Solidaridad con los comunicadores sociales
18/08/2007
- Opinión
El estudio de la importante labor de los medios de comunicación social para alimentar a la opinión pública ha sido abordado desde muy variadas perspectivas teóricas. Geoffrey Goodman -editor fundador de la Revista Británica de Periodismo y asesor del Primer Ministro Harold Wilson en los años setenta-, nos dice: “Los políticos desprecian cada vez más a los periodistas y al periodismo contemporáneo, y los periodistas ven con creciente ironía a los políticos y al papel que éstos tienen en la sociedad”.
Este lunes, dos miembros del SUNTRACS fueron apuñalados cuando protestaban frente al área donde la empresa brasileña Odebrecht construye la autopista Madden-Colón. Según el comunicado del Colegio Nacional de Periodistas “el grupo de trabajadores de SINDICOPP sacó a relucir cuchillos, piedras y varillas, acción que fue fotografiada por el reportero gráfico Alejandro Méndez…el grupo de trabajadores del SINDICOPP, compuesto por unas 30 personas, se abalanzó en contra del reportero gráfico Alejandro Méndez, lo empujó, agredió verbalmente y arrebató su cámara fotográfica digital. Luego, los obreros le regresaron la cámara digital y obligaron a extraer la tarjeta de memoria, con la cual se quedaron”.
El martes fue asesinado un dirigente del SUNTRACS; según los periodistas Santiago Cumbrera y Grisel Bethancourt: “Una orden ‘superior’, que nunca llegó, pudo haber evitado la muerte del obrero Osvaldo Lorenzo, quien falleció al recibir un disparo en el enfrentamiento que se dio ayer entre miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) y obreros de la empresa Odebrecht, organizados en otro sindicato”. Por este asesinato se detuvieron a 15 personas y se requisaron 16 armas de fuego. El jueves, un miembro del SUNTRACS fue ultimado por la policía en Isla Viveros.
En varios programas radiales se ha criticado a los periodistas por reportar los hechos tal cual ocurren. Incluso, varios mercenarios de la locución han acusado a estos reporteros de estar vendidos. Pretenden ignorar que el deber de un reportero es decir lo que pasa, sin ponerle adjetivos a los hechos, dejar que otros los pongan y saquen sus propias conclusiones. Se debe propiciar el ejercicio ético y con responsabilidad social del periodismo como instrumento de construcción de democracia y cultura de paz.
Es necesario que todos condenemos a los asesinos y a los mercenarios de la locución, para que no nos ocurra lo que señala Bertolt Brecht: “Cuando los nazis apresaron a los comunistas, no dije nada porque yo no era comunista; cuando encarcelaron a los sindicalistas, no dije nada porque yo no era sindicalista; cuando se llevaron a los judíos, no dije nada porque yo no era judío. Ahora vienen por mí, pero ya es tarde”.
Este lunes, dos miembros del SUNTRACS fueron apuñalados cuando protestaban frente al área donde la empresa brasileña Odebrecht construye la autopista Madden-Colón. Según el comunicado del Colegio Nacional de Periodistas “el grupo de trabajadores de SINDICOPP sacó a relucir cuchillos, piedras y varillas, acción que fue fotografiada por el reportero gráfico Alejandro Méndez…el grupo de trabajadores del SINDICOPP, compuesto por unas 30 personas, se abalanzó en contra del reportero gráfico Alejandro Méndez, lo empujó, agredió verbalmente y arrebató su cámara fotográfica digital. Luego, los obreros le regresaron la cámara digital y obligaron a extraer la tarjeta de memoria, con la cual se quedaron”.
El martes fue asesinado un dirigente del SUNTRACS; según los periodistas Santiago Cumbrera y Grisel Bethancourt: “Una orden ‘superior’, que nunca llegó, pudo haber evitado la muerte del obrero Osvaldo Lorenzo, quien falleció al recibir un disparo en el enfrentamiento que se dio ayer entre miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) y obreros de la empresa Odebrecht, organizados en otro sindicato”. Por este asesinato se detuvieron a 15 personas y se requisaron 16 armas de fuego. El jueves, un miembro del SUNTRACS fue ultimado por la policía en Isla Viveros.
En varios programas radiales se ha criticado a los periodistas por reportar los hechos tal cual ocurren. Incluso, varios mercenarios de la locución han acusado a estos reporteros de estar vendidos. Pretenden ignorar que el deber de un reportero es decir lo que pasa, sin ponerle adjetivos a los hechos, dejar que otros los pongan y saquen sus propias conclusiones. Se debe propiciar el ejercicio ético y con responsabilidad social del periodismo como instrumento de construcción de democracia y cultura de paz.
Es necesario que todos condenemos a los asesinos y a los mercenarios de la locución, para que no nos ocurra lo que señala Bertolt Brecht: “Cuando los nazis apresaron a los comunistas, no dije nada porque yo no era comunista; cuando encarcelaron a los sindicalistas, no dije nada porque yo no era sindicalista; cuando se llevaron a los judíos, no dije nada porque yo no era judío. Ahora vienen por mí, pero ya es tarde”.
https://www.alainet.org/en/node/122701
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