Nueva nacionalización de los hidrocarburos

30/04/2012
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Lo que pasó en el hermano país argentino, al margen de los resultados inmediatistas,  se trata de una nueva nacionalización del 51% de las acciones de REPSOL en YPF -sin expropiación y con indemnización- y con todos los riesgos de por medio. Se fundamenta en la necesidad pública y garantía del autoabastecimiento energético, ligado a la disminución de las reservas y la caída de la producción de crudo y de gas natural, entre 1998 y el 2011. Algo digno que debería ser imitado por todos los países que sufrieron la ola de privatizaciones de corte neoliberal -saqueo de la cosa del Estado-, que ojalá trasunten en una Alianza Estratégica Continental de Control y Producción Energética, una empresa de asistencia técnica con sustento de capitales estatales del nuevo continente emergente, evitando el capitalismo salvaje de las transnacionales del  imperialismo belicoso. Porque el hecho ha tenido la virtud de unir a “moros y cristianos” de la población argentina, a despecho del ala radical de la derecha encabezado por Mauricio Macri, gobernador de Buenos Aires  y ciertos medios de comunicación como lo es “El Clarín” que vaticinan un futuro “negativo”. Cuando la evidencia de los resultados en otros países, como Bolivia y Venezuela, demuestra que todo lo que se haga en la recuperación del Aparato Productivo del Estado, nunca será peor que lo que hicieron con éste los gobiernos neoliberales corruptos vende patrias.

Ante el hecho, REPSOL se apresuró a publicitar datos de inversión en los medios que fueron desmentidos por los interventores. Los directivos españoles sostenían que entre 1999 y 2011 la compañía había invertido 20.000 millones $us. La intervención de YPF le respondió que en esos 13 años la inversión genuina fue apenas de 3.669 millones $us, tiempo en el cual redituó por más de 15.700 millones $us. Ante una cesión de las reservas de petróleo de YPF en un 40,5% y las de gas en un 47,1%, mientras la producción de petróleo cayó en un 38,3% y la de gas en un 25,4%. Recordándoles que entre 1998 y 2011, YPF fue responsable de “la caída del 54% en la producción nacional de petróleo y el 97% de la producción de gas”[1].

Sólo los reaccionarios que añoran sus privilegios de gobiernos dictatoriales y neoliberales, ven el hecho histórico hacia la Liberación Nacional y Social de los pueblos como un desacierto, lo tildan con “muchos” errores, con peligros de fuga de capitales, etc. Lo cierto es que, por bastante tiempo se esperó una coyuntura de emancipación de los pueblos del yugo imperial norteamericano y sus similares de la Unión Europea. Como en su momento lo tuvieron los  libertadores de la colonia española, Bolívar, San Martín y otros. Hoy, nuevos conductores de la historia latinoamericana nacen con muchísima dificultad, en un ambiente de adversidad y hostilidad bélica. Una pléyade de lúcidos gobernantes que van decidiendo por la Liberación Nacional y la integración Continental, entre ellos Cristina Fernández. Con sátrapas neoliberales ello habría sido imposible.

Veamos algunos casos similares en contextos diferentes; cuando Hugo Chávez Frías, valiente gobernante de la República Bolivariana de Venezuela, frenó en seco la osadía de las transnacionales en la explotación hidrocarburífera concedida por ex gobernantes neoliberales en complicidad con la oligarquía –inclusive, ganándoles juicios internacionales-, la reacción no se hizo esperar, le propinaron un golpe de Estado con intento de asesinato, digitado desde EE.UU, con proclamas mediáticas que no duraron más de 48 horas. El golpe pretendió mostrar su virulencia “escarmentadora” para quienes se atrevan por la “liberación”; golpe frustrado, gracias al apoyo del pueblo que pese a su fragilidad política partidaria, comprendió que se implementaba un proceso de cambios favorable para con ellos. El hostigamiento de la derecha no para, hasta le desea la muerte, de la cual hasta ahora Dios lo protege.

En el gobierno de Carlos D. Mesa Gisbert, George W. Bush desde el Pentágono norteamericano, diseñó una intervención a Bolivia para evitar el acceso de Evo Morales Ayma al gobierno, que ya lo sabían ganador desde las elecciones generales últimas. (El “triunfo” de retorno del MNR con Gonzalo Sánchez de Lozada fue todo un fraude, que lo sabía su después cómplice Manfred Reyes Villa de la NFR). Tal intervención no se dio gracias a la decisión de gobernantes de avanzada como de Ignacio Lula da Silva del Brasil y en especial, el de Néstor Kirchner de la Argentina. Además, el visionario Kirchner, cuando Evo Morales Ayma tomó la histórica decisión de nacionalizar los hidrocarburos, la reacción de la derecha fue similar a lo acontecido en Venezuela, se intentó un golpe de Estado mediatizado con una sarta de mentiras, al extremo de querer provocar un magnicidio y la división del país; y ante el intento de boicotear la nacionalización y una supuesta “fuga” de capitales; Kirchner ofreció proporcionar recursos para inversiones en la explotación de hidrocarburos en Bolivia. El pueblo soportó la osadía de la derecha para luego desquitarse en las urnas. Esa derecha reaccionaria persiste en su intención; camuflada en movimientos sociales y el ambientalismo, confundidos por el discurso de trotskistas, revolucionarios de salón y disidentes del MAS. Quienes hasta ahora no distinguen al verdadero enemigo de clase, ni lo que es avanzar en democracia.

