Primer año del gobierno de Ricardo Martinelli
Venta del país al mejor postor
10/05/2010
- Opinión
1. Economía neoliberal
En el primer año del gobierno del presidente Ricardo Martinelli, la economía panameña continúa en la senda neoliberal en el sector terciario al servicio de la clase dominante. El crecimiento económico se registra dentro de un grupo minoritario de la población, en tanto que las grandes mayorías no se benefician a través de políticas públicas que reviertan la tendencia hacia la concentración y centralización del poder económico ni que sustenten un cambio de estructuras cualitativo y duradero que nivele la injusta distribución de los ingresos.
2. Concentración del poder
Para implantar una estrategia de desarrollo que lo entregue todo a la empresa privada y afiance el control social sobre la población, el presidente Martinelli ha echado mano a la apropiación del ministerio público y de los órganos judicial y legislativo, y ha intimidado a los medios de comunicación para bajar el tono de las críticas al gobierno nacional, invitándolos a una autocensura en el contenido y el horario de los programas.
3. Apertura indiscriminada a transnacionales
El gobierno de Martinelli ha puesto en venta el país ofreciéndoselo al mejor postor, como es el caso de su apertura a la minería indiscriminada a cielo abierto –como en el caso de Petaquilla y Cerro Colorado; a la exploración y explotación de petróleo en Darién y el resto del país, a mayores concesiones a proyectos hidroeléctricos, especialmente en comarcas indígenas bajo protección internacional y nacional y en total desprecio a las normas ambientales y a las comunidades que sufren los impactos negativos de la depredación y la contaminación.
4. Inseguridad y narcotráfico
Mientras se sirve la mesa a grandes capitalistas, en Panamá ha aumentado la ola de criminalidad, que adquiere proporciones epidémicas, con secuestros, asaltos, ejecuciones y descuartizamientos. La criminalidad está asociada al narcotráfico, pero en gran medida está arraigada en la injusticia social y se ejerce especialmente contra las mujeres, que siguen siendo victimas de un sistema anacrónico que no permite su acceso a la justicia o a la reparación. Se han puesto en marcha varias estaciones aeronavales, que, si bien son panameñas, implican una inversión cuantiosa en beneficio de la lucha contra el narcotráfico hacia Estados Unidos y pueden ser requeridas por las fuerzas armadas de esta potencia en cualquier momento, gracias a los acuerdos con el Servicio de Guardacostas y la Enmienda Escalona-Bolton, conocidos como tratado Salas-Becker.
5. Transformación curricular
La política educativa del gobierno de Martinelli se centra en la llamada “transformación curricular”, que mantiene un carácter secreto para la sociedad y que muy pocas personas saben a ciencia cierta en qué consiste. La transformación curricular mantiene en tenso enfrentamiento a los gremios de docentes y al ministerio de educación, que es acusado de no consultar a los educadores y padres de familia acerca de su contenido.
6. Medio ambiente y entrega de recursos naturales
Como producto de la apertura del país a la inversión extranjera, el gobierno de Martinelli ha puesto en peligro la sostenibilidad del medio ambiente y los ecosistemas, que corren inminente peligro de desaparecer bajo los efectos de la minería a cielo abierto y a la falta de regulación efectiva sobre proyectos hidroeléctricos, entre otros. Numerosas organizaciones comunitarias y del medio ambiente, en un intento para unificar esfuerzos dentro de la sociedad civil, han denunciado la incapacidad gubernamental de defender el patrimonio ambiental y a las comunidades ante la voracidad de transnacionales depredadoras.
7. Reformas electorales
Grupos de la sociedad civil han estado presionando para que se cambien las leyes electorales de modo que se facilite la inscripción de partidos de corte popular y se les subsidie mientras estén en proceso de inscripción de cara a los comicios de 2014. La partidocracia, sin embargo, se opone a una mayor apertura por temor a perder su virtual monopolio sobre su clientela política y rechaza toda reforma sustancial que lo haga posible, lo cual deja sin mucha esperanza a los sectores más representativos de los pobres.
