Suele describirse a los conflictos de Palestina y Yemen como tragedias humanas ocultas deliberadamente por la mediática mundial, ocultamiento que necesariamente se traduce en connivencia con los agresores y ocupantes, es decir, con los sionistas de Israel en el caso palestino y las monarquías del golfo contra Yemen, ambos actores políticos representantes de los intereses del norte global en sus regiones. Sin embargo, aún estos conflictos son más visibles en el escenario planetario que la situación del pueblo saharaui, colonizado por España en el siglo XIX e invadido y ocupado por Marruecos en el siglo XX, con el aval de la ex potencia colonial, luego de la retirada española; todo la historia de lucha y resistencia de este pueblo ha sido sistemáticamente ignorada, obliterada y declarada como inexistente por el norte global y su maquinaria comunicacional, lo que lo hace el conflicto menos conocido en tiempos contemporáneos, siendo que se trata de unos de los territorios que aún permanece sometido por los patrones coloniales, contra los que lucha y resisten esperando el reconocimiento, apoyo y solidaridad mundial, que debe colocar la lucha saharaui como tarea pendiente en los procesos de emancipación y autodeterminación de los pueblos del sur global.

Para quien escribe la historia de resistencia y emancipación anticolonial del pueblo saharaui, no es del todo desconocida, ya que si bien es cierto que la mediática mundial, los organismos multilaterales y los intereses del norte global y el occidente colectivo, han hecho un muy efectivo trabajo de ocultamiento, el trabajo del periodista, internacionalista y corresponsal de guerra, uruguayo/venezolano Walter Martínez, quien cubrió en directo el conflicto y se solidarizó con la lucha saharaui, se ha convertido en una forma de visualización del conflicto para muchos venezolanos, seguidores asiduos del programa de análisis internacional Dossier, producido y moderado por el mencionado periodista, programa de gran tradición y amplia difusión con una intachable reputación en el continente. No obstante a pesar de la encomiable labor del también profesor, Walter Martínez, el reconocimiento del conflicto en Venezuela es bastante limitado, por cuanto no se aborda esta realidad en ningún otro medio, lo que demuestra. Como ya se mencionó, el exitoso trabajo de obliteración promovido por los intereses del norte.

Recientemente, y ante la crisis hegemónica mundial, los conflictos regionales de vieja data han estado resurgiendo, como ocurrió hace muy poco con Nagorno Karabaj en el Cáucaso entre Armenia y Azerbaiyán, o aquel que está en pleno desarrollo entre Etiopia y la región de Tigray, en un Estado dónde las guerras civiles han marcado su historia reciente; no obstante, en este momento el conflicto en el que nos centramos en este artículo también resurge con fuerza, producto por un lado del permanente acoso del ocupante Marruecos sobre el territorio saharaui, y por el otro del cansancio del pueblo oprimido que tiene décadas esperando que se cumpla la orden de la ONU sobre la celebración de un referéndum para determinar el destino de esta región del Sahara Occidental, tiempo que ha servido para que Marruecos ocupe el territorio con colonos que les permitan influir en el resultado del proceso electoral que por otro lado resulta más que obvio dados los deseos de autodeterminación del pueblo saharaui. Este pueblo, los civiles, decidieron bloquear una vía construida por Marruecos para exigir el respeto de sus derechos soberanos, a lo cual el reino de Marruecos respondió con una agresión armada que agrega nuevas víctimas a la vieja historia de lucha de este pueblo, como respuesta, ahora el frente Polisario ha declarado la guerra al reino y como resultado el conflicto se dirige hacia nueva escalada, dónde los ocupantes tratarán de terminar de imponerse y desplazar a los saharaui, mientras que estos demostrarán una vez más su voluntad de ser libres. 

Es necesario que la lucha del pueblo saharaui por su independencia y autodeterminación se convierta en una lucha global desde el sur, ello exige en primer lugar su visibilización a través de los medios a nuestro alcance, así como, su discusión activa en los escenarios académicos, foros políticos y espacios de encuentro y formación sobre los procesos de descolonización; más no solo de trata de visibilizar el conflicto en sí, sino de permitir el sonido de la voz del pueblo saharaui, la proyección de sus memorias e identidad, se trata de hacer un ejercicio de dialogo y traducción con esas voces para que la solidaridad sur / sur emerja y se consolide conscientemente a partir de la identificación con ese pueblo y su lucha. El objetivo debe ser la descolonización definitiva del territorio del Sahara Occidental y la independencia de la nación saharaui, y en este sentido los pueblos del sur pueden y deben aprovechar estos tiempos de transición en el orden mundial, de reposicionamiento geopolítico y redistribución de la fuerza y peso específico, para a través de la visibilización del conflicto, obligar a las organizaciones multilaterales y al derecho internacional a romper el velo con el que, los intereses del norte global, ocultan lo que no es más que el legítimo reclamo por la libertad y la autodeterminación de uno de los pueblos del sur que aún sufre por la dominación colonial en pleno siglo XXI.

Referencias:

Gimeno Martín, Juan Carlos (2014), “El Sahara para los saharauis: re-existencia saharaui y colonialidad global”, en Contra relatos, X (11), Diciembre 2014, CEA | UNC; CIECS | CONICET-UNC; CLACSO | SUR-SUR, 11-46.

Pltgo. MSc. Oswaldo Espinoza.

Docente/investigador UBV-CEPEC. Investigador asociado del CIM.

Participante de la Especialización en Epistemologías del Sur de CLACSO.

Administrador de los blogs: https://tableroordenmundial.blogspot.com/ y https://descolonizarlaeducacion.blogspot.com/

Colaborador como analista para: Mundo.sputniknews.com, Alainet.org, Otrasvoceseneducación.org, Analéctica.org, Aporrea.org, Rebelión.org, Barometrolatinoamericano.blogspot, Cubadebate y Cubainformación.