dado estatus especial a foros regionales y temáticos que formen “parte de un proceso de construcción y universalización del Foro Social Mundial.” Esos foros han formado la parte del calendario semioficial mantenido y controlado por la Secretaría de FSM con sede en São Paulo y, más indirectamente, por el Consejo Internacional. De otro lado, una serie de foros "nacionales" han sido incluidos en la categoría de "agenda de movilización", especificándose que no son de la responsabilidad de la Secretaría ni del CI. En varias reuniones del CI como la de junio del 2003 en Miami, ha habido intensos debates sobre si se debería dar o no certificado de reconocimiento a determinados foros regionales o temáticos.
Esta dicotomía entre foros regionales y temáticos “oficialmente reconocidos” y otros foros parece haberse evaporado parcialmente con el tiempo. Las ambigüedades y tensiones, no obstante, aún existen. En la reunión del CI de junio del 2005 en Barcelona, el debate central giró en torno al pedido de algunos foros regionales para que fueran reconocidos como miembros oficiales (y no simplemente observadores) del CI.
La mayoría de los miembros del CI presentes en Barcelona parecía tener una opinión favorable respecto de dicha demanda. Sin embargo, durante los debates sobre el tema surgieron muchas dudas por lo que fue imposible tomar una decisión de consenso. El pedido fue hecho de manera más enfática por personas que también participaban activamente en el proceso del Foro Social Europeo (FSE). La tensión organizacional entre los diferentes procesos del foro ha sido particularmente aguda entre el FSM y el FSE. Los activistas de este último suelen acusar al FSM de tomar decisiones en un club cerrado, como el Consejo Internacional, mientras que las decisiones del FSE se toman en asambleas abiertas, que ellos consideran mucho más democráticas y participativas. Entre, por ejemplo, el Foro Social de las Américas y el FSM existe menos tensión, ya que el Consejo Hemisférico de las Américas fue creado como una especie de copia en miniatura del CI del FSM, inicialmente con muchas coincidencias en las estructuras internas y en la membresía (consistía inicialmente de organizaciones miembros del CI que tenían presencia en las Américas).
La incapacidad del Consejo Internacional en Barcelona para decidir sobre la inclusión de los foros regionales fue considerada como una gran frustración por muchos de los activistas del FSE. Alegaban que les resultará muy difícil explicar por qué el CI no los quiso incluir y que el resultado de ello probablemente será el fortalecimiento de la sensación ya existente de que el CI es un órgano cerrado, burocrático y antidemocrático, con hábitos por demás cuestionables en materia de toma de decisiones.
Una de las objeciones para la inclusión de los foros sociales regionales en el CI era que traería la lógica de representación territorial en la toma de decisiones del FSM. La representación, sobre todo de tipo territorial, ha sido por lo general considerada como algo perteneciente a “los viejos hábitos” de las organizaciones tradicionales, y el FSM debe buscar una cultura política diferente. El dilema de crear una forma “no representativa” para la toma de decisiones ha sido obvia en muchos otros aspectos del proceso, pero abundar en ese tema nos desviaría del actual.
Un aspecto importante de este asunto en Barcelona fue que el FSE suele ser considerado más “radical” que el FSM, ya sea en el sentido en que “los movimientos sociales reales” juegan allí un papel más gravitante, o bien en que los partidos tradicionales de izquierda han llegado a controlar sus procesos de toma de decisiones, a veces detrás de bambalinas y otras muchas de manera bastante abierta. Se podría debatir hasta qué punto cada una de estas afirmaciones corresponde a la realidad, pero el subtexto político de la decisión fue visto por algunos como la confirmación de que el CI está compuesto de demasiadas ONGs no radicales que simplemente no quieren tomar en cuenta las demandas de los movimientos sociales.
En la suma, para entender las tensiones relacionadas con la incapacidad del Consejo Internacional para decidir sobre la periodicidad de los foros es importante tener en cuenta el contexto más general en que la brecha aparente (y en consecuencia a menudo real) entre los movimientos sociales más radicales y las ONGs se ha producido y se ha ampliado. Esta brecha de ningún modo debe ser interpretada de manera simplista. Por ejemplo, existen muchas organizaciones que son formalmente ONGs pero que participan de manera activa en la Asamblea de Movimientos Sociales, que suele ser considerada como la encarnación de la posición de los movimientos sociales dentro del proceso del FSM. Las formas organizacionales, las orientaciones ideológicas y las redes personales influyen en la manera cómo este tema ha sido asumido en el FSM. Pero si bien las divisiones son bastante confusas, se hace cada vez más evidente que se están produciendo serias frustraciones con el proceso.
