La guerra sucia vuelve a Venezuela con JJ Rendón

18/11/2011
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El “asesor político” venezolano Juan José Rendón –-experto en propaganda negra, guerra sucia, falsos positivos y desinformación, difamador profesional y gigoló de las campañas políticas- lleva ya siete años vistiéndose invariablemente de negro, según él para manifestar su pesar por lo que está sucediendo en Venezuela bajo el mandato de Hugo Chávez.
 
Para Rendón, alineado ya como asesor del MUD y del precandidato preferido por Estados Unidos, Henrique Capriles Radonsky, ésta es “quizá la última oportunidad” de la oposición.
 
Juan José Rendón nació en 1964. Es psicólogo, comunicador y publicista, y se ha desempeñado en el manejo de la información para construir y destruir imágenes, tanto de productos políticos como comerciales.
 
Su palmarés es largo, iniciándolo en su natal Venezuela durante la segunda campaña presidencial de Carlos Andrés Pérez, en 1988 y prosigue con Chiripa Publicidad, en 1993, que le procuró una victoria absoluta al socialcristiano Rafael Caldera (www.jjrendon.net) . Rendón ha dicho que de las 22 campañas en las que ha participado, solo perdió dos. Una de esas fue el referendo revocatorio contra Hugo Chávez en el 2004. Al perder, fue uno de los que difundió las denuncias de fraude.  Después de eso se fue de su país, para regresar ahora para “la última batalla”.
 
MUD-o con Capriles
 
Desde 2003, Rendón viene desarrollando en Venezuela una campaña sistemática en función del deterioro de la imagen del presidente Chávez y la construcción de un arquetipo para su asesinato político-físico y moral.
 
Su modelo fue elaborado para la CIA por su homónimo Rendon Group de EEUU, el llamado “Expediente Noriega”, que justificó la invasión a Panamá. Allí se contemplaba un juicio  internacional para Noriega, incorporar a Panamá a la lista de terroristas, preparar las condiciones para una intervención militar y/o producir la ingobernabilidad y proyectarla electoralmente con Guillermo Endara.
 
Desde hace meses se viene impulsando una matriz temática a través de diversas plataformas –medios gráficos, páginas web, blogs, radio, televisión- con el objetivo de construir una imagen negativa o criminalizada de Chávez, con la divulgación de indicadores (falsos, manipulados) sobre la ruptura emocional del mandatario, su pérdida de confianza en la base chavista, con ataques a su entorno familiar.
 
En la conformación de esta matriz de opinión juegan papel importante las encuestadoras, que promocionan y divulgan supuesta impopularidad (o pérdida gradual y/o repentina de la misma).
 
Y también medios internacionales que repican sobre fallas y limitación es en los logros del gobierno –generalmente con medias verdades y descontextualización-,  los vínculos de personeros del gobierno y las Fuerzas Armadas con el narcotráfico, la acusación de “profesar una ideología castrocomunista”, la alianza con lo que llaman “países forajidos”.
 
La meta de las operaciones psicológicas se focalizan en la deslegitimación del Presidente. No se trata de una campaña publicitaria tradicional, sino de una serie de operaciones puntuales –repetidas desde las distintas plataformas nacionales y foráneas- dirigidas a la percepción (y no a la razón) de la ciudadanía.
 
Cualquier dato o error de un funcionario sirve para generalizar la idea del fracaso total, de la inacción, de la frustración. Desde la laptop de Reyes a la Operación Maletín, hasta los accidentes, las tragedias naturales o los conflictos laborales, cada hecho puntual se vuelve general y es asociado automáticamente por la prensa cartelizada como fracaso del gobierno y la certeza de un futuro incierto.
 
Rendón  dijo a El Nuevo Herald de Miami que  podría dejar su atuendo negro si la oposición pierde las elecciones presidenciales del próximo año. Señaló que tan importante son los venideros comicios, tan decisivos para el destino del país, que una nueva victoria de Chávez le quitaría el sentido a ese tipo de protesta.
 
Rendón, quien viene trabajando con la aglutinadora opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y seguramente se haga cargo de la precandidatura presidencial de Henrique Capriles Radonsky, afirmó que la responsabilidad de la oposición es inmensa, “tan grande como nunca ha sido”.
 
