Nexos entre tributación, recursos naturales y perfil productivo

29/08/2012
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El auge de precios de las materias primas ha hecho que países productores y exportadores de las mismas vivan un periodo de bonanza a pesar de la crisis económica global. Es el caso de América Latina. Pero ello conlleva un riesgo enorme: si no se diversifica la producción, más temprano que tarde el pan de hoy se convertirá en el hambre de mañana. La herramienta tributaria se convierte entonces, en un aliado para salir de esta encrucijada.
Cualquier evaluación de propuestas políticas para vincular el comercio con la creación de capital nacional en América Latina, tiene que considerar la composición de las exportaciones de la región, que de acuerdo a mediciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), continua siendo tan dependiente de la extracción de los recursos naturales -en promedio- como lo era hace cuarenta años.
Solo así se puede examinar adecuadamente un dato reciente de los investigadores de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL): los recursos fiscales provenientes de la extracción de recursos naturales han crecido en importancia en el total de la recaudación tributaria en todos los países de la región que se especializan en esta actividad (1).
Y si bien, en alguna medida, tales incrementos en la recaudación se deben al aumento de los precios de las materias primas, podemos afirmar que ello constituye un balance al modelo exportador extractivista con derrame mínimo hacia la economía local.
Recaudación y diversificación productiva
El impacto de la Gran Recesión de 2008-2009 abrió la puerta para un estudio más avanzado del papel que podría jugar la recaudación impositiva en el caso de las materias primas, en una agenda para la transformación productiva de la región.
Uno de los aspectos que la crisis puso de manifiesto fue la importancia que el comercio reviste como factor de transmisión de shocks. Pero lo más importante es que evidenció la vulnerabilidad de la estructura comercial de los países en desarrollo -incluidos America Latina y El Caribe- debido fundamentalmente a la falta de diversificación de productos.
Esto apunta a que la diversificación productiva no es secundaria en la agenda de transformación económica, sino que es inescindible de la misma. Porque la necesidad de diversificar la estructura productiva no debe desasociarse de la necesidad de contar con un contexto macroeconómico y financiero que la facilite.
Es desde esta perspectiva, que los altos precios de las materias primas, en un contexto de alta dependencia en las mismas, puede representar una amenaza. Es que los flujos de capitales a sectores con alta exportación de recursos naturales, puede llevar a apreciaciones cambiarias que ahoguen a otros sectores al encarecer sus costos de producción.
La tributación se convierte entonces, en un instrumento absolutamente necesario para incidir en los precios relativos, a través de la modificación de las tasas de ganancia relativas entre sectores, apoyando a que la inversión se dirija a sectores no tradicionales de la economía.
El mercado no lo hace solo
Los retornos a la inversión privada extranjera podrían, en algunos casos, reinvertirse en el país anfitrión; pero dejar tal reinversión a las dinámicas de mercado, tiende a aumentar los desequilibrios existentes. Porque en situaciones de precios altos de los recursos naturales, la concentración de la producción en tal sector se ve exacerbada. Por ello, con el fin de tener un comercio más diversificado, primero que nada hay que tener una inversión más diversificada. Y eso no va a ocurrir si se espera que la inversión en sectores más diversos sobrevenga en base al libre juego de oferta y demanda.
La tributación se convierte entonces, en un instrumento absolutamente necesario para incidir en los precios relativos, a través de la modificación de las tasas de ganancia relativas entre sectores, apoyando a que la inversión se dirija a sectores no tradicionales de la economía.
Esta conclusión se hace más evidente, al ver los patrones de globalización de la economía actual. Junto con la movilidad de los flujos de capitales, la globalización ha provocado un aumento de la importancia del ítem “pago neto de factores” en la cuenta corriente de los países. Eso refleja la mayor trascendencia que los retornos sobre la inversión y el pago de deuda tienen en la cuenta corriente. Pero también apoya la idea de que las decisiones sobre inversión, son de extrema importancia para determinar los flujos comerciales y, por ende, en los patrones de comercio sobrevinientes.
Es interesante notar que el renovado interés por la importancia de la política tributaria como herramienta de diversificación parece estar ganando espacio en la agenda internacional.
La postura del G20
Un reciente informe del Grupo de los 20, cuya redacción estuvo liderada por Indonesia y el Reino Unido, se enfocó en los impactos macroeconómicos de la excesiva volatilidad de los precios de las materias primas. El informe menciona que la excesiva volatilidad crea incertidumbre sobre los precios futuros, y complica el planeamiento e inversión de largo plazo lo que lleva a que (países) productores y consumidores de materias primas inviertan por debajo de lo necesario en activos físicos que apoyan el crecimiento(2).
Al analizar las respuestas con que se podría hacer frente a la volatilidad, el informe dice que al considerar políticas fiscales y/o regulatorias, los países podrían también medir el impacto potencial sobre inversiones en la producción. La explotación de los recursos podría ser maximizada por un régimen fiscal que reconozca la evolución de las inversiones requeridas y el balance entre riesgo y beneficio, para recursos nuevos, establecidos y maduros, o en vías de agotamiento(3).
Debate regional
Una declaración de gobiernos de América Latina y el Caribe frente a los impactos comerciales de la crisis formulada en el 2009 avaló de hecho tales políticas: a nivel nacional, los países en desarrollo deberían diversificar sus actividades productivas, lo que incrementaría el rendimiento y la productividad. Para tal propósito, podrían apoyarse en una estrategia de “fijar mal los precios”, es decir, manipular los precios de los productos básicos en relación con otros productos, por ejemplo, a través herramientas monetarias, cambiarias y fiscales(4).
Comenzar a ver las políticas tributarias en su dimensión de factores de conversión productiva es el primer paso en una tarea que no debe esperar más.
 
- Aldo Caliari es Director del proyecto Rethinking Bretton Woods en el Center of Concern, Washington.

Notas:
(1) CEPAL 2012. Tax structure and tax evasion in Latin America.
(2) G20 Commodity Markets Subgroup 2012. Summary report on the impacts of excessive commodity price volatility on growth.
(3) Los subsidios agrícolas y las barreras a las compras estatales de Europa y los EEUU son muy importantes.
(4) SELA 2009. Informe de la Reunión de Consulta sobre la Crisis Financiera y el Comercio: Hacia una Respuesta Integrada en América Latina y el Caribe. Caracas, Venezuela. 1 y 2 de septiembre de 2009.
https://www.alainet.org/en/node/160652
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS