Escándalo con desacreditaciones: la OMC le echa la culpa a Macri

02/12/2017
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En las últimas horas se conoció la decisión del gobierno argentino de desacreditar a varias decenas de delegados y delegadas de organizaciones de la sociedad civil, apenas unos días antes de viajar a Buenos Aires para participar de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

 

Esta situación alcanzó rápida difusión a nivel internacional, a partir de la denuncia realizada en la conferencia de prensa del espacio #FueraOMC -que se encuentra organizando la Cumbre de los pueblos en Buenos Aires- y de la protesta pública de organizaciones internacionales, entre ellas la red global OWINFS.

 

La coordinadora de este último espacio de cara a los temas de la Organización Mundial de Comercio, Deborah James, envió al presidente Mauricio Macri y al director general de la OMC, Roberto Azevedo, una dura carta donde pidió dar marcha atrás en la medida -calificándola de “arbitraria y sin precedentes”- o cancelar la reunión de la OMC. Pero el detalle es que con su nota, James difundió también el correo enviado por la OMC a los 43 participantes censurados.

 

Allí se puede observar que las desacreditaciones fueron comunicadas por el jefe de Relaciones Exteriores de la OMC, con un correo electrónico enviado desde la casilla oficial mc11-ngo@wto.org, en el que señala cuatro veces -una vez por cada párrafo de la carta- que se trata de una decisión exclusiva del gobierno argentino. La carta, en inglés en el original, puede consultarse en fuentes como ALAI, Vía Libre o Global Research.

 

Desde el vemos, en el primer párrafo, además de señalar que la OMC sí acreditó a las delegaciones y que la negativa es responsabilidad del Ejecutivo encabezado por Macri, informa que “las razones no fueron especificadas” a la organización.

 

En el párrafo siguiente, la OMC dice que ha realizado consultas “en forma repetida” pero abrigan “pocas o ninguna esperanza” en que se encuentre una solución a este “desarrollo inesperado”.

 

En el tercer párrafo afirma que se pidió a las autoridades que se hagan cargo de contactar y avisarles directamente “de su decisión” a las delegaciones desacreditadas. Pero por las dudas, “para evitar que (el aviso) llegue demasiado tarde, hemos decidido contactarte”.

 

En el último párrafo la OMC pide disculpas por los inconvenientes que “la decisión de Argentina puede causar”, para cerrar de forma aún más dura: “Lamentablemente, no estamos en condiciones de proporcionar ninguna explicación o antecedentes y sugerimos que se contacten directamente con las autoridades argentinas”. Para esto incluso les proporciona el correo acreditaciones.mc11@mrecic.gov.ar.

 

Desde el momento de la difusión, el tema escaló hasta convertirse en una noticia de alcance mundial y un inesperado costo político previo para el gobierno argentino, hasta el punto de que algunos trascendidos indican que la medida se podría llegar a revertir en las próximas horas.

 

En esas consideraciones está presente el inusual tono crítico que la propia OMC utilizó ante esta resolución, que en sí mismo implica un mensaje contundente: no es habitual que un organismo vinculado a los intereses económicos más concentrados, “corra por izquierda” a un gobierno, exponiéndolo de esta manera.

 

- Fernando Vicente Prieto – @FVicentePrieto y Leticia Garziglia – @letigarziglia

 

 

https://www.alainet.org/en/node/189603?language=en
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