Oaxaca a sangre y fuego ¿por siempre?

15/12/2016
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Por alguna razón inconfesable, temprano en la mañana del domingo 19 de junio, aplena luz del día, la comunidad de Nochixtlán en la mixteca oaxaqueña fue elegida como blanco de una operación de guerra no convencional,  irregular o asimétrica por mandos de los aparatos de seguridad del Estado Mexicano, con el saldo conocido de once civiles ejecutados de manera arbitraria o sumaria y medio centenar de heridos.


Este hecho no fue inusual ya que forma parte de una ininterrumpida década de represión visiblemente salvaje - por momentos solapada - desatada sobre el hermano pueblo oaxaqueño por parte del Estado mexicano.


Oaxaca es un estado pluriétnico y multicultural. Viven allí 16 pueblos indios. Las ocho regiones y los 570 municipios que la integran son el espacio territorial que da identidad y horizonte de lucha a gran diversidad de organizaciones etnopolíticas, comunitarias, campesinas, populares y civiles.


Por su ubicación geográfica, Oaxaca es hoy un territorio estratégico para los proyectos de muerte que el gobierno de Enrique Peña Nieto pretende instalar con base en los acuerdos del Tratado de Libre Comercio de América del  Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá, la Iniciativa Mesoamericana y Plan Mérida, que benefician a grandes corporaciones capitalistas y que con el apoyo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, están diseñados para saquear las riquezas naturales.

https://www.alainet.org/en/node/182388
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