“Cada vez que pensamos que Chávez ya se cayó, que la gente ya se cambió, que las encuestas nos dan a favor, siempre terminamos perdiendo”, dijo Rendón, quien jugó papel fundamental no solo en la elección del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, sino durante el desempeño de éste como ministro de la Defensa de Álvaro Uribe.
 
Rendón trata de convencer a la dirigencia de la MUD de que la palabra más importante en estos momentos es “inclusión”, consciente de que la oposición no podrá derrotar a Chávez si no conquista para sí gran parte del voto chavista. Sabe que no es fácil hacer entender esta consigna entre sectores que por más de 12 años han buscado todas las formas, generalmente poco democráticas, para salir de Chávez.
 
“Nosotros lo que necesitamos hoy es realismo, inclusión, unidad y nobleza”, agregó, al insistir en que la oposición debe ir por el 70% de los votos.  “Lo que toca es despertar a los chavistas de esta fantasía, de esta ilusión, de esta histeria […] y hacerles ver que si bien ellos creyeron en el discurso de Chávez al inicio, después de 13 años podríamos pensar que en el mejor de los escenarios Chávez es un buen intencionado inepto”.
 
Rendón sabe que hay que instalar un mensaje único de la oposición, que hay que moldearlo y que, ante todo, debe excluir la glorificación del sistema político que existía antes de que Chávez, la llamada Cuarta República. Vender el pasado no tiene sentido, reivindicar la Cuarta República es ridículo: “Si bien el gobierno del mandatario ha sido un fracaso, las razones que lo catapultaron a la presidencia siguen teniendo vigencia”, señaló a la dirigencia del MUD.
 
La oposición debe entender que esta gente también fue discriminada y segregada durante 45 años y que eso les motivó a pasarle la factura a los grupos que controlaban el poder. Es por ello que cualquier futuro gobierno debe ser solidario con las clases de menores recursos, dijo.
 
Sabe que lo que llevó a Chávez al poder fue el discurso contra el sistema. Sabe que lo que queda es vender futuro, vender “la unidad de la reconciliación de los venezolanos”, para lo cual las críticas deben centrarse  en la incapacidad del régimen de cumplir con sus promesas.
 
Maratón de guerra sucia
 
En México, JJ (como se le conoce) fue contratado por el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Un candidato opositor (del PAN) lo acusó de estar detrás de una campaña sucia en su contra y llegó a señalarlo como un personaje “ligado a la CIA, a la guerrilla colombiana y a sonadas estafas políticas electorales”.
 
En México la prensa también lo tildó de ser un especialista en sembrar rumores contra los rivales de sus clientes, a quienes atribuía inclinaciones homosexuales, vínculos con el narcotráfico, la pederastia y la violación sexual.
 
Grupos de jóvenes adscriptos al Instituto Coahuilense de la Juventud, recibieron de Rendón instrucción y adoctrinamiento en desinformación, espionaje, clínica del rumor, propaganda negra, para convulsionar aún más el proceso electoral mexicano.
 
En Honduras trabajó en la campaña electoral de Porfirio Lobo, quien logró asumir el gobierno tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en Colombia con las campañas de Uribe y de Juan Manuel Santos, y en Perú fue contratado por el candidato ultraconservador Luis Castañeda. Santos ha dicho, según elespectador.com, “que se trata de un hombre exitoso y que por ende tiene muchos enemigos, pero que en ningún momento se trajo a la campaña para tratar de hacer una guerra sucia a Antanas Mockus”.
 
Según el “El Tiempo” de Colombia, forma parte de un grupo más grande de consultores políticos que buscan inmiscuirse en elecciones nacionales y locales, a nombre de intereses nada claros. El periodista mexicano Ramón Betancourt sindica a Rendón de ser “el rey de la propaganda negra, de la desinformación, del rumor como arma de propaganda política de desprestigio para aniquilar a los contrincantes de oposición y del mismo partido político”, en una frase, “como el nuevo Goebbels del nazismo moderno”.
 
Este periodista asegura que “los términos ‘homosexual’, ‘narcotraficante’, ‘pederasta’, ‘drogadicto’, ‘violador”, etc., etc., los endilga (como rumor) en las campañas a los adversarios políticos de sus clientes, o subir falsas historias perversas y fotomontajes al internet”.
 