No es fácil encontrar un concepto sobre un hecho histórico-excepto el de los pseudo revolucionarios ausentes de la práctica, que inventan cualquier cosa para encubrir su apoyo a la oligarquía y el imperialismo-, como el de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo más fácil pero poco elocuente, es encontrarle defectos; pero, mejor que haya hecho lo que hizo a quedarse contemplando lo que hizo el capitalismo salvaje y sus testaferros postergando a su país, por gestión responsable de sus gobernantes neoliberales. No hacer nada habría sido para seguir de mal en peor, basta verla crisis por la que están atravesando los países “desarrollados”. Siendo así, Néstor Kirchner, en una posición visionaria, había tomado la valiente decisión de decirle basta a la osadía del FMI y el Banco Mundial respecto a su deuda externa. Era como decirles que, después de tanto atropello a la soberanía económica y de gestión al Estado argentino, “lo pagamos de acuerdo a lo que tenemos y desde cuando podamos”, asimilable a una postergación de la deuda externa en términos de soberanía. Hoy esa posición se profundiza con la “Nacionalización” de Cristina en la perspectiva de la Liberación Nacional.

El primer gobierno de Néstor Kirchner reivindicó el peronismo, amó a su patria con el corazón y no con las uñas;  canceló la deuda con el FMI y puso fin al negocio especulativo de los bancos y seguros, y rescató el patrimonio de los jubilados. Para los neoliberales era algo imposible, era una provocación a la fuga de capitales que sí lo tuvieron con el “corralito”.Sin embargo, estabilizó la economía de su país, sin que ello implique no contraer deudas en otras condiciones, como también lo contrajeron Bolivia, Brasil, Venezuela y otros. Pero; la derecha le creó un ambiente negativo al gobierno de Kirchner, provocándole “movimientos sociales” y encarecimiento del costo de vida. Los grandes productores del agro no comprendían el nuevo Proceso de Cambios con contenido popular. El pueblo se encargó cobrar tal osadía con el voto en las urnas; elección de su esposa como Presidenta y ahora reelecta con una mayoría que no le dio opción al pataleo a la derecha.

La ley que consolidará la “nacionalización” como una necesidad del pueblo argentino, tuvo gran aceptación en la Cámara de Senadores; con 63 votos a favor, 3 en contra y 4 abstenciones. Carlos Menem, el ex Presidente neoliberal, ni se asomó al arrepentimiento de lo que hizo, selló su conducta con una inasistencia cómplice para con las transnacionales. El tratamiento de la ley en la Cámara de Diputados tendió a correr con los mismos resultados. Aprobó en plenario de comisiones el dictamen favorable con el 86% de los votos, la oposición del 12% y 2% de abstenciones (algo totalmente distinto a los legisladores del menemismo que habrían cobrado ocho millones $us, para la aprobación de la Privatización de YPF)[2]. Lo cierto es que, a partir de ahí, los cambios en materia de hidrocarburos son el gran desafió del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La tarea no será fácil, pese a ello cuenta con el apoyo de nuevos inversores para modernizar su tecnología en prospección, exploración y explotación de hidrocarburos. Cuenta con el apoyo de gobiernos latinoamericanos en la misma línea y del mismo pueblo español que sufre las inclemencias del capitalismo salvaje, el neoliberalismo.

Hemos intentado hacer un punteo de los hechos más importantes en materia de hidrocarburos, que es el factor que mueve la economía mundial y de las consecuencias imprevisibles de su posesión; basta volcar la mirada a lo que pasa en Medio Oriente y Norte de África. Todo dependerá de la forma cómo se vaya concientizando con sus resultados, sin que ello implique que a partir de ahí, como por arte de magia, todo cambie en grandes dimensiones. Porque apenas se está haciendo parar lo que los neoliberales derrumbaron, lo que costó tanto a los pueblos que sufrieron los Programas de Ajuste Estructural. La reflexión sirve también para los bolivianos, y para todos los pueblos en cuyo territorio se encuentren energéticos para el desarrollo, evitando la acumulación capitalista belicosa, que hoy en día; tramposamente, se abandera de legitimidad en derechos humanos, de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, de la libertad y la democracia, de indigenista y ambientalista; con la complicidad mediática, de ONG(s), iglesias y pseudo revolucionarios. Un camuflaje que raya en el extremo del cinismo fascista.

Mucho cuidado, pura mentira mediática ante la perspectiva de liberación nacional continental.

Sucre-27-Abril-2012



[1]Página12-  EL PAÍS › EL GOBIERNO RESPONDIÓ UNA SOLICITADA DE REPSOL SOBRE LA PETROLERA YPF: Una conducta depredatoria”, 26 abril de 2012

[2]Página 12: EL PAIS › LA RECUPERACION DE YPF Y EL TABLERO POLITICO:: “Lo imposible se hace obvio”, 29 de abril de 2012

 

https://www.alainet.org/en/node/157578
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