Nuestra América logra victoria estratégica en Bolivia

26/10/2020
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
arce_bolivia.jpg
Reunión de Luis Arce con diplomáticos chinos
Foto: @LuchoXBolivia
-A +A

Desde una perspectiva histórica y estratégica, la victoria de Luis Arce en Bolivia, es equiparable a la primera victoria electoral de Hugo Chávez el 6 de diciembre de 1998 en Venezuela, misma que tendrá importantes repercusiones geopolíticas y geoestratégicas, si se es consecuente con ese respaldo abrumador del pueblo boliviano al Movimiento Al Socialismo – MAS, y se hacen las cosas que se tienen que hacer.

 

Por qué lo planteamos así:

 

a)Primero revisemos rápidamente los contextos internacionales respectivos en los dos momentos históricos. La primera victoria de Chávez se da en el marco de un escenario donde primaba en gran parte un mundo unipolar; la desaparición del bloque socialista y la fortaleza política del modelo neoliberal en ese tiempo, había dejado, -siempre hablando de manera muy general, sin topar los casos específicos-, a la izquierda desorientada y sin estrategia. Chávez con su éxito electoral y luego la realización de una Asamblea Constituyente, mostró un nuevo camino a los procesos nacional-populares de Nuestra América, esa estrategia se replicó en Bolivia y Ecuador, es decir, la izquierda se puso a trabajar en serio para ganar una elección nacional, y sobre todo dar el siguiente paso imprescindible, llevar a cabo una Asamblea Constituyente, cuestión que no se hizo en otros países hermanos, luego de los triunfos electorales de sus respectivas organizaciones, aspecto que puso límites a sus procesos porque no se cambiaron las reglas de juego y no se buscó generar una nueva institucionalidad, primo la ‘legalidad burguesa’, sin embargo, lo expuesto da para un análisis largo y caso por caso, nos referimos a los resultados de los procesos constituyentes, que no lo vamos a hacer en este espacio. En síntesis, la victoria de Chávez, por su radicalidad que no fue percibida por muchos sectores de izquierda en ese momento, abrió el ciclo de gobiernos nacional-populares que se dio en Nuestra América; recordemos que Lula es elegido presidente en el año 2002.

 

b) Lógicamente todo se mueve y hoy el escenario internacional tiene sus propias particularidades. Considero que se ha consolidado un mundo tripolar (China, EEUU, Rusia) o multipolar (adicionando a potencias regionales como Irán, India, Unión Europea, Japón, hay analistas que incluyen otros países como Indonesia y Sur África). Con ese tablero, la doctrina estratégica de los EEUU tuvo que emprender importantes actualizaciones para sostener su declinante hegemonía, esto se tradujo en el Poder Inteligente y la Guerra No Convencional de Amplio Espectro. Lo que se reflejó en ‘Revoluciones de Colores’ en varias partes del globo o ‘Golpes Suaves’ (y a veces no tan suaves) como los acontecidos en Paraguay, Brasil, Honduras, Bolivia, por ejemplo. Comprender esa doctrina estratégica imperialista tomó lastimosamente demasiado tiempo a gobiernos, organizaciones o presidentes de Nuestra América, de ahí el éxito que los EEUU tuvo en el derrocamiento de determinados gobiernos nacional-populares. Otro es el análisis en los casos en que los retrocesos se dieron por derrotas electorales, como fue el caso de Argentina con Macri, o el del Frente Amplio en Uruguay. Y otro caso muy particular es lo acontecido en Ecuador con Moreno.

 

Desde que EEUU entró en la arena política global en 1917 no ha dejado de crear su Orden Mundial, la diferencia es que ahora después de lograrlo inmediatamente después del término de la II Guerra Mundial, hoy no puede dominar su pretendido Orden Mundial. El mundo de hoy abarca Estados con poderes comparables y EEUU no se resigna a perder su hegemonía y aceptar un mundo donde prime un equilibrio de poderes. Los países y gobiernos que pretendan mantenerse independientes y soberanos, deben comprender que los imperios nunca han tenido ningún interés en operar dentro de un sistema internacional donde se respete el existente pero para ellos impracticable –derecho internacional-.