La decisión de Parma
Mi impresión inicial al inicio de la reunión del Consejo Internacional del 10 de octubre de 2006 en Parma no fue alentadora. En primer lugar, la falta patente de una agenda coherente parecía indicar que si bien se había convenido varias veces durante los últimos años que era necesario estructurar las reuniones de una manera más cuidadosa, no se había aprendido mucho en ese sentido. Cuando se deja de aprender, uno se extingue. También advertí con preocupación la ausencia de algunas personas y organizaciones importantes, aunque por suerte muchas de ellas aparecieron al segundo día.
Lo que particularmente me incomodó fue que los debates de las reuniones del CI una vez más no estuvieran disponibles a través de la Internet (tanto en audio como por escrito). Cuando mencioné esto públicamente al inicio de la reunión plenaria, Roberto Savio, representante de Inter Press Service, señaló que esta propuesta había sido aceptada formalmente en la última sesión del CI.
Se le ha criticado al CI por no ser suficientemente transparente. Poner los debates a disposición del público vía Internet quizás no resuelva todos los problemas de transparencia, pero el hecho de no haber ejecutado esa pequeña propuesta era de verdad una vergüenza, sobre todo si ya había sido aceptada formalmente y los medios tecnológicos para llevarla a cabo eran de fácil disponibilidad y no exigían una gran inversión. Hasta donde sé, no existen minutas detalladas de ninguna de las reuniones que el CI ha tenido durante los últimos cinco años.
Uno de los debates perennes sobre el FSM es si este debe ser visto como un “proceso” o como un “evento.” Una pregunta ligeramente diferente y más práctica es hasta qué punto los esfuerzos organizacionales deben concentrarse en el proceso futuro con varios eventos o en el evento inmediatamente siguiente. En Parma esta cuestión surgió repetidas veces a medida que se iba confeccionando la agenda durante la reunión.
En Parma algunos postularon que puesto que muchos temas logísticos y políticos inmediatos del FSM de Nairobi aún quedaban sin resolver, no debíamos permitir que otros temas como el de la periodicidad futura del proceso consumiera el precioso tiempo de la reunión. Mi posición fue que sería útil para el proceso de Nairobi en Parma decidamos sobre el tema de la periodicidad que había atormentado nuestro trabajo durante años. Si se resolvía este asunto y se salía del impasse, ello podría inyectar nuevas energías y entusiasmo por el proceso, y en este contexto sería más fácil concentrarse en la organización del FSM de Nairobi.
Si bien previamente yo había tenido dificultades para asumir una posición clara sobre si el evento mundial principal debía seguir siendo organizado anualmente o cada dos o más años, ahora me resultaba evidente que insistir en una reunión anual podía implicar una seria interrupción del proceso del FSM. Mi impresión era que un proceso de aprendizaje similar había tenido lugar entre muchos otros que se encontraban presentes en el encuentro. Comparando con los anteriores debates sobre el tema, una gran mayoría de los que hablaban al respecto estaba a favor de no organizar un encuentro mundial del FSM en el 2008 sino recién en el 2009. También hubo consenso en cuanto a que el formato policéntrico experimentado en el 2006 en Caracas, Bamako y Karachi no constituía una solución adecuada para el 2008. En lugar de organizar un foro policéntrico coordinado, la idea era dar espacio a foros regionales, nacionales, locales y temáticos, con una dinámica organizacional autónoma, durante el 2008, y después de ello celebrar en el 2009 un FSM "mundial".
Una de las principales dudas sobre dicha propuesta, que durante el segundo día de la reunión parecía vislumbrarse como una posición de consenso, era si ella implicaría algún tipo de vacío. El temor era que si no organizábamos nada en el 2008 en el curso de la reunión del Foro Económico Mundial que se realiza cada enero en Davos, los medios de comunicación podrían interpretarlo como un fracaso.
Algunas de las personas que tradicionalmente habían defendido mantener la anualidad del evento mundial expresaron, principalmente en discusiones informales fuera del plenario, que continuaba existiendo el riesgo de que “determinados grupos” llenaran el espacio durante los días de enero del tradicional FSM si no se llevaba a cabo ningún evento coordinado del FSM. Estos grupos estaban por lo general asociados con la Asamblea de Movimientos Sociales, y resurgía el temor de una conspiración “radical” (“trotskista” o algo por el estilo).
