Restituciones sin garantías de no repetición

22/11/2011
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Los procesos de restitución de tierra que deberían llenar de regocijo y esperanza a los campesinos despojados y desarraigados de sus tierras, por el contrario, están aumentando el miedo y la incertidumbre por el incremento de las amenazas, los atentados y los asesinatos. Los procesos de restitución se están dando sin garantías de no repetición y están elevando el riesgo de los campesinos que reclaman su legítimo derecho a la tierra.
 
El pasado miércoles 16 de noviembre en el corregimiento Las Changas del municipio de Necoclí, fue asesinado el reclamante de tierras Alejandro Padilla aumentando a diez la trágica lista de líderes exterminados a razón de su lucha por la justicia social que el conflicto armado les arrebató a sangre y fuego. Asimismo, el 21 de noviembre, fue retenido por hombres armados en zona rural del municipio de Necoclí el reclamante de tierras Héctor Cabadía Pitalúa con el propósito de torturarlo para extraer información sobre la Asociación Tierra y Vida y seguramente segar su vida, no obstante, gracias a la actuación de las autoridades la consumación de éste hecho no fue posible.
 
Específicamente, estos hechos se dan una semana después de una restitución de tierras en la vereda San Juan de Tulapas del municipio de Turbo, donde los títulos de 15 fincas obtenidos fraudulentamente en el marco de conflicto armado anulados en el mes de septiembre del año en curso fueron restituidos a sus legítimos dueños. No obstante, llama la atención a este Observatorio que no son estos los primeros hechos de violencia que se presentan en el marco de las restituciones de tierras adelantadas en el Urabá antioqueño.
 
El 19 de septiembre del año 2010, se llevó a cabo un proceso de entrega y titulación de 123 hectáreas de tierras a 34 familias en las veredas La Teca, California, Calle Larga y Nueva Unión del corregimiento de Nueva Colonia del Municipio de Turbo. El señor Hernando Pérez Hoyos asistió al acto de restitución donde a pesar de no estar comprometidos su predios, le devolvía la esperanza a él y a los cientos de reclamantes de la región del Urabá antioqueño. Nueve horas más tarde, fue asesinado y su cuerpo encontrado cerca de las 10:00 p.m. del mismo día en una carretera del corregimiento El Totumo del municipio de Necoclí.
 
Del mismo modo, en mayo del 2010 tras reiteradas amenazas proferidas desde el 2009 a partir de la restitución de tierras a seis familias en el corregimiento El Totumo de Necoclí, fue asesinado uno de los beneficiarios de dicha restitución. El cuerpo de Albeiro Valdez Martínez conocido cariñosamente como Colombia, fue hallado con signos de violencia en un paraje en la vía que conduce del municipio de Turbo a Necoclí.
 
Estos hechos descritos hasta ahora, hacen parte de un patrón sistemático y generalizado de violencia que se despliega contra los reclamantes de tierras en el país. Particularmente, existen en estos casos unas características compartidas sobre las que este Observatorio llama la atención:
 
1.     Estos hechos se han presentado después de efectuadas restituciones de tierras en la región de Urabá como retaliaciones en contra de la Asociación de Victimas y Reclamantes de Tierras (antes Asovirestibi y ahora Asociación Nacional Tierra y Vida).
 
2.     En los casos de asesinato se reproducen versiones que tienden a desvanecer los móviles de los hechos, incluso, los medios de comunicación y las autoridades han llegado a conclusiones de muertes accidentales o muertes naturales en contradicción con los dictámenes de Medicina Legal.
 
3.     En ninguno de los casos se conocen los resultados de investigaciones que permitan identificar y judicializar a los autores materiales e intelectuales de los hechos consolidando un marco de impunidad.
 
Desde el segundo semestre del año 2008 a la fecha, han sido asesinados 10 líderes reclamantes de tierras, han sido amenazadas 21 personas de manera directa y reiterada, ha circulado un panfleto de amenaza colectiva y se han realizado 9 atentados. El nivel de riesgo es alto para todos los miembros de la Asociación, incluso, para los Abogados, Asesores y Escoltas, como lo confirma el panfleto emitido por el Bloque Urabá Antioqueño de las Águilas Negras del pasado mes de septiembre, donde además de proferir la amenaza colectiva cita los nombres de: Ana Teresa Bernal Comisionada de la CNRR e integrante de Redepaz ,  Luis Emil Zanabria  presidente colegiado de Redepaz (organización acompañante), Carmen Palencia (Presidenta de Tierra y Vida), Gerardo Vega (Abogado asesor de Tierra y Vida  y Presidente de la Fundación Forjando Futuros que es acompañante ), y Jesús Mario Orozco  de Tierra y Vida y Funumana. 
 
Si bien el Ministerio del Interior ha otorgado medidas de protección a cerca del 33% de los reclamantes de tierras amenazados, es necesario que dichas medidas se extiendan al 100% de la población amenazada dadas las características de la región de Urabá; dichas personas poseen un riesgo extremo como lo confirman nuevamente los hechos recientes.
 
Este Observatorio destaca que los miembros de la Asociación en general experimentan un riesgo diferente a los ciudadanos de común y en consecuencia, requieren un tratamiento especial donde el Estado adopte medidas de seguridad eficaces para el colectivo con el propósito de brindar garantías de no repetición a esta población tan golpeada por el conflicto.
 
La región de Urabá está en alerta roja. Por lo tanto, se requiere que el Estado colombiano y la comunidad internacional consideren las solicitudes emitidas por la Asociación Nacional Tierra y Vida y las Organizaciones No Gubernamentales acompañantes del proceso. Este Observatorio se permite hacer eco en el presente boletín de algunas de dichas solicitudes:
 
1.     Acompañamiento de la comunidad internacional en la región de Urabá con la instalación de Oficinas Permanentes.
 
2.     Desplazamiento de Comisiones de verificación de la Oficina de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos con el propósito de levantar informes en terreno sobre la situación de las víctimas en la región del Urabá antioqueño.
 
A la memoria de los hombres y mujeres que perdieron su vida buscando la justicia social y defendiendo su legítimo derecho a la tierra:
 
Juan Agustín Jiménez Vertel
Benigno Gil Valencia
Jaime Antonio Gaviria
Adriano Pino
Ana Gómez
Oscar Mausa Contreras
David de Jesús Goez Rodríguez
Albeiro Valdéz Martínez
Hernando Pérez Hoyos
Alejandro Padilla
 
 
Observatorio de Derechos Humanos y Conflicto en Antioquia
Instituto Popular de Capacitación IPC
 
Boletín Informativo 4 / 2011
Noviembre 22
https://www.alainet.org/en/node/154183
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