 

Con los elementos destacados, hay más, podemos valorar que la victoria de Arce en Bolivia es estratégica, porque ha logrado revertir la contra ofensiva imperialista, en un punto geoestratégico neurálgico de Nuestra América, por su posición geográfica y por los recursos estratégicos que posee: litio y tierras raras. Pero como no puede ser de otra forma, los EEUU buscaran desestabilizar desde el principio el gobierno de Arce, por lo que el MAS está obligado a superar errores del pasado para consolidar el proceso, generar las herramientas para la defensa y superar la ingenuidad y las concesiones a la derecha anti nacional y contra democrática.

 

El desarrollo y consolidación del proceso boliviano será la base para generar un nuevo ciclo de independencia y liberación de nuestros pueblos. El actual tablero de poderes internacional favorece si se los aprovecha sin dubitaciones.

 

c) Cuando decimos que se debe tomar conciencia sobre la nueva realidad geopolítica y geoestratégica, queremos decir que Nuestra América y sus gobiernos deben lograr una nueva subjetividad estratégica. Cuando nació el Nuevo Regionalismo latinoamericano y caribeño, nos referimos al aparecimiento de nuevas organizaciones como la CELAC, UNASUR y la ALBA, habíamos insistido que la tarea quedaba a medias y débil, si ese período oportuno no se aprovechaba para abandonar la OEA. No hubo comprensión y voluntad política para dar ese paso imprescindible. Hoy vemos lo que eso costó, y especialmente a Bolivia. Creer que EEUU no usaría las herramientas de su Orden Mundial para revertir los procesos nacional-populares en Nuestra América fue ingenuo. Esperamos que la lección se haya aprendido y Bolivia abandone inmediatamente la OEA. Si el gobierno de Arce da ese paso, estará creando condiciones para el sostén de su proceso y dará un golpe decisivo a esa caduca organización que mal pretende ser panamericana. Ahora que se ha comprobado fehacientemente la participación de la OEA en el golpe de Estado, es el momento adecuado de hacerlo. Si el presidente Arce decide seguir el ejemplo de Venezuela, que ya abandonó la OEA, aunque se demoró en hacerlo, dará carácter estratégico a su victoria electoral.

 

d) Otro aspecto por el cual caracterizamos de estratégica la victoria del MAS-Arce, es porque su liderazgo y su capacidad organizativa, que se vio obligada a renovarse, más una compresión integral del escenario., que incluye entre otros aspectos, reconocer los puntos fuertes y tomar conciencia de los débiles, le permitió al MAS encontrar la estrategia para revertir el golpe, no dio pasos tácticos desesperados, sino pasos estratégicos bien analizados. El triunfo abrumador nos demuestra que lograron la renovación político organizativa y esto deben leerlo con atención otras organizaciones nacional-populares y de izquierda de Nuestra América.

 

d) Si bien, como lo ha señalado el presidente Arce, recuperar la economía boliviana será una prioridad, tarea difícil en un potencial escenario de bloqueo y sanciones, como acostumbra el imperialismo, -por ello nuestra insistencia en la rápida creación de herramientas geoestratégicas para la defensa y desarrollo de alianzas geopolíticas en esa línea-, el nuevo gobierno boliviano y el MAS debe poner igual énfasis en una revolución democrática cultural y en la génesis de una nueva doctrina militar y policial, entre otros aspectos, es decir, en palabras de Gramsci, en creación de un nuevo bloque histórico.

 

Por lo expuesto en esencia, creemos que la victoria del MAS-Arce en Bolivia tiene una connotación especial, que no la obtuvieron las victorias de Andrés Manuel López Obrador en México o de Alberto Fernández en Argentina, mucho más si vemos en este último su ambigua política internacional, triunfos electorales en México y Argentina que no dejan de ser muy importantes, pero que desde la perspectiva expuesta y leyendo anticipadamente su potencial desenvolvimiento gubernamental, no se nos ocurrió caracterizarlos de estratégicos.

 

El gobierno y proceso de Arce y del MAS en Bolivia, tiene mucha madera para llenar de satisfacciones a los pueblos de Nuestra América ansiosos de independencia, soberanía, libertad y socialismo. Suerte, queridos hermanos y hermanas.

 

23 de octubre de 2020

 

- Mario Ramos es director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (CENAE), Ecuador

 

 

https://www.alainet.org/en/node/209476
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS