La semana pasada se realizó la audiencia preliminar contra el ex presidente Francisco Flores, en el Juzgado Séptimo de Instrucción. El Juez Miguel García Arguello dará su resolución el 10 de diciembre próximo, donde establecerá si el imputado queda libre o va a sentencia y determinará también si se incluye o no el lavado de dinero en la acusación penal.

La audiencia –al final- estuvo marcada por la penosa actuación de la Fiscalía y del propio Fiscal General Luis Martínez, quien apareció al cierre de la jornada con el claro propósito de presionar al Juez e intimidar a los querellantes de las organizaciones sociales ISD y FESPAD.

El país no puede sentir más que vergüenza al ver que la Fiscalía y el Fiscal General renuncian al rol de acusador del Estado y se suman a la defensa del acusado para que el caso quede impune. La representación fiscal cerró filas con los defensores del ex gobernante que desvió millonarios donativos extranjeros a cuentas bancarias del oligárquico partido ARENA.

Juntas, defensa y Fiscalía, se opusieron a la incorporación del lavado de dinero y activos. Fiscales y defensores arremetieron contra los querellantes de las organizaciones sociales, quienes expusieron pruebas y defendieron valientemente sus argumentos contra el ex presidente arenero.

Ante su incapacidad de refutar los planteamientos de la querella, defensores y fiscales intentaron sacarla del proceso. Esto, sin embargo, era esperable dada la hostilidad fiscal hacia los querellantes durante todo el proceso y la actuación orientada a favorecer al ex presidente Flores: retardación de diligencias, omisión de pruebas y exclusión del lavado.

Lo que sorprendió fue la desesperación del Fiscal Martínez, que irrumpió en la audiencia. El funcionario perdió los estribos porque la querella pidió al Juez certificar el proceso y enviarlo a la Asamblea Legislativa para que destituya al Fiscal por omisión de investigación e incumplimiento de deberes.

Sin quererlo, el Fiscal Martínez hizo el mejor acto de campaña en su contra: toda la población constató –por la radio y televisión que transmitía en vivo la audiencia- que el defensor de los intereses del Estado y la sociedad traiciona su función constitucional y actúa como un vulgar defensor de involucrados en graves delitos de corrupción.

La actuación de la Fiscalía y el show protagonizado por el propio Fiscal Martínez en la audiencia contra el ex gobernante arenero, son suficientes para que la Asamblea descarte la posibilidad de reelegirlo y en su lugar designe a un Fiscal General decente. El país merece y necesita un Fiscal capaz, honesto e independiente, que combata la corrupción y termine la impunidad.

Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)

http://www.prensa.arpas.org.sv/