Hay que aprender a leer los decires y los sucesos

14/05/2011
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De la vieja escuela del periodismo activo me quedó una enseñanza, que la recuerdo hasta hoy. Decía un viejo maestro que en el mundo no hay nada casual; que siempre hay una causa y un efecto; y que el periodista debe saber leer cuando se dan sucesos que, en apariencia, no tienen nada que ver los unos con los otros. Desde luego, había que distinguir los hechos que se dan en cadena y los hechos ciertamente casuales. Por ejemplo, decía, un terremoto es muy casual; pero, si se vive en una zona de alto riesgo sísmico, es muy posible que uno viva los efectos traumáticos de un movimiento terráqueo; si es que vive.
 
Bien vale la referencia “científica” ahora que los ecuatorianos estamos pasando por una situación “extraña” Y a lo mejor, nuestros hermanos latinoamericanos están pasando cosas que al parecer no tienen concatenación alguna. Por ello, me remito solo al Ecuador; y quién sabe si  estoy equivocado.
 
Toda América Latina recuerda que un 1 de marzo/2008, un grupo de élite del ejército colombiano invadió territorio ecuatoriano (Angostura, región Amazónica) y destrozó un campamento guerrillero que tenía ahí, Raúl Reyes, uno de los hombre de mando de la guerrilla de las FARC. Aquel episodio fue motivo suficiente para que el Presidente Rafael Correa rompiera relaciones diplomáticas con el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Pero, de esa acción de armas, la “inteligencia colombiana” se quedó con unas laptos; unas milagrosas máquinas en donde el “ingenuo” de Reyes dejó, para la historia, con punto y coma, una serie de acciones y compromisos. Entre ellos, que para la campaña electoral, le dieron al “aut sider” de izquierda, Rafael Correa, una asistencia de 300.000 dólares.
 
Días después, los colombianos (tan aficionados a la ciencia ficción) se dieron a la simpática tarea de sacar ad infinitum unos supuestos correos que, desde luego, tenían propietario: Raúl Reyes. La inteligencia colombiana no dudó en meterle en el cuento al mismísimo director mundial de la policía INTERPOL, un francés que dijo lo que le dijeron que diga pero que desapareció del escenario tan pronto como unos técnicos, vía formulario, le desafiaron a que sostenga unas cuántas barbaridades que había dicho. Después, los chistosos de siempre recomendaban a los colombianos y al señor Uribe Vélez (el fascista Presidente de Colombia) que registre tan maravillosas laptos porque eran únicas en el mundo de la nueva tecnología, tanto en fortaleza (se salvaron intactas de semejante bombardeo en el que murieron 25 humanos y quedaron heridas tres damas) cuanto en producción (produjeron, hasta el cansancio, emails, a la carta).
 
Todos recordamos esos episodios hasta que llegó al poder en la vecina Colombia el señor Juan Manuel Santos. Y cuando todos creían que bajo este Presidente, las cosas entre Ecuador, Venezuela y Colombia, se agravarían, este señor, dando una demostración de que un Ministro de la Defensa de Uribe Vélez, podía, sin embargo, ser pragmático, no solo que no siguió produciendo “falsos positivos” y “fosas comunes” sino que arregló situaciones más que difíciles con Ecuador y con Venezuela, a cuyo Presidente (Hugo Chávez)  supuestamente Reyes le había pedido 300 millones de dólares, para seguir con la guerrilla de las FARC.
 
Y cuando todos nos habíamos olvidado de tan interesante facundia colombiana, hete aquí que aparece un autodenominado Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS en siglas, en inglés) con un gringo joven, que chapurreaba un castellano de turismo, que le decía al mundo, desde Londres, que “había descubierto” que el “Mono Jojoy” (otro jefe guerrillero muerto por el ejército colombiano) había revelado que Reyes le dio a Correa unos 100.000 dólares (antes eran 300.000) y que el mismo Reyes tramitaba un “préstamo no reembolsable” de 300 millones de dólares, del generoso y perverso de Hugo Chávez.
 
Me he puesto a pensar: ¿es que los panegiristas del neoliberalismo son tan brutos que presentan como nuevo un suceso que ya fue denunciado y desmentido? Hace rato que no creo en la ingenuidad; menos en la ingenuidad de las fuerzas retardatarias de ningún país. Los llamados servicios de inteligencia (CIA, DEA; FUNDAMEDIOS y otros) saben qué tienen que decir, en qué momento y en qué escenarios.
 