8. Reformas a la caja de seguro social y el código de trabajo y criminalización de la protesta
En su afán por consolidar su predominio social, el gobierno de Martinelli se apresta a reformar las leyes del Seguro Social y el Código de Trabajo para traspasar fondos al gobierno central e incrementar diversas modalidades de explotación de los trabajadores, cuyas conquistas, derecho de huelga, jornada de trabajo de 8 horas y descanso, se encuentran amenazadas por la patronal. La intolerancia creciente del gobierno se expresa en sus tendencias represivas a la protesta social, a la intimidación y la amenaza a diversos sectores de la sociedad civil.
9. El predominio del Partido Revolucionario Democrático sobre los demás partidos políticos
Tanto dentro del Partido Panameñista como del Partido Revolucionario Democrático se han lanzado severas acusaciones de que el partido Cambio Democrático de Martinelli ha estado seduciendo a sus cuadros políticos de diversa manera, para que se cambien a sus toldas, ofreciéndoles abiertamente dineros, prebendas y cargos, en utilización ilegal de recursos del Estado para fines proselitistas. La Alianza de Gobierno, sin embargo, aún se mantiene, e incluso el presidente Martinelli ha dicho que el próximo mandatario será Juan Carlos Varela, actual vicepresidente y canciller, en 2014, mientras mantiene acoso directo a algunos dirigentes del Partido Revolucionario Democrático por distintas razones.
10. Política exterior
Pero donde el gobierno de Martinelli ha demostrado mayor fracaso es en el ámbito de la política exterior. En efecto, el presidente Martinelli prometió cambiar el péndulo de la izquierda en América Latina para acabar con los gobiernos revolucionarios; alineó a Panamá a la política exterior de Estados Unidos, México, Colombia e Israel; apoyó desde el principio el golpe de Estado en Honduras, y le concedió la custodia de la Ciudad Santa de Jerusalén a Israel, en desconocimiento y ofensa de los otros sectores que se la disputan, entre palestinos, árabes y cristianos. A raíz de sus declaraciones, Martinelli fue declarado persona non-grata en países árabes que se sintieron aludidos.
Martinelli ha retirado a Panamá del Parlacen, en violación de normas internacionales y en detrimento de la integración regional. La promesa de apoyar a todos los colombianos indocumentados en Panamá y de traer cien mil trabajadores de Medellín, ha ocasionado serio malestar en la sociedad panameña, que le atribuye a algunos colombianos el incremento de la inseguridad ciudadana y la corrupción generalizada en Panamá.
Mientras tanto, la visita de Frank Mora, Subsecretario de Defensa de Estados Unidos, sirvió para que éste aconsejara públicamente a Panamá entrar en guerra conjuntamente con Colombia contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia porque éstas supuestamente “amenazan el Canal”. En adición, la visita del Subsecretario de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, sirve para reprender a Ricardo Martinelli sobre sus tendencias autoritarias y coordinar planes de seguridad regional.
11. Garrote y zanahoria
La política del presidente Martinelli se asemeja a la política del Garrote (“Big Stick Diplomacy”) del presidente Teodoro Roosevelt, quien aconsejaba: “Habla suavemente pero lleva contigo un garrote” (“Speak softly but carry a big stick”). Martinelli le ha ofrecido golosinas y regalos a vastos sectores del país, pero se ha cuidado, en una de sus primeras medidas, de aumentar el salario a la Policía Nacional, que es la única entidad que usa garrotes, bombas lacrimógenas y balas, en la creencia infantil de que la Policía siempre le será incondicional. Pero la determinación del presidente Martinelli de comprometer a Panamá en combates contra las FARC le traerá muchos más problemas de los que calcula, pondrá en peligro el Canal y su hipotética neutralidad, fortalecerá la militarización y el envío creciente de policías y soldados a la infame Escuela de las Américas.
12. Unidad
El Servicio Paz y Justicia en Panamá manifiesta por este medio la urgente necesidad de unir a los sectores populares, organizados o no, a fin de elaborar una agenda social y nacional que garantice un mayor bienestar a las grandes mayorías, particularmente las más pobres, mediante un cambio cualitativo en la estructura social que permita defender el medio ambiente, la democracia y la soberanía nacional, hoy subastadas al mejor postor y encadenadas a los dictados de Washington, las empresas transnacionales y las instituciones financieras internacionales.
- Julio Yao es Presidente del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Panamá
Panamá, 7 de mayo de 2010.
https://www.alainet.org/en/node/141303?language=es
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