Sin embargo, parecía que en ambos lados de la tradicional brecha que había en el CI sobre este tema (y ahora estoy simplificando ya que las posiciones no pueden ser reducidas a dos lados claramente definidos), existía una creciente disposición para llegar a una solución que de algún modo tuviera en cuenta dicho temor, por ejemplo proponiendo acciones mundiales organizadas localmente en enero de 2008 aun cuando no se realizara ningún FSM centralizado. Al final del segundo día parecía que ya se habían dado las condiciones para lograr un acuerdo general sobre este asunto, si bien la decisión fue pasada al tercer y último día de la reunión del CI.
El tercer día empezó de una manera maravillosa. Chico Whitaker, uno de los “padres fundadores” del FSM, leyó una breve declaración que había sido formulada por él y algunas otras personas durante la noche anterior sobre el futuro del proceso del Foro Social Mundial. El sentimiento de frustración que hubo al inicio de la reunión y la impresión de que tomar decisiones era complicado desaparecieron con el aplauso que seguía a cada punto que Chico leía. Esta era la mejor manera de crear consenso. Y, lo que era más importante, parecía que habíamos superado uno de los problemas más complicados de la historia reciente del CI.
El punto más importante decidido con los aplausos fue que el próximo FSM mundial coordinado después de Nairobi se celebrará en el 2009. De esta manera, la demanda de un creciente número de organizaciones fue finalmente expresada mediante una decisión formal. Si bien en el 2008 no habrá pues un FSM centralizado, también se decidió que habrá distintos tipos de movilizaciones en diversas partes en los días en que se realizará el Foro Mundial Económico de 2008 (en enero, si programa de este foro sigue siendo el mismo). Los temas de las movilizaciones del 2008 no estarían coordinados centralmente por el Consejo Internacional ni por ninguna otra instancia. Dependería de las organizaciones locales y de sus redes decidir si se realizarán o no y de qué forma hacerlo.
¿Frustraciones superadas?
La decisión de exhortar a la realización de movilizaciones en los días en que se celebrará el Foro Económico Mundial 2008 es un importante desafío para el proceso del FSM. Puede dar nuevas respuestas a la pregunta de cómo el FSM podría ser políticamente más útil. Idealmente, nos ayudará a superar los diversos impasses que han atormentado al proceso. De un lado, y según los principios de espacio abierto, no habrá ninguna coordinación central ni priorización de diversas campañas y luchas, con tal de que estén de acuerdo con la Carta de Principios del FSM. En ese sentido, las movilizaciones no violarán el principio de que la movilización política concreta es algo que se alienta entre los participantes del FSM, pero de que no se debe asumir determinadas campañas particulares como prioridades políticas del FSM. Por otro lado, esta decisión podría contribuir a transformar el proceso del FSM en una plataforma que puede ser considerada más útil para las luchas y las campañas particulares de los diversos movimientos.
Mi impresión, y espero no estar siendo demasiado optimista, es que al haberse alcanzado por fin un acuerdo sobre el tema de la periodicidad, el proceso del FSM hará un avance significativo. La decisión de organizar el próximo Foro mundial, después del FSM de Nairobi, recién en 2009 muestra que se ha producido un proceso de aprendizaje entre los miembros del CI. Durante los últimos meses y años, las posiciones sobre este asunto se han hecho más flexibles y se ha llegado a construir una plataforma común. Con ello, la capacidad del CI para tomar decisiones se ha visto fortalecida.
La decisión de Parma expresa la posición largamente sostenida por varios movimientos sociales grandes y sus redes. Ya anteriormente a la reunión de Parma, el Consejo Hemisférico del Foro Social Américas había decidido en julio 2006 proponer al Consejo Internacional la periodicidad bianual. Algunos de los movimientos estaban cada vez más frustrados con el proceso del FSM, en parte porque sentían que estaba dirigido principalmente por las ONGs que no atendían suficientemente las demandas de dichos movimientos. Tomando en cuenta las frustraciones acumuladas, una interpretación pesimista de la situación podría ser que la decisión de Parma vino demasiado tarde. Mucho depende de cómo se van organizando los foros regionales, temáticos y locales, además de las campañas, en el período cuando no hay Foro mundial. Y también de la manera en que se abordarán los debates sobre cómo y dónde realizar el FSM 2009.
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- El autor es director del Programa sobre Democracia y Transformación Global de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) y representante del Network Institute for Global Democratization ante el Consejo Internacional del Foro Social Mundial.
https://www.alainet.org/en/node/118962
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