En México, el candidato a la gobernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, acusó a Rendón de ser el autor de unos panfletos que insinuaban o lo señalaban de pederasta. Rendón rechazó esa afirmación y elevó una demanda en la corte del Onceavo Circuito para el Condado de Miami-Dade, por perjurio, difamación y daño moral.
 
En Bogotá alteró las encuestas del candidato Alonso Salazar y, asimismo, adoctrinó a los militantes del Movimiento de Jóvenes Fajarditas y recogió las denuncias de la colectividad sobre “un siniestro personaje extranjero que convulsiona  al electorado, poniendo en jaque la ética política”. Pero logró definirse mejor: En entrevista con la revista Semana sostuvo que para asesorar una campaña electoral, en este caso por la Alcaldía de Medellín, no deben atenderse los principios de la ética: 'la ética es para los filósofos', sostuvo.
 
Rendón intoxica con información-basura a través de un buen manejo de periodistas y medios, mantiene actualizados permanentemente sus bancos de datos, evalúa a los comunicadores y analiza las percepciones del colectivo e identifica sus vulnerabilidades. La teoría de Rendón se basa en las tres eses: sexo, sueldo y salud, con campañas de rumores sobre homosexualidad o libertinaje, corrupción si pruebas, enfermedades que hagan pensar en la incapacidad del candidato para ejercer el cargo.
 
En Colombia, chantajes, rumores y falsos positivos
 
Pocos conocían en Colombia a JJ. Rendón hasta octubre de 2007, cuando fue el epicentro de un escándalo que denunció a la radio La W el entonces congresista de la U (oficialista), Nicolás Uribe, quien lo acusó de amenazarlo con destruir su carrera política e inventarle una historia en la que lo vincularía en líos con prostitutas.
 
“Las amenazas versaron sobre todo tipo de artimañas, entre las que sobresalen por su bajeza y ordinariez, la de realizar fotomontajes inescrupulosos. Todas las amenazas al margen del camino por recorrer, iban dirigidas hacia un solo propósito: acabar con mi carrera sin importar el costo”, dijo Uribe el joven.
 
Desde el Polo Democrático y el Partido Liberal, le atribuyeron a Rendón una campaña sistemática de desprestigio, basada en rumores de presunta vinculación de sus candidatos presidenciales Carlos Gaviria y Rafael Pardo Rueda con la guerrilla de las Farc.
 
Los organismos de derechos humanos señalan que junto a su contertulio de José Obdulio Gaviria diseño para el entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos la campaña de “falsos positivos” que la prensa colombiana bien supo difundir y justificar: las fuerzas armadas secuestraban campesinos a quienes acribillaban vestidos de guerrilleros para hacerlos aparecer como subversivos abatidos en acciones militares.
 
Asimismo, se señala a JJ Rendón como el coartífice de varios otros “falsos positivos”, como atentados con bombas que –se supo luego- fueron montados por la inteligencia militar.
 
Nadie duda que sus tendencias políticas están totalmente enmarcadas hacia la extrema derecha del espectro político, y se sabe que algunas de sus campañas fueron financiadas desde bancos trasnacionales, en especial estadounidenses y españoles. Se declara como el heredero o discípulo directo de Joseph Napolitan, un conocido asesor de imagen estadounidense de los años 80.
 
De los 12 puntos de acción de los que habla en su portal, algunos destacan en su estrategia, como el manejo de crisis de opinión pública y la llamada clínica del rumor: “previendo medios críticos adversos a una personalidad pública o a un ente gubernamental, creamos un sistema preventivo para la desactivación o compensación de rumores que permite corregir situaciones desestabilizadoras”.
 
El columnista de El Espectador Ramiro Bejarano aseguró en una de sus investigaciones que desde que Rendón anda merodeando las altas esferas oficiales, la política se vulgarizó, porque ahora se controvierte a críticos y opositores a través del rumor, la conseja, la calumnia, el desprestigio, calculadamente propalados por los medios oficialistas".
 
Su vestimenta negra es coherente con su particular personalidad: vive solo, trabaja mucho, y dice que cultiva prácticas zen. Seguramente la abandone el 7 de octubre del 2012, cuando registre su segundo  fracaso en Venezuela para su palmarés.
 
- Álvaro Verzi Rangel es sociólogo, analista del discurso
 
https://www.alainet.org/en/node/154112
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