No me parece nada casual que hayan escogido este momento para reiterar una supuesta denuncia que ya fue rechazada y abjurada hace tres años. Esta vez, trataron de darle un rostro de seriedad, a través de un Instituto inglés de vieja data (el IISS) Y sobre todo, en momentos en que el señor Santos se ha preocupado por mejorar las relaciones con sus vecinos, Venezuela y Ecuador. Y para ello, el Presidente de Colombia, en lugar de seguir los senderos que le trazó el señor Uribe Vélez, tuvo que adoptar el papel de “buen vecino” con Chávez y con Correa, dos jefes de estado totalmente contrarios a la política represiva y asesina de Uribe Vélez. Un cuadro made in USA (el Plan Colombia y el Plan Patriota) que pretendió, por la brava, poner coto, especialmente a Chávez. Y no pudo. En eso llegó la elección presidencial, y ya no le dieron campo libre al señor de los “falsos positivos” quien tuvo que ceder el puesto a su elegido. Y el elegido fue el señor Santos, un político de antigua data, que, en definitiva,  debió formularse esta pregunta: ¿y qué futuro tengo yo si sigo el camino de Uribe?
 
Pero, también, la jugada, al parecer, estúpida (me estoy refiriendo al refrito de vincular a Correa y Chávez con las FARC) estaba destinada a matar varios pájaros de un tiro, si a ella agregamos otra: desde la DEA colombiana, otro gringo, declaró muy suelto de huesos, que Ecuador se había convertido en una especie de “Naciones Unidas” pero del narcotráfico.  Un tirón de orejas especialmente a la Policía antinarcóticos por aquello de que el país es territorio de paso de los narcotraficantes, ya que no pueden acusarle (al país) que tenga plantíos y laboratorios de cocaína, como si los hay en Colombia, en Afganistán.
 
Tengo derecho a pensar que estos y otros episodios, al parecer inconexos, tienen, sin embargo, propósitos inquietantes y de nivel internacional:
 
¿Por qué no pensar, por ejemplo, que a organismos de “inteligencia” del imperio, de la propia Colombia, no les hace ninguna gracia que Rafael Correa, Hugo Chávez, tengan tan buenas relaciones con Juan Manuel, si a él se le supone en la otra orilla de los “exóticos” socialismos Siglo 21?
 
¿Puedo también suponer que estos dardos están dirigidos más contra Santos que contra los vecinos, por aquello de que en Colombia hay algunos que consideran una “actitud inconsecuente” para con el hombre que ofreció terminar con los terroristas de las FARC y estableció la “seguridad democrática” como el mecanismo que no podía fallar?
 
Desde luego, puedo también suponer que en los tres países (Ecuador, Colombia y Venezuela) todavía pesan esos sectores sociales que se han adueñado de la “libertad y la democracia” y que no ven con buenos ojos que un candidato a santo como Santos ande de ñañito con los diablos de Chávez y Correa.
 
No sería nada raro que, a fuerza de hablarnos de los malos y los buenos, los servicios tan inteligentes del imperio y de los imperitos pretendan ponerle miedos al señor Santos y obligarle a que vuelva “por el buen camino” (el que señaló su antecesor)
 
No sería extraño que, esos sectores, que en Ecuador, a propósito de la consulta del 7 de mayo/2011, pretendieron que gane el NO con viejos cuentos, como que los socialistas de hoy y de antaño, siguen siendo unos comunistas que quieren quitarle una bicicleta al que tiene dos, o una casa al que tiene dos; y así por el estilo.
 
No es de necios suponer que en esos operativos esté presente la vieja intención de relacionar a dos Presidentes (Chávez y Correa) con los malos de los terroristas de las FARC; y también de decirle a Santos que no ande de muy amigo de estos “comunistas” por aquello de que “quien con lobos se junta, a aullar aprende”.
 
O que también quisieron decirle a nuestros humildes policías antinarcóticos que deben poner más énfasis en hacer el trabajo que ellos no pueden hacer en el gran imperio y en los imperitos, porque estos narcotraficantes también deben gozar la libertad y la democracia.
 
O, por último, ahora que el emperador Obama ha logrado matar a Bin  Laden en Pakistán y el grupo especial que actuó, ha “recaudado” unas laptos que a nivel mundial sean aún más prolíficas que los que rescataron los colombianos de Angostura ecuatoriana, tengo pleno derecho a suponer que el gringo del IISS está muy interesado en saber cómo es eso de abrir archivos al por mayor para hacer una tarea “más mejor” que el wikileks ese 
 
He recordado, con dos casos concretos y unas cuantas “lucubraciones”,  lo que recomendaba el viejo periodista; uno de los tantos que aún creía en la “ética periodística” Y espero haber estado acertado en las concatenaciones;  porque de darse, todavía se dan. Y como los servicios de inteligencia del imperio y los imperitos, al parecer, carecen de creatividad, pues no les queda otra que repetir y repetir aquello que un señor de apellido Gobbels decía, por los años cuarenta del siglo 20: “la verdad es la mentira repetida cien veces”. Solo que Ignacio Ramonet dice que, en estos tiempos, los medios de comunicación sipianos y las redes inalámbricas del internet, lo repiten diez mil, cien mil, un millón de veces.
 
Quito, mayo 14/2011
 
- Alberto Maldonado S. es periodista – Ecuador
https://www.alainet.org/en/node/149724?language=es
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