Minería a cielo abierto: solo autorizada en los países muy necesitados

07/03/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
 mina cielo abierto
-A +A

Hokshe, es un pueblo nepalí muy pobre donde sus habitantes son conocidos por vender sus riñones. Muchos de sus habitantes son analfabetos, y todos dicen estar dispuestos a pasar por el trance. Durante más de una década, los traficantes de órganos, han acudido abiertamente al pueblo para ofrecer dinero a cambio de órganos, que serán vendidos a pacientes ricos de la India. Luego los llevan a ese país para la cirugía, como es de esperarse siempre los engañan y   les pagan una ínfima parte de lo ofrecido, inmediatamente después de la operación sufren  deterioro de la salud, dejan de trabajar y sin futuro a sus  familias. 

 

La minería a cielo abierto junto a la desforestación masiva y las pruebas nucleares son las acciones más letales del hombre en la naturaleza. Las grandes naciones mineras del mundo EEUU, Canadá y Australia la prohibieron en sus propios países por los daños irreversibles que esta produce a los ecosistemas impactados.  La minería a cielo abierto va más allá de la fábula de la huella del caballo de Atila, rey de los hunos, que contaba que donde hubiese pisado impedía que naciera hierba. Aquí es peor, cada gigante hueco que hacen las concesionarias mineras, a 10 kilómetros a la redonda de ellos, todo queda contaminado. No hay forma luego que la naturaleza tape esos cráteres o disminuya los mortíferos químicos dispersos en esas operaciones.

 

 

En Venezuela estamos vendiendo al igual que los habitantes de Hokshe nuestros riñones, también los pulmones y la sangre.  111.800 kilómetros cuadrados, el 12% del territorio nacional y el 30% de los bosques se los estamos otorgando a concesionarias mineras internacionales, que vienen sin piedad a devorar la patria y a contaminar la segunda reserva de agua dulce de Suramérica, el Orinoco.

 

En este monólogo nos hacemos las preguntas que quitan el sueño: ¿estamos tan urgidos para entregar nuestro recursos naturales a esta nueva modalidad de colonialismo/saqueo del siglo 21?. ¿Se nos acabó ya la creatividad? ¿No hay otra manera de generar divisas? El turismo de naturaleza y aventura genera 263 billones de dólares en todo el mundo anualmente y el avistamiento de aves produce 80 mil millones de dólares. 50 mil millones de dólares percibe España por concepto de turismo y Francia 40 mil millones. El ecoturismo en Colombia proyecta generar 300 mil nuevos empleos y captar 6.000 millones de dólares en divisas anuales a partir del 2018.

 

De ser un pueblo aguerrido, liberador de 5 naciones, ahora hemos perdido hasta el amor por el país y hoy estamos rendidos, indiferentes, resignados a que nos quiten a pedazos, a que nos despojen la soberanía, ante el secuestro que hoy nos hacen 21 naciones que ultrajan el Esequibo venezolano, entre ellas China y Rusia, los supuestos aliados  más “allegados”.  Guyana Británica, no solo reparte el Esequibo, también ahora concesiona parte del Delta del Amacuro y aun así no reaccionamos.  Y si reaccionamos, es para ser como ella (la Guyana), entregando el futuro de los venezolanos a las mismas concesionarias que nos ultrajan en el Esequibo y a otras.

 

¿Dónde está la espada de Bolívar?  ¿Dónde están los fusiles y las balas de la patria para enfrentar estos magnoecocidios? ¿Y la Unidad Cívico Militar y los Colectivos recontrarevolucionarios por que no han salido a empuñar las armas en esos territorios invadidos?  ¿Por qué no están los aviones y los barcos que hemos pagado soltando la pólvora contra esos garimpeiros internacionales?  

 

¿Dónde están los dolientes de la “patria querida”?

 

 

Lenin Cardozo, ambientalista venezolano

 

https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=491031042793708481#allposts/postNum=0

 

https://www.alainet.org/en/node/175882?language=es
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS